Negocios
Inventar sí puede ser rentable
Un producto estrella puede darle nuevas opciones a una empresa y generarle mayores ingresos. Así le sucedió a Muebles y Plásticos S.A. con un pupitre graduable. Gracias al compukid, creó una nueva línea escolar, creció el 20%, abrió una nueva planta y sigue inventando.
Un producto estrella puede darle nuevas opciones a una empresa y generarle mayores ingresos. Así le sucedió a Muebles y Plásticos S.A. con un pupitre graduable. Gracias al compukid creó una nueva línea escolar, creció el 20% y creó una nueva planta.
Inventar productos exitosos es un negocio rentable, o por lo menos así le sucedió a la empresa Compumubles, (Muebles y Plásticos S.A., en su razón social), de Bogotá, con el producto compukid. Este es un pupitre que se puede graduar en cuatro posiciones diferentes y que hoy le vende a la Secretaría de Educación de Bogotá y próximamente exportará a Venezuela y Panamá.
La historia comenzó con un viaje de Hugo Fenando García, Gerente y dueño de Muebles y Plásticos S.A., a Chicago. En esta feria encontró un pupitre realmente novedoso, ergonómico, con muchas posibilidades en un solo mueble, pero a un costo poco elevado para la mayoría de la población del país, cerca de US$1.500 por la silla y el pupitre, es decir, cerca de $3 millones.
Hugo regresó al país con la idea de diseñar un pupitre con opciones, en donde el gordo, el flaco, el alto y el bajito tuvieran las mismas posibilidades de sentirse cómodos, pero a un precio razonable. Un amigo de él, Fernando Prieto, y un diseñador de su empresa, Alejandro Chitiva, crearon compukid.
Este invento les representó dos premios importantes, el Lápiz de Acero de la revista Proyecto Diseño, por el diseño en sí; y otro, Innova, del Ministerio de Comercio, Industria y Desarrollo. El viaje de Hugo a Chicago fue en el año 2004 y hoy, a comienzos del 2007, la empresa acaba de negociar 15.000 unidades para vender en Venezuela y 5.000 más en Panamá. También ganó otra licitación con la Secretaría de Educación, por 10 000 unidades.
Así las cosas, compukid le ha representado a la empresa un crecimiento del 20%. La inversión total en el nuevo producto fue de $100 millones. Ha sido tal el éxito de este producto, que hoy la empresa cuenta con una planta adicional para fabricar únicamente este mueble, creó una nueva línea escolar y Hugo comprará próximamente 3 máquinas que le permitirán realizar su trabajo en menor tiempo y más barato. Actualmente, este producto cuesta $90.000 cuando se vende al por mayor, pero Hugo sabe que necesita producirlo en menos tiempo y más barato, porque “ estos chinos se van a dar cuenta de que estoy haciendo esto y lo van a fusilar”.
En grande
Compumuebles tiene 23 años de historia, fue fundada por Hugo Fernando García, y su principal objetivo es vender muebles de oficina. La empresa vende entre $12.000 y $15.000 millones al año, cuenta con 185 empleados, planta propia y 17 talleres satélites encargados de las piezas para ensamblar.
La empresa vende sus muebles en Bogotá, Pereira, Barranquilla, Medellín y Bucaramanga.
Después del éxito de compukid, Hugo ha seguido buscando ideas, y también su equipo. Ahora cuenta con dos diseñadores industriales diferentes a Alejandro Chitiva, quien participó en el pupitre y ya no está en la empresa. Estos dos jóvenes, Chistian Molina y Ricardo Huérfano, son los encargados de producir nuevas ideas y también de concretarlas.
Es así como lanzarán próximamente al mercado, una silla nueva para la ciudad, para los centros comerciales, etc., con filtro UV, de plástico, que no es fría y puede hacerse de diferentes tamaños y con garantía de 10 años.
Estos jóvenes consideran que crear muebles con diseño es fundamental. Tener diseño es lograr un equilibrio entre la estética, la comodidad y el precio, y ese equilibrio es el que ellos buscan constantemente. Además, debe tener ese “algo” que hace que al consumidor le guste.
Para Hugo, “la innovación es estar a la vanguardia”, y él considera fundamental estar al día en el mercado y arriesgarse con nuevos productos. Por eso, su hija que estudia finanzas en El Externado, está en China, y el hijo será ingeniero industrial. Su aspiración es lograr que esta empresa familiar llegue muy bien a la segunda generación.