Según la Banca de las Oportunidades, la proporción de adultos que tenían al menos un producto financiero pasó de 62 por ciento en 2010 a 87,8 por ciento en 2020.
Según la Banca de las Oportunidades, la proporción de adultos que tenían al menos un producto financiero pasó de 62 por ciento en 2010 a 87,8 por ciento en 2020. | Foto: Getty Images.

BANCOS

Digitalización del sector bancario acelera la inclusión financiera

Desde antes de la pandemia este proceso ya era clave en las estrategias de negocio de las entidades bancarias. Sin embargo, en este tiempo se potencializaron productos como las billeteras virtuales que facilitan el cierre de brechas.

Hernándo José Gómez*
29 de agosto de 2021

No hay duda de que la digitalización de la banca se profundizó con la pandemia. Solo por dar un ejemplo, durante 2020, el 93 por ciento de las entidades bancarias desarrollaron 121 innovaciones para mejorar sus productos y servicios. En este periodo, se robusteció la oferta de los bancos y se promovió una adopción más rápida por parte de los consumidores, tanto de los bancarizados como de los casi 2 millones nuevos que llegaron gracias a las ayudas gubernamentales que se repartieron a través del sistema financiero.

Este proceso, no obstante, no empezó en 2020, ya era clave en las estrategias de negocio de las entidades antes de la pandemia. En la última década, la banca ha trabajado en una mayor oferta de productos simples y digitales, y en la promoción de canales de transacción más intuitivos, cercanos y ágiles que permiten el acceso y uso del sistema financiero a gran parte de la población.

En el caso de las soluciones financieras digitales, se destaca la creación de productos de trámite simplificado, cuya apertura se potencializó durante la pandemia. Dentro de esta categoría, los más usados por los colombianos en su vida cotidiana son los depósitos electrónicos, las cuentas de ahorro de trámite simplificado y las billeteras electrónicas, que promueven la inclusión.

De acuerdo con la Banca de las Oportunidades, el número de depósitos electrónicos pasó de 4,8 millones en 2018 a 13,3 millones en 2020, y algo similar ocurrió con las cuentas de ahorro de trámite simplificado, que pasaron de 2,2 millones a 10,1 millones en el mismo periodo. A esto se suman 15 billeteras electrónicas que se han emitido en el país y que mejoran la calidad de vida del usuario, permitiéndole realizar operaciones a distancia, ahorrar y disminuir el uso del efectivo.

La digitalización también se ve en el uso de los canales. De acuerdo con datos de la Superfinanciera, desde 2018 el número de transacciones por canales digitales ha sido superior al de canales físicos. De hecho, durante la pandemia el uso de los canales digitales se vio potencializado, pues durante 2020 la participación del número de operaciones realizadas a través de telefonía móvil fue de 52,8 por ciento y por medio de internet de 20,1 por ciento; cifras muy por encima de lo registrado en corresponsales bancarios (4,8 por ciento) y oficinas (3,6 por ciento).

Esta transformación digital ha permitido alcanzar importantes objetivos, entre los que se destaca elevar la inclusión financiera. Según Banca de las Oportunidades, la proporción de adultos que tenían al menos un producto financiero pasó de 62 por ciento en 2010 a 87,8 por ciento en 2020, lo que significa que hoy más de 32 millones de adultos tienen acceso al sistema financiero, superando la meta propuesta en el Plan Nacional de Desarrollo de 85 por ciento para 2022.

Esta transformación digital ha permitido alcanzar importantes objetivos, entre los que se destaca elevar la inclusión financiera. Según Banca de las Oportunidades, la proporción de adultos que tenían al menos un producto financiero pasó de 62 por ciento en 2010 a 87,8 por ciento en 2020, lo que significa que hoy más de 32 millones de adultos tienen acceso al sistema financiero, superando la meta propuesta en el Plan Nacional de Desarrollo de 85 por ciento para 2022.

Finalmente, en los próximos años se espera la implementación de los corresponsales móviles y digitales para cerrar brechas de uso de servicios financieros en el sector rural, y la transformación de la experiencia en canales tradicionales, como las oficinas, yendo hacia nuevos modelos de atención.

Los avances han sido sustantivos en los últimos años, pero la transformación digital no se detiene. El gran reto del sector financiero es ampliar y diversificar la oferta de productos, servicios y canales simples, económicos y personalizados para los usuarios, al tiempo que aprovecha la creciente digitalización para cerrar las brechas de inclusión financiera que persisten en algunas zonas del país.

*Presidente de Asobancaria