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Imagen de referencia, no corresponde al caso en mención. | Foto: Getty Images

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En Australia identificaron la primera especie prehistórica de escorpión marino

Aseguran que esa especie vivió hace 252 millones de años.

18 de febrero de 2022

El Museo de Queensland en Australia, a partir de restos fósiles investigados desde hace más de 10 años, identificó la primera especie prehistórica de escorpión marino del estado Queensland.

De acuerdo con los investigadores, esta especie vivió hace 252 millones de años y fue el depredador acuático más grande del área en aquel momento.

Este nuevo animal era un monstruo enorme, probablemente de más de un metro de largo y había vivido en lagos o ríos de agua dulce en el área de Theodore”, dijo un portavoz del Museo de Queensland en declaraciones a ABC Australia.

El escorpión marino fue hallado en 1990 por Nick Freeman, cerca de la ciudad Theodore, y tan solo fue llevado en 2013 al museo para su posterior proceso de identificación.

“Este fósil en particular resultó ser el último euriptérido conocido en cualquier parte del mundo (...). Este nuevo fósil ayuda a llenar el vacío en nuestro conocimiento de este grupo de animales en Australia y en todo el mundo”, dijo al respecto el especialista alemán Markus Poschmann.

Todo parece indicar que este animal vivió justo antes del final del evento de extinción del Pérmico. Los investigadores también han explicado que los escorpiones marinos son un grupo extinto de invertebrados que hacen parte de la familia de los quelicerados.

Descubrieron fósiles de insectos de hace más de 100 millones de años

Un grupo de paleontólogos de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad del Rosario descubrió en días pasados los restos de dos insectos en el municipio de La Calera, a poco más de una hora de distancia de Bogotá.

De acuerdo con la información publicada en El Espectador, los científicos se encontraban en una salida de campo en la mina La Popa, zona rural del municipio de La Calera, buscando específicamente fósiles de hojas cuando se toparon con un largo muro de roca que tenía líneas diagonales que la diferenciaban de las demás.

Ante la curiosidad, decidieron tomar una lámina de la roca y buscar si tenía restos de hojas, peces o insectos y fue así como se encontraron con los dos insectos que vivieron en el periodo geológico del Cretácico, hace unos cien millones de años.

Para realizar esta investigación, contó el diario, tuvieron que trasladar los restos del fósil al laboratorio y utilizando una resina acrílica pudieron separar la roca de los insectos y luego observarlos con un estereomicroscopio.

Tras el análisis físico, como el número de patas, si tenían antenas o alas, pudieron determinar que se trata de un fósil de efemeróptero y otro más de coleóptero, lo que significa una mosca de mayo de 12 milímetros y un escarabajo de aproximadamente medio centímetro, explicó El Espectador.

“Previo a este descubrimiento, solamente se habían reportado unos fragmentos de alas pertenecientes a una libélula de 120 millones de años de antigüedad en Villa de Leyva y nidos fosilizados de avispas de hace 16.000 años encontrados en Pubenza, Cundinamarca”, comentó Andrés Alfonso, estudiante de la maestría en Ciencias Naturales de la institución, quien lideró la investigación publicada recientemente en la revista internacional Cretaceous Research.

Este descubrimiento permite entender de una mejor manera el ecosistema de esta región del país hace aproximadamente cien millones de años. La presencia de estos insectos, junto a características propias de las rocas, indican que en esta zona se desarrolló un antiguo lago de agua dulce, rodeado de plantas, lo que permite entender mejor los ambientes que dominaron el norte de Suramérica durante parte del periodo geológico conocido como el Cretácico”, puntualizó el paleontólogo Edwin Cadena, profesor de la facultad de Ciencias Naturales de la Universidad del Rosario.

Igualmente, aseguró que este descubrimiento permite analizar que en esta zona del país en algún momento hubo presencia del mar y desde allí se formaron las cuentas de agua dulce.

“Este descubrimiento no solo es relevante para la paleontología del país, sino también para el campo de la paleodiversidad porque muestra cómo han cambiado los diferentes ambientes alrededor del país con el paso de los años”, concluyó Cadena.