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María Claudia López, Secretaria de Cultura Recreación y Deporte del Distrito/ Foto: Archivo Particular

ESPECIAL 'LEER ES VOLAR'

'Leer es volar': un plan para convertir la lectura en parte de la vida

María Claudia López, secretaria de Cultura, Recreación y Deporte del Distrito, explica cuáles serán las líneas centrales y las acciones concretas del Plan de Lectura Leer es Volar.

17 de abril de 2016

¿Podría resumir en qué consiste el Plan Leer es Volar?

Leer es Volar es el Plan de Lectura y Escritura de Bogotá para los próximos cuatro años. Lo lideran las secretarías de Cultura y Educación, pero la idea es convocar en torno a sus objetivos a todas aquellas organizaciones públicas y privadas que han trabajado en el campo del libro, la lectura y las bibliotecas.

En Bogotá hay todavía un 2,0 % de analfabetismo y una gran porción de la población que, siendo alfabetizada, no ha desarrollado hábitos ni familiaridad con la lectura ni con la escritura. Estamos hablando no solo de adultos, sino de muchos niños y jóvenes que no alcanzan niveles mínimos de dominio de la cultura escrita, con los consecuentes rezagos que esto trae consigo.

El Plan plantea tres grandes líneas de trabajo, con desarrollos particulares en cada una de ellas: 1. Promover la lectura y la escritura desde la primera infancia y a lo largo de la vida; 2. Fortalecer, modernizar y articular las bibliotecas públicas y escolares; y 3. Desarrollar procesos de investigación y seguimiento que permitan evaluar y mejorar las intervenciones relacionadas con la lectura, la escritura y las bibliotecas en la ciudad.

Hemos definido dos grandes metas relacionadas con estas líneas de trabajo: aumentar el índice de lectura, de 2,7 libros leídos al año por persona a 3 (tomada toda la población de Bogotá que sabe leer y escribir) y aumentar del 40 % al 43 % el número de usuarios de las bibliotecas públicas.

¿Cuáles serán las acciones en el tema de circulación?

Es claro que a leer se aprende leyendo y con material de lectura de buena calidad. Una de las líneas del plan está en continuar con la dotación y actualización de las bibliotecas públicas, con colecciones físicas y digitales adecuadas para la población que atienden. Lo mismo se hará con las bibliotecas escolares, pues sin duda este es un espacio privilegiado para la formación de niños y jóvenes lectores. Y desde luego continuaremos con la línea de atención a la primera infancia, velando por que los niños, allí donde estén, en su casa, en los jardines, en los parques, tengan libros y lectores, como parte del afecto, el cuidado y la formación que se les brinda.

Pero queremos que el libro y la lectura formen parte de la vida diaria de la ciudad. Por eso nuestra primera apuesta fue apoyar la 29.a Feria Internacional del Libro de Bogotá, que tendrá resonancias, con sus libros, sus autores y sus debates, en las bibliotecas públicas y en otros espacios de la ciudad. Y velaremos por que a lo largo del año, los bogotanos tengan un acceso fácil y cercano al libro: en las Bibloestaciones, en los Paraderos Paralibros Paraparques, en las bibliotecas barriales y otros espacios donde transcurre la vida urbana. Desde luego que, para lograrlo, tenemos que diseñar, conjuntamente con el sector editorial y librero, estrategias que permitan esta circulación sostenida y actualizada de libros.

¿Cuál es la apuesta de Libro al Viento y de apoyo a las editoriales independientes?

Desde Idartes se seguirá fomentado el sector editorial a través del programa de estímulos, en particular con una beca para proyectos editoriales independientes en literatura. En cuanto a Libro al Viento, se continuará la política de publicar mínimo ocho libros al año de literatura universal, infantil y relatos sobre Bogotá. Los 15.000 ejemplares que se imprimen cada mes llegarán a las localidades de la mano de un equipo de promotores de lectura.

¿Cómo apoyarán en formación? ¿Seguirán los talleres literarios, habrá nuevas apuestas en este tema?

La formación es fundamental en todos los aspectos del plan. Por una parte, la formación de maestros, bibliotecarios y otros mediadores, pues ellos son quienes tienen en sus manos la verdadera posibilidad de transformar las prácticas. Para empezar, es necesario definir marcos y criterios de formación que respondan con calidad a los objetivos del plan y establecer alianzas para desarrollar programas dirigidos a los distintos grupos de mediadores. Es la fase en la que estamos.

Desde Cultura, trabajaremos con las bibliotecas públicas para desarrollar nuevos programas de formación que integren la lectura y la escritura a procesos de creación, aprendizaje, investigación y memoria, y que respondan a los intereses y realidades de las personas a las que van dirigidos. Y reactivaremos el programa de Lectores Ciudadanos para incorporar a jóvenes de las distintas localidades al plan. Con ello queremos formar una red de mediadores que se sumen al propósito de propiciar nuevos encuentros con la lectura y la escritura.

¿Habrá nuevos equipamientos para la lectura en Bogotá?¿Cuáles?

Sí, se van a incorporar bibliotecas en los nuevos megacentros culturales y deportivos que se construirán. Y se va a desarrollar la biblioteca digital de Bogotá, hoy todavía incipiente, con el fin de llegar con materiales de lectura, nuevos servicios y programas a más personas de la ciudad.

Hablemos un poco del papel de las bibliotecas en lo que respecta al plan...

BibloRed, como entidad central del sistema de bibliotecas públicas de Bogotá, es un centro importante de articulación de las acciones de lectura, escritura y circulación de libros en la ciudad, incluyendo las zonas rurales, que se encuentran desatendidas.

Durante estos cuatro años seguiremos trabajando con las comunidades para ofrecerles colecciones, servicios y programas de calidad que respondan a sus intereses y necesidades y que enriquezcan sus experiencias. Trabajaremos en el desarrollo de la Biblioteca Digital de Bogotá como un nuevo entorno de circulación cultural, de conocimiento y de participación. Queremos lograr que cada vez más ciudadanos se apropien de las bibliotecas públicas como espacios de encuentro para la construcción de nuevos significados de vida y de ciudadanía. Eso es parte de lo que el Plan de Lectura y Escritura se propone.