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El otro Arnold

Gary Coleman pasó de ser una estrella de la televisión a vigilante. Ahora espera ser elegido gobernador de California.

29 de septiembre de 2003

Arnold Schwarzenegger no es el único actor y podría decirse que tampoco es el único Arnold que aspira a ser elegido candidato a la gobernación de California. El otro mide 1,40 de estatura, es decir, casi 50 centímetros menos que el protagonista de Terminator, y además es negro. Se trata de Gary Coleman, quien se hizo famoso en los años 80 por su papel del pequeño Arnold Jackson en la serie Blanco y Negro. Sus propuestas van desde que se busque petróleo en las costas y bosques nacionales hasta que todas las casas deban tener un arma cargada y que los padres de familia sean notificados antes de que sus hijos tengan un aborto. El hace parte del circo de las próximas elecciones del estado, en las que participan una estrella de cine triple X, el director de una revista porno y un luchador de sumo, entre otros. Coleman considera que su estatura ha sido uno de sus principales problemas para que no se le considere un candidato de altura.

A sus 35 años espera recuperar la fama que tuvo hasta 1986, cuando la serie salió del aire. En realidad no ha tenido una vida fácil después de haber sido una estrella que protagonizó varias películas. El actor, que llegó a ganar 70.000 dólares a la semana y tuvo una fortuna estimada en 20 millones de dólares, se declaró en bancarrota hace tres años. De ser una celebridad pasó a ser vendedor de autos y luego guardia de seguridad, primero en estudios de cine y posteriormente en un centro comercial de Los Angeles. Fue ahí cuando se encontró con un gran problema: fue arrestado cuando una mujer lo demandó por agresión. Al parecer Coleman se enfureció con ella y la golpeó cuando ésta lo llamó "engendro" porque él se negó a darle un autógrafo. El ex actor tuvo que tomar un curso de manejo de rabia y pagó a su víctima 250.000 dólares. Esta situación se sumó a otra serie de problemas financieros, como disputas con sus representantes y altas cuentas médicas por problemas renales y las diálisis a las que ha tenido que someterse.

El candidato asegura que su vida está lejos de ser como la del bonachón Arnold Jackson a pesar del cuarto de hora que tuvo. Acusó a sus padres adoptivos de haber dilapidado su fortuna. Cuenta que cuando llegó a la mayoría de edad ya no tenía un peso. Gracias a la demanda que ganó recibió un millón de dólares, pero de eso tampoco queda nada, al igual que de la relación con sus padres. Debido a la nefritis que padece, un defecto congénito que bloqueó su crecimiento, ha sido sometido a dos trasplantes de riñón: uno en 1978 y otro en 1984. Coleman tiene estatura de niño pero su rostro hace mucho dejó de ser el del pequeño Arnold. Por eso los productores dejaron de llamarlo, algo que le causó una profunda depresión. Creció su último centímetro a los 26 años. Asegura que otra diferencia con Arnold Schwarzenegger es que él aún es virgen y que su mayor sueño es encontrar a una mujer que lo quiera. Es consciente de lo difícil que es que se le cumpla: "Una mujer baja quiere a un hombre alto. Una mujer alta también".

En Blanco y Negro interpretó el papel de un niño de 12 años cuando en realidad tenía 18, y tuvo fama. Por eso asegura lo que se ha convertido en el lema de su campaña: "Los animales pequeños sobreviven mejor a los fuertes inviernos".