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ENIGMA DEL "BAQUERO DE DIOS"

Suicidio o asesinato, la muerte de Roberto Calvi, ha detonado un escándalo de tremendas dimensiones que repercuten en Colombia.

2 de agosto de 1982

Apenas comenzaron a escribir acerca de su vida y de las extraordinarias circunstancias de su muerte lo pescaron ahorcado, boyando sobre el rio Támesis los diarios londinenses bautizaron con grandes titulares a Roberto Calvi "el banquero de Dios".
Pero se equivocaban de persona, aunque es cierto que Calvi representó durante muchos años el papel de gran sacerdote de las finanzas católicas italianas. El verdadero banquero de Dios es el padrino del muerto en su carrera hacia el poder y la tragedia. Todos lo conocen: se trata de monseñor Paul Marcinkus, presidente del Instituto para las Obras de Religión, el banco de la Santa Sede.
Es obvio decir que el abrupto final de Roberto Calvi ha servido de detonante de un escándalo de dimensiones colosales, similar al del famoso "crack" de Michele Sindona. En realidad. una lectura en profundidad permite afirmar que entre Sindona y Calvi existe una continuidad que envuelve a los grandes grupos de poder italianos que salpica el pio prestigio de la banca vaticana y obliga a desenterrar historias nunca aclaradas en la que entran hasta el cuello la logia masónica "P2" y la mafia sicilionorteamericana.
Roberto Calvi desapareció en Roma el 11 de junio y una semana después lo descubrió un peatón bajo el puente Blackfriars (de los monjes negros) de Londres. Envasado en un traje elegante, con los bolsillos llenos de dinero y treinta kilos de lingotes de cemento armado, sin sus bigotes, el cuerpo de Calvi flotaba en el lámesis gracias a la marea alta, pero su cuello tenía atada una cuerda que a su vez había sido anudada a una estructura de tubos metalicos levantada bajo el puente. La autopsia determinó con claridad una muerte por ahorcamiento en la madrugada, a la hora de la marea baja.
¿Suicidio o asesinato? Este primer misterio recorrió el mundo por pocas horas. Los abogados de Calvi y todos los que lo conocian aclararon, si hacia falta, que el banquero no tenía vocación de acróbata. "Es increible pensar que Roberto Calvi haya recorrido las calles de Londres con una cuerda, eligiendo como lugar para suicidarse un palco de tuvos debajo de un, puente al que había que llegar con la habilidad de un trapecista",preciso Roberto Rasone, el brazo derecho del banquero.
Quienes decidieron sacar de circulacion al más poderoso hombre de finanzas privado de Italia eligieron una macabra teatralidad.
"Una horrenda pena capital", afirmó un diario. En la mejor tradición ritual de la mafia, un asesinato pleno de mensajes y advertencia y dirigidas a quienes conocen muchos secretos que es necesario custodiar.
Roberto Calvi estaba probablemente condenado cuando decidió que había llegado la hora de huir. Su desaparición, denunciada el viernes 11 de junio por su chofer, demostró que de la caja de Pandora del Banco Ambrosiano, el corazón del imperio de Calvi, comentaría a fluir y a salir un torrente de desastres. Ahora se sabe que 39.000 accionistas tienen en sus manos un titulo que vale prácticamente nada. Las maniobras financieras de Calvi han expuesto al Ambrosiano en 1.400 millones de dólares. por lo menos, en operaciones exteriores de cobro casi imposible.
Estos riesgos están concentrados en tres sociedades: el Banco Andino de Lima, el Ambrosiano Group Comercial de Nicaragua y el Banco Ambrosiano Overseas de Nassau. Al parecer, afirman varios órganos de prensa italianos, estas operaciones de ingenieria financiera, que habian otorgado montañas de dinero a sociedades sin respaldo, contaban con la garantia de cartas firmadas por monseñor Marcinkus y Luis Mannini, las dos máximas autoridades del IOR, el banco de la Santa Sede.
Calvi habría huido cuando se enteró de que el IOR no estaba dispuesto a hacerse cargo de las deudas no pagas. Roberto Rasone, vicepresidente del Ambrosiano, y el belga Michel Leemans, jefe operativo de la central financiera madre del imperio Calvi tuvieron la confirmación unos días despues, cuando atravesaron los muros leoninos de la ciudad del Vaticano para entrevistar a Marcinkus y Mannini. Ambos llevaban carpetas pletóricas de documentos con las cartas de garantía, convertidas en notas que al parecer no valen ni siquiera el precio del papel en que fueron escritas.
El maestro de Calvi en la creación de espejismos financieros fue Michele Sindona. El "bancorrotero" siciliano tuvo tambien su momento de gloria. En los años sesenta era considerado el "salvador de la lira" (desafortunada frase de Giulio Andreotti). Sindona construia una telaraña de sociedades fantasmas en el exterior y evadia grandes cantidades de capitales que recaudaba mediante una red de instituciones financieras. Generosas contribuciones a los partidos políticos, la amistad de los potentes del banco de la Santa Sede (una protección que asegura viento en popa en los negocios de esta clase), dinero fácil que provenía de la mafia siciliana ! de la "Cosa Nostra" de Nueva York, llevaron a Sindona a la cumbre del poder.
Sindona, como después Calvi, anudó estrechas relaciones con la masoneria y fue socio de Licio Gelli y Umberto Ortolani en la logia "Propaganda Dos". que cosechó prosélitos entre muchos de los personajes que cuentan (militares, gobernantes, políticos, empresarios) en Italia y otros países.
El imperio de Sindona se deshizo cuando se corto la cadena de San Antonio, principalmente por errores en las operaciones con divisas y porque la estafa no podía ser eterna. Michele Sindona terminó en Estados Unidos, donde pasó de Wall Street a la cárcel, condenado a 25 años de prisión.
Más o menos, los mismos personajes protagonizaron la historia de Roberto Calvi. Monseñor Marcinkus, Licio Gelli, Umberto Ortolani, aparecen hoy en las crónicas de las maniobras en torno a las sociedades fantasmas de Panamá, Bahamas, Nassau que se embolsaron los cuantiosos créditos que nunca pensaron devolver. Una gran parte ha sido utilizada en corrupción, porque de otra manera no se explica cómo fallaron los controles del sistema económico-financiero.
En la tormenta se encuentra hoy, por ejemplo, la editorial Rizzoli, que controla el 25% de los diarios, revistas y libros que se publican en Italia, Angelo Rizzoli, heredero poco brillante del genio de su abuelo, decidió hace nueve años apoderarse del "Corriere de la Sera".

