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El ocaso de un país

La victoria electoral de los nacionalistas croatas acelera el camino hacia la disolucion del país.

11 de junio de 1990

Yugoslavia podría ser una de las primeras víctimas de la revolución que se desarrolla en Europa oriental. La frágil federación que la forma podría desaparecer, ahora que las fuerzas que la mantenían unida (el comunismo y el recuerdo del mariscal Tito) se desvanecen aceleradamente.
"Un progreso regresivo tiene lugar en Yugoslavia, donde se están erigiendo estados nacionalistas sobre las ruinas de un régimen totalitario", escribió recientemente un comentarista del diario independiente Jorba, con referencia a los resultados de las elecciones parlamentarias de segunda vuelta efectuadas la semana anterior en Croacia, una de las mayores y más occidentalizadas repúblicas integrantes del país. Allí, la Unión Democrática Croata, de tendencia derechista y dirigida por Franjo Tudjman, logró una victoria aplastante sobre el Partido Comunista, ahora denominado Partido del Cambio Democrático.
Esa victoria, surnada a la de la coalición centro-derechista "Demos", de Eslovenia en abril, completa el panorama separatista. Los mayores temores por el triunfo de la UCD en Croacia se presentan en Serbia, la región predominante del país, que tiene una rivalidad histórica casi milenaria con los croatas. Franjo Tudjman ha disipado las dudas acerca de su actitud sobre el país, al afirmar que "si Yugoslavia debe existir como país, ello debe ser sobre la base de una alianza o una confederacion entre estados independientes, porque serbios y croatas no solo pertenecen a dos nacionalidades diferentes, sino a dos esferas culturales distintas".
Esas antipatías se remontan siglos atrás, cuando los católicos croatas pertenecían al imperio austrohúngaro, mientras los ortodoxos serbios estaban bajo la ferula del imperior otomano. Pero los habitantes de hoy se refieren en forma más vivida a la Segunda Guerra Mundial, cuando un Estado títere, creado por Mussoli ni en Croacia, desató una violenta persecución contra serbios, judíos y gitanos.
Hoy, Tudjman asegura que lo primero que hará será establecer la autonomía económica croata, mientras se declara la soberanía plena. El aspecto económico (sin contar con los aspectos políticos y militares de la posición de Tudjman), podría ser un serio revés para el primer ministro nacional Ante Marcovic, quien paradójicamente es croata y ha construído una gran popularidad por cuenta de su manejo de la hiperinflación que afectó al país el año anterior. Para muchos, Marcovic y su popularidad podrían ser la última esperanza para la supervivencia de Yugoslavia. Pero se trata de una esperanza cada vez más remota.