Cercano a sus 70 años, el príncipe Carlos aún contempla convertirse en rey

El documentalista John Bridcut tuvo acceso durante un año a la vida del primer heredero al trono en la línea de sucesión. El resultado de la investigación son las declaraciones de un sorprendente príncipe de Gales. Allí, con franqueza habló de lo que sería su llegada al trono y asegura tener las cualidades necesarias para asumir el reinado para el que se ha preparado toda la vida. 

A punto de cumplir 70 años, el príncipe Carlos de Inglaterra, un ecologista convencido y autor de algunos comentarios políticos que suscitaron críticas, aseguró que no es tan "estúpido" como para seguir hablando de cuestiones públicas cuando sea rey, en una entrevista difundida el pasado jueves por la BBC.

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"No es lo mismo ser príncipe de Gales que ser soberano", afirmó el hijo mayor de la reina Isabel II en la inusual entrevista sobre su destino real. El producto audiovisual hace parte de un proyecto documental sobre la vida del príncipe con motivo de su 70º cumpleaños, al que llegará el próximo 14 de noviembre. "Y la idea de que pueda seguir actuando de la misma forma, si debo suceder [a la reina], es completamente absurda porque las dos instituciones son completamente diferentes", subrayó. 

El príncipe siempre ha evitado hablar del tema de su reinado por respeto a su madre y esto le ha permitido asumir su actual título con mucha más libertad, aunque eso implique que incomode a más de un crítico de la corona. Por ejemplo, desde hace décadas, el príncipe de Gales lleva a cabo una campaña en defensa del medioambiente. A diferencia de la reina, que evita inmiscuirse en cualquier polémica en asuntos políticos, él ha provocado controversia en el pasado con sus incursiones en cuestiones del gobierno.

Otra de sus grandes polémicas es el apoyo al dalái lama que desagrada al gobierno de Pekín, y que en mayo de 2014 hizo que Rusia exigiriera explicaciones oficiales al gobierno británico, cuando el príncipe comparó al presidente Vladimir Putin con Adolf Hitler. Por eso, en la entrevista, una de las más reveladoras que ha concedido en años, no evitaron preguntarle si su militancia púbica continuará una vez coronado. El príncipe respondió: "No, no lo hará. No soy tan estúpido".

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¿Príncipe rebelde? ¿Rey políticamente correcto?

Las opiniones del príncipe en temas políticos siempre han sido un tema del que se corta mucha tela. Mientras la reina Isabel procura mantener un comportamiento discreto detrás de su sonrisa sutil, a su hijo, incluso se le ha vinculado con los famosos y supuestos informes araña negra, cartas que al parecer él mismo ha llegado a escribir a ministros y en las que supuestamente pone en consideración la imparcialidad de la monarquía. 

Pero no es para menos que su vida gire alrededor de estos asuntos. El príncipe no solo ha tenido una polémica y agitada vida pública, sobre todo por las revelaciones sobre su matrimonio con la princesa Diana, sino porque es el heredero de mayor edad de su país. El príncipe de Gales se ha preparado desde los cuatro años -cuando la reina Isabel fue coronada- para ser su sucesor.

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La familia real reina pero no gobierna, aunque en muchas ocasiones al príncipe se le ha acusado de querer influenciar en los líderes políticos. Como rey, Carlos tendría que solucionar este y otro obstáculo no poco menor. Desde su separación con la princesa Diana, el trágico accidente y su matrimonio con Camila Parker, el príncipe ha sido una de las figuras más impopulares de la familia real británica. Sin embargo, desde el matrimonio de su hijo, el hoy duque de Sussex con Meghan Markel, Carlos ha recuperado un poco de esa buena atención. 

En el documental, el príncipe Harry y Camila Parker halagan su comportamiento durante la gran boda real de este año. Carlos no solo escoltó a la entonces prometida de su hijo al entrar en la capilla San Jorge del castillo de Windsor sino, que se convirtió en el guía de la madre de la exactriz durante la ceremonio, y por eso, su segundo hijo está muy agradecido. 

Pese a que no tiene intención de abdicar, Isabel II, de 92 años, decana mundial de los monarcas, redujo en los últimos años el número de sus apariciones públicas y está pasando progresivamente el relevo a Carlos, que cada vez la representa más en los viajes al extranjero. Sin embargo, aún parece que el único título con el que se quedará el príncipe será con el de heredero eterno.