Especial Servicios Públicos
Servicios públicos, un sector clave para la recuperación económica en Colombia
A pesar de la incertidumbre por las elecciones y la presión inflacionaria, los empresarios se muestran optimistas y continúan liderando ambiciosos planes de inversión en proyectos estratégicos, infraestructura y nuevas soluciones para los usuarios.
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El sector de servicios públicos ha sido uno de los grandes aliados en las estrategias para mitigar los impactos de la pandemia. El agua, por ejemplo, sigue siendo la principal defensa frente al covid-19, la infraestructura eléctrica es fundamental para dar soporte a la electrificación del transporte, la construcción del Metro de Bogotá y los trenes de cercanías, entre otros proyectos, al tiempo que permite garantizar la conectividad de todo el país.
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Por su parte, el gas natural es esencial para la transición energética y la competitividad y productividad, mientras que los servicios de telefonía e internet son el puente para conectar a las empresas con sus clientes y en general a todas las personas que durante la pandemia encontraron en este servicio un aliado incondicional para trabajar desde sus casas y comunicarse con el resto del mundo.
No cabe duda que las empresas prestadoras de servicios públicos desempeñan un papel importante en la reactivación económica y la generación de empleo, pero así mismo tendrán que enfrentar grandes retos en medio de un año electoral, en el que el dólar fluctúa y hay expectativas en materia de regulación. Recientemente, el Ministerio de Hacienda aumentó su previsión de crecimiento del PIB en 2022, al ubicarlo en 5 por ciento. Sin embargo, junto con esta perspectiva positiva, algunas empresas tendrán que enfrentar fuertes presiones inflacionarias.
Ante esta coyuntura, el presidente de Vanti, Rodolfo Anaya Abello, hace un llamado para que en el debate electoral los temas de servicios públicos sean tratados con la responsabilidad y rigor que merecen. “Esperamos marcos regulatorios que tengan en cuenta lo ocurrido en años pasados y el actual contexto para que el sector cuente con las condiciones que aseguren la sostenibilidad del negocio a futuro”, dice.
Por su parte, la gerente de la Empresa de Acueducto de Bogotá, Cristina Arango, asegura que el gran reto en el interior de las empresas es recuperar los niveles de recaudo y avanzar con los planes de expansión del servicio. De manera similar piensa Juan Ricardo Ortega, gerente del Grupo Energía Bogotá: “Creemos que, si los servicios se prestan bien y los proyectos se ejecutan de la mejor manera, se garantiza que las inversiones van a tener la capacidad de construir con cualquier administración”.
Un aspecto importante dentro de los retos del sector para este año es la reorganización societaria que dará paso a Enel Colombia, a través de la fusión de varias compañías: Emgesa, Codensa, ENEL Green Power Colombia y Essa Chile (con presencia de compañías renovables en Costa Rica, Panamá y Guatemala). “Esta alianza permitirá afrontar los desafíos de la transición energética con mayor competitividad y resiliencia a través de una compañía más sólida que trabajará por el crecimiento y el desarrollo de un portafolio de nuevos negocios”, afirma Lucio Rubio Díaz, director general de Enel en Colombia.
Efecto dólar
Otra preocupación para el sector es el precio del dólar que afecta las cadenas de suministro internacional y el proceso inflacionario global, presionando al alza los gastos de funcionamiento e inversión, principalmente en la adquisición de maquinaria, materiales e insumos importados, así como en las pólizas de seguros.
Anaya Abello explica que ese factor tiene una incidencia a lo largo de la cadena de suministro, desde la producción, pasando por el transporte y la distribución, hasta la comercialización, e incide en tarifas o insumos. “De hecho, es una señal especial de atención que el Gobierno haya elevado el pronóstico de la TRM para 2022 de 3.744 pesos a 3.823, proyectando incluso una más alta”, puntualiza Anaya Abello.
Por eso las compañías evalúan los posibles mecanismos para cubrirse ante la volatilidad, con esquemas e instrumentos de cobertura financiera que estén permitidos en la normatividad y de esta forma reducir los riesgos y la exposición cambiaria, sin tener que sacrificar los planes de inversión. Ortega es optimista, pues aunque la tasa de cambio es volátil en periodos electorales, confía que la estabilidad de Colombia, con los actuales precios del petróleo y el clima internacional de alza en las tasas de interés y las remesas, permitirá normalizar la situación.
Más inversiones
La buena noticia es que ni el dólar ni las elecciones van a frenar las inversiones previstas para el sector. Por el contrario, los empresarios están convencidos que hoy deben apostarles al crecimiento y al desarrollo del país. La Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, por ejemplo, invertirá 2 billones de pesos en proyectos de gran envergadura como la Estación Elevadora de Aguas Residuales de Canoas, el traslado anticipado de redes para la primera línea del Metro y las nuevas troncales de TransMilenio, la línea Tibitoc-Casa blanca y las plantas de tratamiento de agua potable de Tibitoc y Wiesner.
El GEB, por su parte, tiene planes de inversión para terminar proyectos estratégicos en el área de transmisión y la fase uno y tres de la red suroccidente, que es esencial para que el Valle del Cauca tenga fuentes de energía robustas y resilientes. Avanzará también en el desarrollo de infraestructura de subestaciones y de redes en Chivor y Sogamoso, que arrancan este año, así como en inversiones para terminar las ampliaciones de Cusiana y garantizar el suministro.
Enel-Codensa destinará alrededor de 1.2 billones de pesos para proyectos de infraestructura y redes asociados al Plan Bogotá Región 2030 de movilidad sostenible, así como a proyectos de transformación tecnológica y calidad del servicio.
Por su parte, Vanti invertirá en la expansión nacional de estaciones de servicio para vehículos de transporte de carga a gas natural y en la vinculación a fondos que financien buses y camiones a gas. “Continuaremos trabajando en nuestro premiado proyecto para TransMilenio y el SITP, suministrando gas natural a los vehículos de transporte masivo de Bogotá. Además, profundizaremos el desarrollo de nuevas soluciones energéticas como un foco de negocio, incluyendo iniciativas de autogeneración y gases alternativos. Todo lo anterior sin dejar de lado el aumento y la ampliación de conexiones para clientes residenciales y comerciales”, concluyó Anaya.