Especiales Semana

INDUSTRIA DEL CUERO

7 de septiembre de 1992

Secretos de una curtiembre
LA TRANSFORMACION DE MATERIAS PRImas que realizan gran cantidad de empresas nacionales se ha convertido en el centro de atracción de los consumidores potenciales. Hoy en día para comprar algún artículo, bien sea unos zapatos, una cartera o una chaqueta, no sólo se estudia su presentación inicial sino también de dónde vino y cuáles fueron sus manos creadoras.
Según los expertos la industria del cuero es una de las más llamativas porque los procesos que se llevan a cabo para lograr un producto final de óptima calidad son, en realidad, atractivos e interesantes. "La gente no puede creer que un cuero de animal en su estado natural se pueda convertir en un cuero elegante y sofisticado. Muchos se asombran al ver que después de todo el proceso, una garra quedó transformada en un cuero perfecto para la confección o para la talabartería", aseguró Harold Bracht, gerente de Delta Leather Ltda.
Lo cierto es que el proceso de transformación que realiza un curtiembre es, en términos generales, una labor que lleva tiempo, necesita mucha dedicación y requiere la experiencia del equipo de trabajo. Según Bracht en una curtiembre se realizan siete pasos fundamentales para transformar la piel de un animal en un cuero de alta calidad. El primer paso se realiza en el departamento de pelambre. Allí, varios operarios se encargan de limpiar la piel y quitarle el pelo, para luego descarnarla y dividirla. Para ello utilizan soluciones de cal y sulfuro. En el descarne, la piel se limpia al revés para lograr, paso a paso, una mayor pureza. Luego en la división se obtienen el cuero y la carnaza. "Algunas veces la carnaza se curte para trabajos de talabartería pero la mayoría de las veces se vende a la industria que produce juguetes para perros o a la que produce gelatinas", aseguró Bracht.
Después de tener completamente limpia la piel, ésta se lleva al proceso de curtición. Este trabajo se realiza en fulones de madera, con ácidos y sales de cromo. Primero, la piel se lava en una solución de cal, sulfuro y proteínas. Luego pasa al pickel, es decir, a una solución de sal y ácido, para terminar en la curtición, propiamente dicha, que se realiza con una solución de sales de cromo. En este punto la piel cambia su nombre por el de cuero porque ya tiene la textura y un color azuloso gracias a los procesos mecánicos y químicos que se realizaron anteriormente.
El trabajo continúa en el proceso de escurrida y rebajada. "En la escurrida se busca sacar la humedad del cuero. Y luego, en la rebajada, se mide el calibre que tiene la pieza, es decir, su grosor, aseguró un operario de Delta Leather.
Terminados los dos procesos anteriores, el cuero se lleva a los fulones de madera para que las soluciones con anilinas, grasas, recurtimientos y auxilares realicen la tarea de teñir y engrasar el cuero.
El proceso sigue su camino, pero esta vez en el departamento de secado. Allí los operarios se encargan de distribuir los cueros a lo largo del espacio, colgándolos en forma continua en cilindros de metal. El proceso de curtición toma su tiempo, pues nadie puede determinar cuánto durará el secado de un cuero. Esto lo determina el clima y la temperatura ambiente, entre otros factores.
Cuando el cuero se encuentra totalmente seco los operarios lo envían al departamento de acondicionado, suavizado y templado para imprimirle suavidad y textura.
El último toque de gracia en el proceso se lleva a cabo en el departamento de acabados donde se prensa y pinta el cuero para darle una imagen elegante y sofisticada a las piezas.
Finalmente se lleva al departamento de medición, clasificación y empaque. "En realidad en esta sección sencillamente se mide el cuero, se clasifica de acuerdo con la textura, el calibre y el color, y luego se empaca para que los encargados lo distribuyan en el mercado" aseguró el jefe de planta de Delta Leather.
Así termina el proceso de curtición de una piel. Pero contrario a lo que muchos piensan este es un trabajo largo y dispendioso porque, por un lado tiene diferentes procesos, y por otro, porque cada piel toma aproximadamente 28 días en convertirse en cuero.
En palabras más simples, la industria del cuero es una gran empresa que, día tras día, ofrece cueros de óptima calidad reconocidos tanto a nivel nacional como internacional.
Una industria que se mide en términos de calidad, proyección y producción, para que miles de manufactureros puedan dar vida a los diferentes productos que desfilan en el mercado.-
Con el agua al cuello
SI HACE DOS AÑOS ALGUIEN HUBIERA DIcho que el sector del cuero estaría en aprietos, hubiese sido tildado de loco. Las cifras revelaban que la industria del cuero en Colombia era tan próspera como prometedora. Durante los últimos cinco años el sector se posicionó como uno de los mejores a nivel latinoamericano.
Pero no hay bonanza que dure 100 años ni industria que la resista. En menos de tres meses el sector del cuero despertó con la amenaza de una aguda situación.
Mientras en la 16 versión del Leather Show que se realizó en febrero de este año, los industriales veían con prosperidad el futuro del sector y mientras en el lanzamiento del evento el ministro de Desarrollo Jorge Ospina Sardi anunciaba medidas para apoyar a los sectores más productivos del país (medidas como la liberación arancelaria, la reestructuración y aumento de eficiencia en los puertos, la instrumentación política de los cielos abiertos y la eliminación del impuesto de remesas para giros al exterior por concepto de contratos de transferencia tecnológica, de asistencia y servicios técnicos), el 20 de mayo el balance del sector se arrojaba sobre una curva negativa.
La directora ejecutiva de la Asociación Colombiana de Industriales del Cuero, María Angela Tavera, llevaba bajo el brazo noticias desalentadoras: las exportaciones de manufacturas de cuero disminuyeron en un 23.4 por ciento este año. Mientras la industria había producido entre enero y mayo de 1991, 22.4 millones de dólares, en el mismo lapso de 1992 la cifra descendió a 17.1 millones de dólares.
Según María Angela Tavera, las principales causas de la situación fueron la menor competitividad como consecuencia de la revaluación del peso, estimada en más del 10 por ciento en el último año; la debilidad de la demanda externa e interna; el racionamiento de energía y el encarecimiento de las materias primas locales.
A estas causas se sumaron acontecimientos como la competencia de países como China e India en el mercado internacional. Según estudios en los que Asocueros centró su atención en dos grupos de países, los que están por encima de Colombia en cuanto a calidad, precio o productividad como Corea, Italia y España; y los que se ubican por debajo de Colombia como China e India, estos últimos se han consolidado durante los últimos años como fuertes exportadores principalmente en el mercado norteamericano.
En India, por ejemplo, durante los cuatro años se han incrementado radicalmente la capacidad de las curtiembres. Hoy por hoy existen 85 curtiembres grandes y medianas que pueden procesar más de 65 millones de pieles al año. Y como si fuera poco existen 97 curtiembres pequeñas capaces de curtir 20 millones de pieles por año. Además hay aproximadamente 800 unidades familiares que curten 12 millones de pieles anualmente. Por último, existen algunas unidades de producción no organizadas que tienen capacidad para otros 12 millones de pieles.
Pero eso no es todo. Además de la creciente capacidad de producción India compite en el mercado mundial con los bajos precios aunque no con la calidad. Según Asocueros, cerca de 120 países en el mundo importan cuero de la India.
En China las cifras son aún más espectaculares. El sector del cuero, pieles y manufacturas de cuero está conformado por 9.200 empresas que generan 632 mil empleos directos y tienen un volumen de ventas domésticas de 3.293 millones de dólares.
Además, en 1991 China consiguió el 50 por ciento de la participación en el mercado de calzado de Estados Unidos el mayor comprador de Colombia.
A estas dos nuevas sorpresas del mercado internacional se agrega el hecho de que más de 90 países participan en el comercio mundial de manufacturas de cuero, situación que genera un alto grado de competencia.
Para los colombianos las cosas no son fáciles. Podría decirse que la industria del cuero anda con el agua al cuello por estos días. Y la situación, según los empresarios, está en manos de la demanda interna del cuero y de la pronta solución al racionamiento.
Se suma a estos hechos la urgente petición de Asocueros al Gobierno de definir lo más rápido posible si va a incrementar o no los niveles del Certificado de Reembolso Tributario (Cert) a algunos sectores.
Para hacerle el quite a la crisis los industriales del cuero coinciden en señalar que es necesaria una estrategia que incluya el replanteamiento de la producción, el mejoramiento del nivel tecnológico y de la calidad de la mano de obra y posicionamiento de la imagen del país en el mercado. Un proyecto que necesita la ayuda de políticas gubernamentales tendientes a garantizar la estabilidad para un sector de empuje y futuro pero que hoy pasa los tragos amargos de una amenaza de recesión.-

