Especiales Semana

ANTIOQUIA

3 de mayo de 1993

No hay que esperar el 2000
SIETE AÑOS DE VENTAJA LE LLEVA METROSAlud al mandato constitucional que ordena manejar los recursos otorgados por el Gobierno al sector en fondos autónomos. Y sí que se nota la experiencia. Sus actuales programas son dignos de replicar en el resto del país.
Como instituto descentralizado nació en 1984 . Hoy son 2.000 sus empleados y el presupuesto del que dispone 3.000 millones de pesos creció en un 45 por ciento del año anterior a este.
Para muchos, Metrosalud tiene las dimensiones de una alcaldía. Una donde el propósito puede expresarse en poquísimas palabras: hacer que la salud, la de meior calidad, la única que debería existir, llegue a cada rincón de la capital paisa. Pero, ¿cómo lograrlo? "Estamos ampliando la cobertura -adelanta el alcalde Luis Alfredo Ramos Botero y los programas son sorprendentes.Salud oral para 350 mil niños, el 100 por ciento de nuestra población infantil. Y salud visual y auditiva, que cubrirán 56 mil y 60 mil niños respectivamente en un solo año. Hay otros proyectos en curso, pero creo que estos son los más importantes " .
En otro aparte de la entrevista que hace pocos días concediera a SEMANA, Ramos explicó cuál es la clave de su administración: "Nuestros secretarios y directores de institutos descentralizados son mayoritariamente personas venidas del sector privado. Están aquí, como yo, para jugársela toda " .
Ese, precisamente, es el caso de Francisco Espinal Maya, el director de Metrosalud. Un médico que sabe muy poco de política y no le interesa aprender. Antes de entrar por la puerta grande a la administración pública, laboraba en el Hospital Central y daba clases de historia para médicos en la Universidad de Antioquia. Hoy, trota 40 minutos cada mañana el asunto también es de resistencia ", dice él llega al Edificio Alpujarra, sede gubernamental, a las 6: 30 a. m., prende luces y a trabajar.
O mejor,a gerenciar la salud de todo el municipio.Con la ayuda de un coordinador para cada programa en ejecución, hace cuentas, reportes en mano, para establecer en qué porcentaje se cumplen las metas propuestas, cuál es el margen de error en remisión de pacientes e incluso, cuánto tiempo debe invertirse en cada consulta.
¿Su meta? Salud para todos. Y por lo menos en el caso del programa oral, no en el año 2000, como propone la Organización de Naciones Unidas. El no comprende por qué habría que esperar tanto si a diciembre de 1994 se puede lograr.
Concretamente, su gestión ofrece un par de novedades: es pura gerencia estratégica y el énfasis está en los programas preventivos, no en los curativos. Esto último porque está convencido de que Medellín y el resto de Colombia necesitan una cultura de la salud, no de la enfermedad. Algo que no es fácil de entender. Aunque claro, mucho ayuda recorrer en su compañía las escuelas y los centros de salud de la ciudad.

Del fusil a la fresa
A una de las escuelas llegamos a la hora del "trasteo" . Los camiones de las fuerzas militares permanecían parqueados dos cuadras arriba esperando la orden para recoger el equipo que estuvo allí por 15 días y organizarlo en otro lugar de la ciudad. En un recodo de la loma, al interior de la escuela y en un largo salón con ventanas altas, un grupo de jóvenes soldados bachilleres entrenados como auxiliares, algunas estudiantes de higiene dental y otras de odontología, limpiaban el instrumental. Era medio día. Minutos atrás el lugar estaba lleno de pequeños.
El equipo demuestra la recursividad del programa y está diseñado para obtener el mejor provecho de él. Las sillas están tapizadas con tela de camuflaje militar para que los jóvenes pacientes asocien su visita al odontólogo, ya no con la silla eléctrica, sino con las divertidas demostraciones que domingos atrás la Cuarta Brigada les ofreciera en el Parque Berrío (cuestión de imagen). Hay una mesa con materiales y una lámpara de fotocurado (alta tecnología para resinas dentales) que sirven a todas las unidades. Algunas de estas son completamente nuevas. Otras, en cambio, podrían patentarse como singulares y valiosas adaptaciones del original: el motor de una máquina de coser y el recipiente de agua en PVC, por ejemplo .
Es que el técnico que asiste al programa sabe que hay que agotar todos los recursos al alcance para lograr cobertura total .
Por eso, también hay una planta eléctrica y un tanque que viajan con el resto del equipo para que nunca falten luz y agua.
Tan completo andamiaje sirve para brindar atención integral de tipo preventivo y asistencial y, finalmente, para incorporar la salud oral al estilo de vida de uno de los grupos prioritarios de trabajo de la administración: la población menor de 15 años. Para lograrlo trabajan juntos Metrosalud, el sector educativo, la Cuarta Brigada, la Universidad de Antioquia y el Instituto Tecnológico. Contratado con odontólogos profesionales el proyecto costaría 18.000 millones de pesos, aproximadamente. Así, cuesta 600 millones.
"Nuestros programas avanzan al pie de la letra porque trabajamos con disciplina militar comenta Espinal. Se cumplen las órdenes o esta milicia se acaba. Estamos haciendo un manejo gerencial, con control de calidad y resultados controlados ".

Medellín "da cartilla"
Las otras dos iniciativas, salud visual y auditiva, surgieron cuando se detectó, un poco intuitivamente, que los problemas de visión y oído tienen que ver con la alta deserción escolar y la repitencia. "Medellín quiere oír" y "Medellín se hace ver", se denominan estas propuestas. Y en ellas, los profesores son agentes claves porque han sido capacitados para dar un diagnósitico inicial a cada pequeño.
" Si vamos a construir una cultura de la salud tenemos que diseñar elementos lúdicos que le permitan a los niños apropiarse de los conceptos adelanta Francisco Espinal. Por eso también hemos ideado cartillas para cada programa " .
Hasta este mes, los exámenes iniciales de visión fueron practicados sólo en los centros educativos. Ahora habrá también una unidad móvil que se desplazará junto a la de salud oral. En un día se atenderán lOO pacientes, lo que varía favorablemente las metas anunciadas por el alcalde: 80 mil niños en un año. Para los exámenes más profundos se están montando siete consultorios con modernos equipos en las unidades hospitalarias . Y el 30 por ciento del valor de los lentes queda subsidiado por el programa.
Fonoaudiólogas de la Fundación María Cano trabajan en salud auditiva haciendo tamizajes en las escuelas para establecer qué niños deben ser remitidos al Hospital General.
El programa visual lo inició el fundador de Metrosalud, Antonio Yepes, y el actual director de la institución está aumentando en un 500 por ciento su impacto. De otro lado, la salud auditiva y la oral, ofrecidas de este modo, no tiene antecedentes en Colombia. La entidad las presenta como ejemplo para el mundo entero. .