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Entrevista

"Le pido a Dios que me deje libre"

SEMANA reproduce la entrevista que Amina Lawal, la mujer condenada a morir lapidada en Nigeria, le concedió a la periodista Eleonora Zamparutti para el periódico 'El País' de España.

7 de diciembre de 2002

Amina Lawal habla en hausa, el idioma del norte de Nigeria. Ha llegado a Lagos, la capital, para encontrarse con una delegación de 'Que nadie toque a Caín', una asociación dedicada a conseguir una moratoria internacional de la pena de muerte. Amina tiene 30 años y es musulmana. Es la primera vez que sale de su pueblo. El 22 de marzo fue condenada por el tribunal islámico de Bakori, en Katsina, a la pena de muerte por lapidación. El delito cometido era el adulterio, la prueba, su hija Wasila, nacida fuera del matrimonio. Con el apoyo legal de un grupo que lucha por los derechos de las mujeres en Nigeria, Amina apeló al tribunal islámico superior de Funtua. En agosto el recurso fue rechazado y, según lo dispuesto, Amina Lawal será ejecutada en 2004, cuando haya destetado a su hija.

El Pais: ¿Usted está casada actualmente?

Amina Lawal: La primera vez que me casé tenía casi 14 años. Tuve dos hijos. Después mi marido empezó a tener problemas y se marchó. Luego me volví a casar y tuve otro hijo. Mi segundo marido no quería que viera a mis padres y lo dejé. Más tarde tuve una relación con un hombre del pueblo y de ella nació Wasila, mi hija.

E.P.: ¿Por qué la detuvieron?

E.P.: Cuando mi barriga empezó a crecer llegaron a mi casa los militantes del pueblo y me detuvieron. En Kurami todo el mundo conoce a todo el mundo.

E.P.: ¿Qué piensa de las personas que la acusaron?

A.L.: No siento nada hacia ellos. Lo que hicieron fue asunto suyo. Yo sólo respondo ante Dios.

E.P.: ¿Qué pensó cuando supo que la habían condenado a la lapidación?

A.L.: En todo hay una intervención divina. Esto es lo que pienso: Dios decide mi destino.

E.P.: ¿Usted puede cambiar su futuro?

A.L.: Sólo Dios puede.

E.P.: ¿Qué piensa de los que están en contra de la pena de muerte?

A.L.: Son ellos los que han decidido luchar porque piensan que es justo. Lo que hacen es bueno.

E.P.: La ley islámica, la sharía, la ha condenado por haber cometido adulterio. ¿Seguirá teniendo fe en su religión incluso si tiene que morir por su causa?

A.L.: Me suceda lo que me suceda, el Islam está por encima de todo.

E.P.: El presidente de Nigeria, Olesegun Obasanjo, ha afirmado que ninguna mujer será lapidada en Nigeria. ¿Qué piensa?

A.L.: No sé leer. He oído hablar de lo que ha dicho. Por lo que sé, el presidente es una buena persona que está haciendo lo que puede.

E.P.: Desde hace meses periódicos y canales de televisión informan al mundo de su caso, ¿Por qué ha aceptado esta entrevista?

A.L.: Sé que al ayudarme están siguiendo su camino. No sería correcto no salir al encuentro.

E.P.: ¿Tiene pesadillas?

A.L.: No me da miedo el futuro. No tengo malos sueños.

E.P.: ¿Qué la hace tan fuerte?

A.L.: No sé si soy fuerte. Miro por mis hijos antes que nada.

E.P.: ¿Qué piensan sus padres?

A.L.: Mi padre está muerto, mi madre está muy asustada.

E.P.: ¿Qué futuro le espera a su hija?

A.L.: Sé que todo irá bien.

E.P.: ¿Ve televisión?

A.L.: En mi casa no hay electricidad.

E.P.: ¿Reza?

A.L.: Sí, cinco veces al día.

E.P.: ¿Qué pide en sus oraciones?

A.L.: Pido a Dios que me deje libre.