La fuerza no lo acompañó

Los años no pasan en vano. Así lo comprobó Harrison Ford durante el rodaje de la última entrega de La guerra de las galaxias: episodio VII. El actor de 71 años se fracturó el tobillo al golpearse con una puerta del Halcón Milenario, la famosa nave espacial que conduce su personaje, Han Solo. Los médicos pronostican que tardará en recuperarse unas ocho semanas, por lo que el equipo de producción se verá obligado a reorganizar el cronograma de su trabajo. La idea es que, mientras Ford tenga el tobillo enyesado, pueda grabar al menos un par de escenas que lo muestren de la cintura para arriba. Si el accidente hubiera sucedido en 1977, cuando el actor rondaba los 35 años y estaba en perfecto estado físico, seguramente no habría generado tantos traumatismos. Aun así, el director J.J. Abrams espera que la película, cuyo presupuesto supera los 200 millones de dólares, esté lista para diciembre del próximo año. Además de Ford, aparecerán Mark Hamill como Luke Skywalker y Carrie Fisher en el papel de la princesa Leia. Lupita Nyong’o, ganadora del Oscar a mejor actriz secundaria por 12 años de esclavitud, y Gwendoline Christie, quien interpreta a Brienne de Tarth en Game of Thrones, también se sumaron al reparto.