Especiales Semana

En busca de la excelencia

Los expertos señalan que para triunfar en un deporte lo primero que un atleta debe ganar es la confianza en sí mismo.

21 de junio de 2009

Cuando María José Uribe tenía 9 años ya quería ser una golfista de alta categoría, pero sólo tenía un problema. Sus resultados en el campo no eran los mejores y la prueba es que en su primer torneo nacional quedó en la última posición. Cualquiera pensaría que ese resultado podría derrumbar su sueño, pero ella siguió luchando. Con su sicóloga y su entrenador, María José pudo ver que no estaba cumpliendo las metas porque "estaba jugando mal". Hoy, luego de haber ganado el torneo amateur de golf femenino en Estados Unidos y de terminar décima en el US Open espera con tranquilidad su debut profesional el 6 de julio en Saucon Valley.

Un factor clave para llegar allí fue la confianza que le dio prepararse a fondo, sin dejar nada al azar. Según el sicólogo Patrick Cohn, la confianza en los deportistas es la creencia del jugador en su habilidad para desempeñarse de manera excelente. Y en la práctica esto significa simple y llanamente trabajar para fortalecerla. Este factor "lo es prácticamente todo en el deporte", dice el entrenador Óscar Urrea, quien logró tres finales olímpicas en China con el equipo nacional de clavados.

Los deportistas que no se preparan de esta forma se hunden fácilmente ante un evento adverso -un gol o un mal servicio-, y sufren del síndrome de la montaña rusa: se sienten optimistas cuando las cosas van bien pero se desmoronan cuando salen mal. "La verdadera confianza se mide cuando el atleta sigue creyendo en sí mismo aun en los momentos adversos", explica el sicólogo Patrick Cohn.

Es tan crucial que expertos como Don Davies, autor del libro Psychological training in Competitive Sports, afirma que en las competencias más importantes, como el torneo de tenis de Wimbledon, lo que se pone en juego es más la fortaleza mental de los jugadores en momentos de presión que la propia habilidad en la disciplina.

Para construir la confianza hay que trabajar en varios frentes. Por un lado, implica prepararse en la técnica del deporte para que el propio jugador mejore su seguridad en sí mismo, especialmente en aquellas áreas en que él falla. Lo ideal es someterlo a experiencias en las que pueda equivocarse y aprender, y así ir cosechando logros que le den seguridad. Pues para participar en una competencia elite como el Tour de Francia y llevarse la camiseta amarilla "él debe estar convencido de que puede derrotar a cada participante en esa carrera",dice Chris Carmichael, entrenador de Lance Armstrong.

Por otra parte, exige que el atleta confíe en la guía que le están brindando su entrenador y los demás miembros de su equipo, y que todos estén alineados en los mismos objetivos. "Parte de los fracasos se deben a que el instructor quiere un nivel de desempeño y el deportista otro", señala Urrea. El entrenador también debe confiar en sí mismo y en el proceso, pues "el deportista se da cuenta de cuándo uno tiene dudas y eso daña la relación", dice Carmichael (Ver entrevista).

Evitar que en los viajes tenga contratiempos, garantizar la comodidad del hotel donde se hospeda, tener descansos y hasta la calidad de la comida, hacen parte de las variables que se deben manejar para asegurar el buen desempeño. Tres días antes de un torneo, por ejemplo, María José inspecciona la cancha para familiarizarse con ella y analiza el clima para escoger los palos que le servirán en esas condiciones meteorológicas. "A veces la falta de apoyo económico para controlar estas situaciones hace que la confianza se resquebraje", afirma José Julián Velásquez, entrenador de la medallista María Luisa Calle.

María José sostiene que el miedo es la peor estrategia que un deportista puede tener. Ella logró sacudir los suyos preparándose tanto física como sicológicamente para estar entre las mejores sin subestimarse, como si estuviera en su casa, haciendo lo que más le gusta. "La confianza no se regala", dice Velásquez. "Cada deportista se la gana".