EMPEZO COMO EMPLEADO
Hoy la Rizzoli chapalea en un pantano de deudas y desprestigio. Se están organizando operaciones de socorro, que han desatado nuevas luchas a cuchillo entre los partidos y los llamados "Empresarios emergentes" para repartirse los despojos del imperio creado por Roberto Calvi, de los grupos del industrial Carlo Pesenti y de la editorial Rizzoli, embestidos de lleno por el "crack" que estalló con la muerte de Calvi.
Calvi murió a los 62 años y su vida fue extraordinaria como su muerte. Muy reservado, había iniciado la escalada en 1947 como simple empleado en el Banco Ambrosiano. Milán es el corazón de la Italia industrial y el Ambrosiano era la caja fuerte de miles de ahorradores y empresarios católicos. Calvi supo explotar estas dos realidades, ampliando las operaciones del Ambrosiano y engullendo otros bancos y empresas de seguros.
Luego, de otros institutos en el exterior y de Sindona aprendió que se trata de succionar fondos de Italia para lanzarse a ambiciosas y alegres operaciones internacionales, con gente tan desprejuiciada como él.
Se sabe que la bancarrota de Sindona costó al menos 300 millones de dólares y que la Santa Sede sufrió un golpe menos serio de lo que muchos creyeron al principio. Monseñor Marcinkus, protejido del cardenal Benelli, a quien Pablo VI puso al frente del Instituto para las Obras de Religión, hizo muchos negocios con Sindona y con Calvi, estas relaciones han creado nuevos resentimientos porque la banca vaticana opera de hecho como un Instituto de Crédito Extranjero en Italia,-pero con la ventaja de no sufrir ningún control.
Los contragolpes del caso Sindona y la "P2" no afectaron el prestigio del monseñor ante el Papa. Juan Pablo II, que ha manifestado ignorarlo todo en materia financiera, aceptó las explicaciones de su obispo (norteamericano de origen lituano) y le asignó incluso dos nuevas tareas. Marcinkus es ahora el jefe operativo del gobierno de la ciudad del Vaticano, que es el organismo que administra el funcionamiento de la sede papal, y también es el responsable de la seguridad del pontífice.
Gigantesco y de maneras expeditivas, monseñor Marcinkus precede al Papa en todos sus viajes y revolotea en torno a Juan Pablo II en sus desplazamientos.
Mientras Scotland Yard y la policia italiana, ayudadas por el FBI norteamericano, indagan las causas de la muerte de Calvi y la identidad de sus probables asesinos, un ejército de funcionarios del Banco Central italiano está ahora desentrañando los secretos de la bancarrota de su imperio. Roberto Rasone, ex-brazo derecho de Calvi, aseguró que fue su propio patrón quien ordenó dos meses atrás a un mafioso que disparara contra él. Rasone se salvó porque viajaba en un auto blindado. La secretaria de Calvi, Teresa Graciela Gorrocher, prefirió en cambio tirarse por la ventana del quinto piso del Banco Ambrosiano.
Teresa Gorrocher se suicidó, sin ninguna duda. Dejó quince cartas de despedida. Entre ellas, una en la que maldice a Calvi por todos los daños que causó. Muchos creen que pasará mucho tiempo y nuevos escándalos hasta que se conozcan las reales dimensiones de este "affaire".
Julio Algañara(Roma)