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Los cuatro afluentes urbanos de la capital son los que más impactan al río Bogotá. Foto: Jhon Barros. | Foto: Ríos urbanos Bogotá

GRUPO RÍO BOGOTÁ

Más de la mitad de los ríos urbanos de Bogotá tiene mala calidad de agua

La Secretaría de Ambiente tiene la meta que 41 kilómetros de los ríos Tunjuelo, Fucha, Salitre y Torca cuenten con niveles de calidad de agua aceptable, buena o excelente. La ciudadanía es clave para lograr la descontaminación del recurso hídrico.

18 de octubre de 2020

* Este es un contenido periodístico de la Alianza Grupo Río Bogotá: un proyecto social y ambiental de la Fundación Coca-Cola, el Banco de Bogotá del Grupo Aval, el consorcio PTAR Salitre y la Fundación SEMANA para posicionar en la agenda nacional la importancia y potencial de la cuenca del río Bogotá y  sensibilizar a los ciudadanos en torno a la recuperación y cuidado del río más importante de la sabana.

La cuenca media del río Bogotá, que va desde Cota hasta Soacha y por donde el afluente sagrado de los muiscas zigzaguea denso, oscuro y maloliente por 90 kilómetros, es un epicentro de la contaminación, las basuras y las desgracias humanas.

Sólo en su paso por la capital, el río Bogotá recibe en promedio 690 toneladas diarias de carga contaminante, residuos sólidos, arenas, grasas y vertimientos que lo hacen convulsionar. Según la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), 73 por ciento del afluente en la cuenca media presenta una calidad hídrica catalogada como mala.

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Este epicentro de la contaminación le llega a través de los cuatro ríos urbanos que atraviesan Bogotá, Tunjuelo, Fucha, Salitre y Torca, afluentes que recorren 84,2 kilómetros y recogen los vertimientos y descargas de los más de ocho millones de habitantes de la capital.

La capital del país es el mayor responsable de la agonía del río Bogotá. Foto: Nicolás Acevedo Ortiz.

El año pasado, los afluentes urbanos le inyectaron al río Bogotá 118.561 toneladas de sólidos suspendidos totales, desechos que disminuyen el paso de la luz y afectan la producción de oxígeno. En 2018, este indicador fue de 86.685 toneladas.

La Secretaría Distrital de Ambiente (SDA) es la autoridad encargada de administrar el recurso hídrico superficial de los cuatro ríos principales de la ciudad, que son monitoreados a través de 30 estaciones de calidad hídrica ubicadas en varios puntos estratégicos.

Según la entidad, 57,2 kilómetros de estos ríos presentan una calidad de agua pobre o marginal, es decir más del 67 por ciento. “Actualmente, solo 26,9 kilómetros se encuentran con niveles de agua aceptable, buena o excelente”. 

El río Tunjuelo es el más afectado en Bogotá por el comportamiento de los ciudadanos. Foto: Nicolás Acevedo Ortiz.

“En estos cuatro años nuestro objetivo es alcanzar niveles de calidad de agua aceptable, buena o excelente en 41 kilómetros de los cuatro ríos principales. Vamos a continuar trabajando en los vertimientos críticos, como los de las curtiembres de San Benito y los frigoríficos del sector de Guadalupe”, aseguró la secretaria de Ambiente Carolina Urrutia. 

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Urrutia indicó que la mejoría en la calidad hídrica de la capital será posible a través del control y vigilancia a los establecimientos que generan vertimientos y al seguimiento del Plan de Saneamiento y Manejo de Vertimientos que ejecuta la Empresa de Acueducto, “que busca realizar un conjunto de actividades para evitar que las aguas residuales afecten la calidad de los ríos”. 

La SDA cuenta con 30 puntos de monitoreo ubicados en los ríos principales: cuatro en Torca, seis en Salitre, ocho en Fucha, 10 en Tunjuelo y dos en el río Bogotá. “Allí se hace un seguimiento constante, se toman muestras por estación y un laboratorio acreditado las analiza”, anotó la funcionaria.

La Secretaría de Ambiente es la encargada de monitorear el estado de los ríos urbanos. Foto: SDA.

Para establecer la calidad del agua, la entidad utiliza el índice WQI (Water Quality Index o Índice de Calidad del Agua), que va en una escala de 0 a 100. De 0 a 44 la calidad del agua es pobre; entre 45 y 64 es marginal; 65 y 79 es aceptable; 80 a 94 es buena; y 95 y 100 es excelente. 

“Así se establecen variaciones y se planifican y ejecutan acciones para evitar afectaciones en el recurso hídrico. El más reciente reporte de medición de calidad de agua muestra una mejoría en nueve de los 14 tramos que se evalúan; en los cinco restantes los niveles se mantuvieron”, manifestó Urrutia.

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Actualmente, las partes más contaminadas de los ríos urbanos son los tramos número cuatro de los ríos Fucha, Tunjuelo y Salitre. El primero, desde la Avenida Boyacá; el segundo, desde la Autopista Sur; y el tercero, desde el sector de la Avenida carrera 68; todos ellos hasta la desembocadura en el río Bogotá. 

Los frigoríficos del sector de Guadalupe contaminan altamente al río Tunjuelo. Foto: SDA. 

Tarea ciudadana

Con la futura puesta en marcha de las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales del Salitre y Canoas en la cuenca media del río Bogotá, que juntas operarán hacia finales de esta década, las autoridades esperan que los vertimientos lleguen a su fin.

Sin embargo, sin un cambio de comportamiento en la ciudadanía, la descontaminación de los ríos en la capital no será posible. “Nuestro recurso hídrico está principalmente afectado por vertimientos de aguas domésticas e industriales, por eso invitamos a la ciudadanía a que ejecute buenas acciones en su vida cotidiana”, dijo Camilo Rincón, director de control ambiental de la Secretaría de Ambiente. 

Así luce el río Salitre antes de descargas sus aguas en el río Bogotá. Foto: Jhon Barros.

Rincón indicó que la ciudadanía debe evitar arrojar papeles, basura o aceites en los sistemas sanitarios y de alcantarillado y en las calles. "Además, el llamado es a ahorrar el agua y consumirla de manera eficiente, y denunciar las actividades ilegales que no estén amparadas bajo un permiso”.

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La Secretaría de Ambiente le hace un llamado a los establecimientos comerciales, de servicios, industriales y domésticos para que acaten las normas ambientales y se generen vertimientos de mejor calidad, además de no realizar descargas con sustancias que pongan en riesgo cuerpos hídricos. 

Adicionalmente, la ciudadanía también puede aportar con las siguientes acciones:

  1. No arrojar aceite en los lavaplatos
  2. 2. Disponer adecuadamente los residuos
  3. No arrojar residuos en los sifones ni basura a la calle
  4. Utilizar detergentes que cuiden el ambiente
  5. No realizar lavado de autos, aceras, fachadas o andenes por cuenta propia.