Home

Gente

Artículo

El escenario no fue un teatro como hoy sino el Blossom Room del hotel Roosevelt de la meca del cine.
El escenario no fue un teatro como hoy sino el Blossom Room del hotel Roosevelt de la meca del cine. Fue más un banquete corporativo que un show. | Foto: www.oscars.org

Hollywood

Sin alfombra roja ni suspenso: así fue la primera noche del Oscar en 1929

En la ceremonia de este domingo y por las restricciones de la pandemia, seguro se echará de menos la extravagancia y despliegue que ha hecho de la entrega del premio uno de los espectáculos más esperados del año. Lo cierto es que todo comenzó con un acto muy sencillo, que apenas duró 15 minutos.

24 de abril de 2021

El Óscar lo entrega la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, que se volvió sinónimo de la esperada gala de corbata negra en que las estrellas más rutilantes del séptimo arte se congregan bajo un solo techo, el Dolby Theater, a cuyas puertas se congrega un enjambre de fotógrafos y fans asombrados ante la belleza y los atuendos de actrices y actores.

La verdad es que el Oscar fue la última de las prioridades de los fundadores de la Academia en 1927, cuya cabeza fue Louis B. Mayer, el hombre fuerte de la Metro-Goldwyn-Mayer. Más que todo, la idea era crear una asociación que conciliara en representación de los estudios en pleitos de trabajo.

Se sumó luego el propósito de fomentar los avances técnicos y entenderse con la Hays Office (Oficina Hays), encargada de revisar los contenidos de las cintas y mejorar la imagen de la industria.

La naciente academia se trazó reconocer el valor y los logros notables de la gente del cine, a través de los “Premios de la Academia al Mérito”, según son llamados en el reglamento de la institución. Aquella debía ser la distinción más alta en el mundo de las imágenes en movimiento.

Hoy, la fascinación que causa la entrega del Óscar en parte se debe al suspenso que antecede la revelación del ganador de cada categoría, que se elige entre un ramillete de postulados.

En la edición de 1929 ni pensamiento de eso. Los ganadores fueron dados a conocer el 18 de febrero en el Academy Bulletin (Boletín de la Academia), tres meses antes de la noche de la entrega, el 16 de mayo.

El gran actor Douglas Fairbanks, derecha,  fue el presentador y encargado de entregar las quince estatuillas a ganadores como Joseph Farnham.
El gran actor Douglas Fairbanks, derecha, fue el presentador y encargado de entregar las quince estatuillas a ganadores como Joseph Farnham. | Foto: www.oscars.org

“Fue más un banquete corporativo que el desfile de estrellas que vemos hoy. (Mereció solo una noticia de dos párrafos en el New York Times)”, contó hace poco este mismo periódico.

El primer maestro de ceremonia fue el actor Douglas Fairbanks, una verdadera leyenda, quien se encargó de entregar las quince estatuillas. No se usaba, como ahora, que estrellas o grandes directores leyeran los nominados, anunciaran el ganador y le entregaran el trofeo.

Alrededor de 270 asistentes pagaron cinco dólares por un puesto en la cena danzante, amenizada por una orquesta, según lo recordó Janet Gaynor en entrevista para el diario neoyorquino en 1982.

Ella fue nadie menos que la primera ganadora del trofeo a mejor actriz y añadió: “Fue un asunto de familia. Mientras que bailabas, veías a la gente más importante de Hollywood girando cerca de ti. Se trató más de una fiesta privada que de una ceremonia pública”.

Charlie Chaplin recibió un premio especial por actuar, escribir, dirigir y producir The Circus.

Ese año solo fueron nominados cinco actores, entre ellos tres actrices, de las cuales solo dos asistieron al banquete, la propia Gaynor y Louise Dresser. La ausente era quizá la más renombrada, Gloria Swanson, quien se encontraba de viaje.

Según las reglas de entonces, un solo actor podía ser premiado por más de una actuación. En este caso, Gaynor fue reconocida por sus roles en tres cintas: “7th Heaven”, “Street Angel” y “Sunrise”.

El primer mejor actor tampoco asistió. Se llamaba Emil Jannings y era de Alemania, a donde había regresado para la noche de los premios, pero con el trofeo entre su equipaje. Dos producciones, “The Last Command” y “The Way of All Flesh”, le valieron el galardón.

De los premiados de esa noche, Charlie Chaplin es la figura que se mantiene vigente. Recibió un premio especial, “por actuar, escribir, dirigir y producir The Circus”.

En la ceremonia actual también suelen tener mucha importancia las palabras de los afortunados al recibir el Óscar, pero en 1929 eso no hizo parte del programa.

El único que habló fue el gran Darryl F. Zanuck, productor de clásicos como “The Jazz Singer”, pionera de las grandes obras del cine hablado, por la cual precisamente recibió un premio especial.

Todo eso tomó 15 minutos, contó el Times. Definitivamente, a los directivos de la Academia no se les atravesó por la cabeza que la sesión pudiese entrañar algún tipo de espectáculo. Mucho más largos fueron la comida y el baile que siguieron esa noche.

Otra diferencia entre el ayer y hoy del Óscar radica en el modo en que fueron elegidos los ganadores.

En 1929, los miembros se limitaron a proponer candidatos. La lista fue decantada hasta quedar un máximo de tres postulados por cada categoría.

Janet Gaynor fue la primera que ganó el Oscar a mejor actriz.
Janet Gaynor fue la primera que ganó el Oscar a mejor actriz. | Foto: www.oscar.org

La decisión final recayó en una mesa central de jueces conformada por un representante de cada una de estas áreas: escritura, producción, dirección, actuación y técnica.

Tiempo después, la Academia admitió que esta no era la forma más transparente de elegir dado que los miembros de la mesa muchas veces no eran imparciales, sino que votaban en favor de sus propios intereses.

Las posibilidades del Óscar como un gran show empezaron a despuntar en los años 30, cuando se inició la transmisión por radio.

En los 1950 surgió el auge de la televisión y se estrenó el programa especial que cada año hechiza a millones de espectadores en todo el mundo.