Especiales Semana

Francisco Sintura - El pequeño encanto de la Fiscalía

Pasada la luna de miel de la Fiscalía con la opinión, el vicefiscal, Francisco Sintura, se lleva las palmas en la negociación de penas con los narcotraficantes.

24 de enero de 1994

HACE UN AÑO EL FISCAL GEneral de la Nación, Gustavo de Greiff, fue declarado el personaje del año porque logró lo que parecía imposible: devolverles a los colombianos la esperanza en la justicia. Pero este año a la Fiscalía le pasó lo que a muchos matrimonios: después de la luna de miel vinieron las peleas. Y mucho más cuando esta entidad comenzó a tomar decisiones y a pisar callos que generaron más de una polémica. Casos como el de los auxilios, en los que estuvieron involucrados un ex alcalde y concejales de la capital, la detención del futbolista René Higuita y el proceso contra los técnicos de Telecom, para citar sólo algunos, levantaron polvareda y dividieron a la opinión.
Sin embargo, si los anteriores episodios generaron controversia, no ocurrió lo mismo con la aplicación de la política de negociación de penas, en la que la Fiscalía obtuvo un amplio respaldo de los colombianos. Frente a esta delicada y difícil misión, estuvo un hombre joven con cara de niño aplicado. Se trata de Francisco Sintura, el vicefiscal general de la Nación, quien logró con gran éxito conducir personalmente los procesos más críticos de negociación de penas con narcotraficantes. Peces gordos del negocio, como los hermanos Jorge Luis y Fabio Ochoa, Iván Urdinola, y Gonzalo Mejía Sanín, entre otros, están hoy tras las rejas purgando sus condenas.
Si bien en algunos procesos la pena no fue muy alta, esto no obe- deció a un mal manejo de la negociación, sino a que en la antigua legislación las rebajas operaban de manera automática.
Cosa diferente, ocurre hoy con el Código de Procedimiento Penal, que le da a la Fiscalía una discrecionalidad muy amplia para evaluar el grado de colaboración del acusado y proponerle una re- baja.
Pero más allá de los códigos, el éxito de este sistema obedeció al manejo serio y habilidoso que le dio Sintura. Este bogotano de 31 años, abogado de la Universidad del Rosario y con especiali- dades en derecho penal y financiero, es muy reservado y sereno.
Para 1994 lo esperan grandes retos. El más importante tiene que ver con narcotraficantes de Cali que en las últimas semanas han anunciado su entrega a las autoridades. En las manos de Sintura habrá nuevas herramientas jurídicas para enfrentar a un toro bravo, sumamente difícil de capotear. -