Home

Gente

Artículo

LA COMBINACION PERFECTA

El concierto de este jueves en El Campín, al lado de Plácido Domingo, puede ser para Martha Senn la coronación de su carrera ante los colombianos.

24 de abril de 1995

NO TOCA EL PLANO, COMO GENERALmente suelen hacerlo la mayoría de las cantantes líricas. Pero, en cambio, Martha Senn tiene el don de la mirada, de esa tímida coquetería femenina que envidian muchas de esas colegas suyas que cantan sólo con la voz. Senn canta, además, con los ojos, como lo enseñaba el profesor de la película El maestro de música. Y para completar es alegre y espontánea, libre a la hora de brindarles a los espectadores del mundo sus interpretaciones.
Quizás por eso, tanto en Europa como en Estados Unidos, donde reside desde hace varios años, esta mezzosoprano de sangre suiza y personalidad latina es acogida con admiración pero sobre todo con cariño. Martha Senn sabe llegar al corazón de quien la escucha. En una interpretación de Carmen, El Trovador o Don Quijote; en una zarzuela o aun en una canción del repertorio popular, es capaz de colmar el auditorio entero con su gracia.
Esa voz y ese carisma le han permitido recorrer el mundo, alternando con los mejores cantantes y bajo la dirección de sobresalientes directores, entre ellos uno de cine, el español Carlos Saura, con quien montó la ópera Carmen, de Bizet, en Alemania. Incluso el propio Robert Altman, quizás el más respetado de los directores cinematográficos de Estados Unidos, la invitó a participar en el montaje de una película sobre la vida de Rossini, en la cual la mezzosoprano colombiana haría el papel de Isabella Colbran, con quien se casó el maestro italiano en 1825. Martha Senn alcanzó a asistir a varios ensayos, pero el filme fue finalmente cancelado por problemas de producción.
Hace pocas semanas, en Italia, después de una presentación de Don Quijote, de Massenet, atendió la llamada de Plácido Domingo. El tenor acababa de confirmar su concierto en Bogotá y decidió invitarla para que lo acompañara. La aceptación, por supuesto, fue inmediata. Desde cuando lo conoció, en 1986, durante una presentación multitudinaria, Senn y Domingo se han encontrado varias veces en conciertos ofrecidos en distintas ciudades del mundo; y alternar con él en El Campín era una ocasión de oro para hacer frente a los bogotanos de la misma forma en que lo habían hecho juntos en el exterior.
A pesar de que en los últimos años había firmado su retorno a la patria con su participación en la obra de teatro Medea y la ópera Las bodas de Fígaro, la presentación en El Campín también constituye un estreno en Colombia. No sólo por alternar con Plácido Domingo, sino porque será la primera vez que Martha Senn cante frente a un auditorio de más de 50.000 espectadores, algo muy diferente a hacerlo en un teatro. La artista colombiana posee la suficiente experiencia para salir airosa por sí sola del desafío. Para el público bogotano será la oportunidad de verla al lado de Plácido Domingo en un espectáculo que probablemente será recordado por muchos años. Para Martha Senn será la opción de robarse el show y demostrar una vez más porqué los expertos la siguen considerando como la mejor cantante lírica del país.