Especiales Semana

OFICINAS

6 de noviembre de 1995



CLASE EJECUTIVA
A pesar del 'boom' de las oficinas abiertas, las cerradas siguen siendo las preferidas por los altos ejecutivos.

MUCHO SE HAbla últimamente de cómo las empresas tumbaron las paredes de sus instalaciones para modernizarse a través del sistema de la oficina abierta. No obstante, para nadie es un secreto que las oficinas cerradas siguen siendo parte fundamental del diseño de una compañía. Incluso, son las oficinas privadas las más buscadas por los profesionales. ¿Quién no sueña con llegar algún día a ocupar el hermoso despacho gerencial del último piso?
Lo anterior demuestra que si bien es cierto que las oficinas abiertas son las que hoy en día mandan la parada en el diseño de las instalaciones laborales, en las más altas jerarquías de una empresa siguen imperando las grandes oficinas enmarcadas por cuatro paredes. Mejor dicho, lo que se presenta actualmente es un híbrido entre el sistema abierto y el cerrado; este último principalmente para acomodar a los ejecutivos de altos mandos.
Sin embargo, al contrario de lo que muchos piensan, las oficinas cerradas no han permanecido estàticas. El mismo paso hacia el sistema abierto hizo que los grandes despachos también sufrieran transformaciones. En ese sentido, el arquitecto Francisco Calderón considera que hoy en día es más indicado hablar de oficinas privadas que de cerradas pues el concepto de éstas ha cambiado mucho. Por ejemplo, hoy son pocas las oficinas gerenciales que se mantienen con la puerta cerrada. Los presidentes de las compañías, que antes eran practicamente inaccesibles, están al alcance de todos los empleados.
Considerando el panorama anterior, SEMANA se propuso investigur cuál es la tendencia actual en el diseño de los puestos de trabajo de los ejecutivos de alto nivel.

ABRIENDO PUERTAS
Para poder comprender el cambio que han sufrido los puestos de trabajo, es importante analizar cómo se llegó a imponer el sistema abierto en el diseño arquitectónico de las empresas.
Hace unas cuatro décadas, como explica Francisco Calderón, "el panorama de una empresa se podía resumir en corredores cerrados por muros macizos que conformaban puestos de trabajo privados que remataban en espacios algo abiertos donde, por lo general, se encontraban las personas de soporte secretarial y las salas de espera donde los únicos muebles eran grandes escritorios de madera o metal y gigantescos sofás Chester en cuero"
En esa época se atravesaba la era de la administración cerrada: de los grandes espacios con pocos empleados. Pero con el tiempo, las divisiones entre los cubículos comenzaron a disminuir y empezó el desarrollo de los sistemas abiertos. Al principio, los escritorios se acomodaron sin ningún tipo de organización lógica, pero con el tiempo, a través de novedosos sistemas se logró ordenarlos de la manera más eficiente.
Las oficinas abiertas demostraron tener múltiples ventajas. Por un lado, permitían a las estaciones de trabajo tener el suficiente dinamismo como para transformarse rápidamente en caso de que creciera el personal o cambiara la organización del recurso humano. Por otro, daban la posibilidad de ubicar a cuatro personas donde antes sólo cabían una o dos, lo que lograba el máximo aprovechamiento del espacio de trabajo.
Es así como en la actualidad, según el diseñador Gustavo Pinto, "atravesamos la era de los edificios y las oficinas inteligentes". En este mundo existe una necesidad de agilidad en las comunicaciones que se expresa en el equipo utilizado. En ese contexto, las computadoras y los faxes comienzan a ser parte importante de la decoración de cualquier puesto de trabajo y los avances en el diseño permiten que todo el cableado necesario para que las empresas funcionen con las más altas tecnologías sea invisible y no contamine los espacios visuales.
Dentro del esquema anterior, Poli Mallarino, de Deimos -diseño y decoración-, considera que el concepto actual de las oficinas de los ejecutivos se puede resumir en tres palabras: dinamismo, estética y ergonomía.

