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El Photoshop desmedido no solo le cortó un brazo a Adriana Lima, sino que modificó su figura con medidas irreales.

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Adriana Lima, nueva víctima del Photoshop

A la modelo brasileña le cortaron un brazo en una reciente campaña de trajes de baño. El incidente revive la eterna polémica del retoque digital en la industria de la belleza.

11 de abril de 2016

El excesivo retoque de Photoshop se ha vuelto a cobrar una parte de la anatomía de una modelo. Esta vez fue la brasileña Adriana Lima, a quién una industria cada vez más perfeccionista ha dejado sin su brazo derecho, en un nuevo capítulo de los ya reiterativos errores de la corrección de fotos.

El ángel de Victoria Secret protagonizó la nueva campaña de vestidos de baño para la marca ‘Calzedonia’, en una sesión de fotos que ha revivido las críticas frente al desmesurado “embellecimiento” que reciben las ya de por sí bellas modelos por cuenta del pincel virtual.

En una de las fotos para la campaña, la brasileña aparece recostada y solo se ve apoyada en su brazo izquierdo. Su extremidad derecha, que debería estar puesta sobre el suelo, ha desaparecido por completo.  

Pero la pérdida de un brazo no ha sido lo único en que han reparado los críticos. La piel de la brasileña también se funde con extrañeza con el bikini blanco de la foto. Algunas curvas de su cuerpo también parecen excesivamente perfeccionadas, al punto de que las proporciones de la modelo se han vuelto caricaturescas.

De nuevo, este típico error de Photoshop ha cosechado centenar de burlas en las redes sociales. Y también, ha revivido la eterna polémica de qué tanto colabora el pincel virtual en la creación de un falso estereotipo de la belleza femenina. Desde hace tiempo, la industria de la moda ha aprovechado las virtudes del retoque digital para pronunciar las curvas femeninas hasta medidas casi inverosímiles. También, cientos de modelos se han servido del infalible Photoshop para reducir los estragos de la edad y mostrarse con rasgos juveniles eternos.

Pero en los últimos años, la polémica ha sido tomada de los cuernos por las mismas modelos, que con sus propias voces han denunciado los abusos digitales a los que han estado expuestas.

Recientemente, la actriz española Imma Cuesta explotó al ver que los retoques en su figura habían llegado demasiado lejos, al punto de que “no se reconocía” más. “No es la primera vez que pasa, pero esto sobrepasa los límites de la realidad y me avergüenza", reaccionó.

En el pasado, Ashley Graham también revolvió la polémica. La reconocida modelo de ‘tallas grandes’ denunció que su voluptuoso cuerpo había sido modificado para adaptarse a los cánones tradicionales. La estadounidense, de hecho, se convirtió en la portavoz de las críticas femeninas hacia el estereotipo recurrente de las mujeres extra delgadas, y se posicionó hasta tal punto que protagonizó la portada de la famosa edición de trajes de baño de la revista “Sport Illusrated”.

Kate Winslet, Beyoncé o Keira Knightley también han dejado claro su rechazo hacia el retoque excesivo. Las actrices no han tenido reparo en mostrar sus arrugas, en el caso de Winslet; sus ‘gorditos’ en el de Beyoncé; o su falta de curvas en el de Knightley, y se han enfadado con las publicaciones que quieren disimular sus rasgos verdaderos.  

Fruto de esto, cada vez están apareciendo más publicaciones con fotos exentas de retoques digitales. El estilo “natural” también se apodera del mundo virtual, en donde muchas famosas no han tenido pudor en, incluso, colgar fotos sin maquillaje y con pintas alejadas del glamour propio del mundo del espectáculo. Jennifer López, Kim Kardashian o Miley Cyrus han sido algunas en mostrarse ante el mundo sin un ápice de retoque.

Sin embargo, la cruzada por eliminar el retoque digital también ha producido situaciones descabelladas. Una de ellas le sucedió a la actriz y feminista Lena Dunham, quien mandó una carta a una revista española que publicó en su portada una foto de ella en la que la protagonista de ‘Girls’ no se reconocía. “Mi cuerpo no es así, y nunca lo será. La revista se ha pasado con el Photoshop”, escribió. Sin embargo, la publicación le respondió que no había usado ni una pizca de Photoshop en la foto, y colgó la pieza original para demostrarlo. La actriz tuvo que reconocer que en realidad sí lucía de esa manera y se disculpó públicamente por el malentendido, precisando que se había confundido por ser la foto de años atrás, y que su figura en el presente era bastante distinta.