Las manos de Yunus en Colombia

Con la idea de beneficiar a cientos de campesinos en el país, el premio Nobel de la Paz en 2006, Muhammad Yunus, expuso un modelo de negocio que, en alianza con McCain, pretende inyectar tecnología y mejorar la calidad de vida de los cultivadores de papa.

Se trata de una iniciativa, Campo Vivo, que tiene toda la influencia del Nobel, quien argumenta que el “negocio social” tiene como objetivo resolver un problema socia donde no se obtengan plusvalías por ello, pero tampoco pérdidas, es decir, trabajar al costo.

Para el caso, el convenio permitirá que los labriegos reciban capacitación, puedan ahorrar al adquirir semillas o agroinsumos y que tengan garantizado un precio de venta, explicó el gerente del proyecto Campo Vivo, Mauricio Gamboa.

El proyecto de Yunus se suma a otros proyectos  de empresas sociales en temas de nutrición, salud y habitabilidad, en el departamento de Caldas, que han logrado impactar a más de siete mil personas en menos de un año de funcionamiento.

Al referirse a su modelo, Yunus dice que “es un evento mundial muy relevante, en un futuro se va a discutir en escuelas y universidades lo que hemos hecho, que estamos emprendiendo por la agricultura”, afirmó el economista bangladeshí, durante el acto, según un comunicado difundido por la firma canadiense.

Aunque empieza en Une (Cundinamarca), Gamboa detalló que este negocio se extenderá a los departamentos de Boyacá y Nariño antes de llegar a todo el país y aseguró que ya han logrado concretar la venta a McCain de parte de la producción.

El proyecto beneficiará a familias campesinas dedicadas a la producción y comercialización de papa, zanahoria y arveja, las cuales se ubicarán, en un principio, en un área de 37,5 hectáreas.

Se prevé que dentro de año y medio, cuando concluya el plan piloto para la implementación de esta compañía, unas 1.000 personas se hayan beneficiado, agregó Gamboa.

El gran logro del profesor Yunus ha sido la creación del ‘Banco de los Pobres’, que hoy cuenta con 8.5 millones de clientes, y que presta U$1.5 millones al año, que a su vez, son los dueños, y que en su mayoría son mujeres, pues “el género femenino es el que tiene más sentido ahorrador y más confianza para desarrollar proyectos”, comentó Yunus.

Es por estas razones, que Yunus comenta que estas estrategias cambian a las personas, porque todo está basado en la confianza, ya que “la palabra crédito significa confiar”, completó el Premio Nobel de Paz.

D.COM / EFE