LA NUEVA OFICINA
No cabe la menor duda de que las oficinas proyectan la imagen no sólo de las compañías sino también de sus dueños. Es por ello que el diseño de los despachos de los altos ejecutivos tiene tanta importancia.
Hoy por hoy las oficinas privadas han sufrido grandes transformaciones. Entre estas se puede mencionar el hecho de que la sala de juntas, que antes era parte de la oficina gerencial, ahora se encuentra ubicada en un salón aledaño y no dentro del mismo espacio. La razón de esto es casi obvia, según Francisco Calderón, el que cada vez más empleados laboren en espacios abiertos ha creado la necesidad de que estos profesionales cuenten con salones privados para atender a sus clientes de la mejor manera. Es así como actualmente las salas de juntas están a disposición de todos aquellos ejecutivos que las requieran y no solamente de los gerentes y los presidentes de las empresas.
El diseño de la oficina actual debe verse y ser efectivo. Es por eso que la sobriedad juega un papel destacado en la decoración de este tipo de espacios. Los muebles modernos no se parecen en nada a las antiguas piezas pesadas de madera sin ningún tipo de versatilidad. Para el arquitecto Alvaro Becerra, antes el diseño de enseres de oficina se basaba más en la estética que en la funcionalidad y la comodidad. Hoy, la ergonomía juega un papel relevante.
Para Poli Mallarino, actualmente el mercado colombiano ofrece productos avanzados como Knoll, Herman Miller, Steel Case y Teka que no sólo son estéticos sino que además son muy cómodos y dinámicos.
En ese contexto, el diseño de las sillas es uno de los más importantes. Un ejecutivo permanece mucho tiempo sentado y por ello es necesario que su silla no sólo sea bella estéticamente sino que además resuelva los problemas ergonómicos. Es por eso que, según Mallarino, los diseñadores actuales hacen hincapié en las proporciones humanas y la comodidad a la hora de pensar en sus productos.
Los expertos entrevistados coinciden en que la funcionalidad es tan importante en el diseño de los muebles que actualmente se producen modelos muy minimalistas donde llevan apenas los elementos básicos para cumplir con su objetivo.

ESOS PEQUEÑOS DETALLES
Sin lugar a dudas es en los detalles de la decoración donde se logra personalizar cada oficina. En ese sentido, aunque todo depende del gusto de cada ejecutivo, existen ciertas preferencias en el diseño actual. Por ejemplo, según Gustavo Pinto, aquellos que son muy modernos optaron por darle a sus despachos una apariencia totalmente fria por medio de los muebles negros combinados con metal (plateado) y con vidrios de distintos acabados. Pero también están los ejecutivos clásicos y tradicionalistas para los cuales los muebles de madera nunca pueden faltar.
Sin embargo, no importa cuál de las dos opciones sea la preferida pues, a la larga, lo que no falta en ningún diseño es la funcionalidad. Para Francisco Calderón, hoy los muebles son muy versátiles y modulares. Los escritorios en L (ele) le permiten a sus usuarios tener un espacio mucho más efectivo para trabajar. Las sillas sin ruedas son casi imposibles de encontrar y los computadores pasan a ser parte importante a la hora de pensar en el diseño de un mueble para oficina.
Los despachos se caracterizan por ser muy sobrios en su colorido. Más bien se puede decir que son monocromáticos pues sólo manejan una sola gama de color (principalmente de tonos crudos). El colorido lo dan principalmente los detalles como las telas y las alfombras. Además, está cobrando fuerza pintar las paredes de tonalidades cafés o verdes.
La iluminación es muy importante y aquí los fluorescentes pasaron a ocupar espacio en el baúl de los recuerdos. Ahora los protagonistas son los bombillos halógenos que, además de que consumen una menor cantidad de energía, permiten jugar con una luz más dirigida y, por lo tanto, menos cansona.
En fin, a pesar de que el sistema abierto es el que impera, las oficinas privadas de los altos ejecutivos existirán por muchos años más y seguirán siendo las más apetecidas por aquellos profesionales que desean llegar a tener puestos administrativos de alto nivel.