Home

Mundo

Artículo

Angela Merkel no comparte las apreciaciones del ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, quien habla de la necesidad de crear pronto un calendario para volver a la vida normal. | Foto: Ap. Michael Sohn.

Mundo

Alemania se enfrenta a nuevas restricciones ante el aumento del contagio por coronavirus este fin de semana

La canciller Angela Merkel dice que se necesitan medidas adicionales para vencer el tercer pico de infecciones. El ministro de Finanzas, Olaf Scholz, opina que gobierno federal debería dar “pasos de apertura claros y valientes” hasta finales de mayo.

25 de abril de 2021

A pesar de las estrictas restricciones que los gobiernos del mundo han impuesto en sus países, las cifras de nuevos infectados sigue en aumento. Es el caso de Alemania, que está luchando contra la tercera ola de contagios esta vez atribuida a aparición de la cepa británica en ese país, además de lo que muchos critican como: “Un comienzo relativamente lento de su campaña nacional de vacunación”.

A esta emergencia se suman las declaraciones del ministro de Finanzas, Olaf Scholz, quien advirtió sobre la necesidad de fijar una fecha para volver a la vida normal, “pero debe ser un plan que no tendrá que ser revocado después de unos pocos días”, le dijo al Bild am Sonntag, el periódico dominical más vendido en Berlín.

Según Scholz, el gobierno alemán debería iniciar “pasos de apertura claros y valientes” máximo a finales de mayo. Su propuesta es que los restaurantes vuelvan a abrir al público, que los alemanes hagan planes de vacaciones, y además, que regresen los conciertos, los espectáculos en teatros y los partidos en los estadios de fútbol.

Por su parte, la canciller Angela Merkel, les pide a los ciudadanos que sigan acatando las reglas más estrictas de autocuidado e insiste en que se necesitan medidas adicionales para combatir esta tercera ola de infecciones.

“El objetivo del freno de emergencia a nivel nacional es volver lo más rápido posible a una situación en la que podamos confiar en nosotros mismos, para relajarnos sin correr el riesgo de un aumento brusco en el número de infecciones”, dijo Merkel en sus redes sociales.

Y es que según el Instituto Robert Koch, responsable del control y prevención de enfermedades de Alemania, durante este fin de semana el promedio de casos por cada 100.000 habitantes aumentó a 166.

La lucha de Merkel no para. Después de que algunos de los 16 estados federales se negaran a implementar las medidas más estrictas, ella misma se encargó de hacer los cambios que el parlamento de su país le aprobó a la Ley de Protección contra Infecciones.

Esta ley modificada, hoy le permite al gobierno alemán imponer toques de queda entre las diez de la noche y las cinco de la mañana en los distritos donde los casos superan los 100 por cada 100.000 habitantes.

Además, las modificaciones advierten sobre la posibilidad de que los colegios regresen a sus clases virtuales en el caso de que los contagios lleguen a 165 por cada 100.000 habitantes, y también rigen en lo concerniente a las reuniones sociales y las salidas para abastecerse de alimentos.

De otro lado, el Ministerio de Justicia de Alemania también está revaluando los derechos especiales que se les pensaba otorgar a las personas que recibieron la segunda dosis, para evitar que se consolide una sociedad de dos clases. Ante esto, el líder de la CDU y candidato para suceder a Merkel como canciller, Armin Laschet, dijo que los ciudadanos vacunados deben ser tratados en la vida diaria como si tuvieran un resultado negativo en la prueba.

Laschet respaldó su opinión basado en hallazgos recientes de que las personas vacunadas y convalecientes eran menos infecciosas que las personas que dieron negativo en la prueba. Por lo tanto, era “legalmente requerido” que las personas vacunadas obtengan los mismos derechos que las que se han hecho la prueba, dijo Laschet al periódico de Múnich, Sueddeutsche Zeitung.