En la cuerda floja
SIN DUDA ALGUNA LA INDUSTRIA COLOMbiana del cuero anda haciendo maromas en la cuerda floja para hacerle el quite a la recesión. Y así lo demostró la más reciente encuesta realizada por la Asociación Colombiana de Industriales del Cuero, Asocueros, en el primer trimestre del año.
Con una muestra de 130 industriales de cuatro ciudades del país, los empresarios coincidieron en señalar que el futuro del sector manufacturero del cuero está en manos de la energía eléctrica y de la demanda interna.
La encuesta reveló que para el 46 porciento de los entrevistados, los principales problemas de la industria son el racionamiento de energía y la demanda interna. Para el 18 por ciento, el principal inconveniente es la disminución de la demanda externa, mientras que el 14. 6 por ciento señaló que la pérdida de competitividad, la escasez y costos de las materias primas son el talón de Aquiles del sector. El 8.6 por ciento restante aseguró tener problemas de cartera.
Paradójicamente, el 69.4 por ciento de los encuestados aseguró que su empresa presenta una situación general aceptable, a pesar de que la actividad productiva es débil o estable para el 72 por ciento de los empresarios. Según el documento de Asocueros, el 48.1 por ciento de los entrevistados señaló que los pedidos disminuyeron, el 38.5 aseguró que los pedidos permanecieron iguales y tan sólo para el 13.5 por ciento de los industriales los pedidos aumentaron.
La gravedad de la situación tiene otro ingrediente esencial: la demanda externa. El 39.1 por ciento de los encuestados dijo que los pedidos del exterior disminuyeron y para el 37 por ciento los pedidos no aumentaron.
Pero los campanazos de alerta no se detienen allí. Un hecho más agudiza la situación y es el deterioro de la cartera en el exterior. La encuesta reveló que para el 51.1 de los industriales dicha cartera es regular y para el 13.3 por ciento es mala.
Por último, para el 28.9 por ciento de los entrevistados, el empleo generado por el sector disminuyó, para el 57.8 por ciento permaneció igual y aumentó para el 13.3 por ciento.
En conclusión, el sector del cuero en Colombia, con excepción de la industria de calzado, permanece en una crítica situación que podría desembocar en una crisis generalizada de las empresas. Tanto las condiciones internas como las del exterior se han unido para hacer tambalear la cuerda por la que cruza el sector de la manufactura del cuero en el país.-