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Haití recuerda su terremoto

Según estimaciones oficiales, unas 230.000 personas murieron en el terremoto que ocurrió exáctamente hace un mes.

Alianza BBC
12 de febrero de 2010

A las 16:53 del 12 de enero del año 2010, el 80% de la población de Haití vivía debajo de la línea de la pobreza, el país debía US$890 millones a los organismos internacionales, y su capital rebasaba de gente debido a los 75.000 inmigrantes que la inundaban cada año provenientes de un campo empobrecido. Diez segundos después llegó el terremoto.

Esos diez segundos que elevaron a los haitianos de la categoría "los más pobres del continente americano" al primer lugar entre "los más desafortunados habitantes del planeta" serán recordados este viernes en los alrededores de la Catedral de Puerto Príncipe, donde al menos el Cristo ha quedado en pie gracias al sostén de su cruz.

La capital haitiana ya no es aquel territorio fantasma donde los cadáveres se agolpaban en las calles, la gente se congregaba en las ruinas buscando a los suyos y al lado de cada edificio derrumbado se encendía una fogata para ahuyentar el olor a esa muerte, que según las ultimas estimaciones se llevó consigo a 230.000 personas.

A un mes del sismo, los comerciantes han regresado a las calles, el tráfico volvió a ser un caos y hasta bloques de concreto gris se amontonan en alguna esquina afortunada de quien ya comenzó a reconstruir su casa o su negocio.

Pero las trompetas de los músicos que acompañan los funerales, las decenas de campos de refugiados con problemas de superpoblación, higiene y falta de agua, y las tropas extranjeras que patrullan por tierra, aire y mar recuerdan que si "lo peor" ha pasado, "lo malo" durará años en irse.

¿El día de Préval?
En el listado de refugiados está el gobierno del presidente René Préval, quien este viernes por la mañana asistirá a una misa al aire libre en los jardines de la Universidad de Notre Dame.

Préval, quien tras la caída del palacio presidencial gobierna desde los despachos de la Policía Judicial ubicados en la zona del aeropuerto, podría luego dirigirse a sus compatriotas que apenas lo han visto en público desde que ocurrió el terremoto.

Consultado por un periodista local sobre su notoria ausencia, el mandatario se defendió diciendo que hay dos tipos de presencia, la mediática -en la que se besa niños y se camina por las calles- y la presencia en su despacho, trabajando por sus conciudadanos.
Pero en la víspera del aniversario, grupos de manifestantes protestaron frente al Palacio Presidencial también cerca de las oficinas de la Policía Judicial, lo que indica que si el mandatario no aparece, los haitianos saben bien dónde irlo a buscar.

Otro "mal presagio" ocurrido este 11 de febrero fue la primera tormenta fuerte que cayó sobre Puerto Príncipe durante la noche, anticipando la temporada de lluvias que llegará a fines de abril. El millón de haitianos viviendo en refugios supo por la mañana cuánto ruido hacen las gotas tropicales al golpear sobre la tela de sus carpas.

La hora señalada
En uno de los campos de refugiados más precarios de Puerto Príncipe, BBC Mundo presenció una protesta de sus involuntarios habitantes que reclamaban -además de carpas y mantas- más comida urgente.

Sólo la presencia de los cascos azules de Naciones Unidas logró apaciguar los ánimos que los pocos efectivos de la policía local no supieron calmar.

Organizaciones de ayuda humanitaria estiman que dos millones de personas necesitan actualmente ayuda para poder alimentarse, en un país que ya antes del terremoto veía nacer uno de cada tres bebés con un peso por debajo de lo recomendado.

Porque antes de aquellos 10 segundos del 12 de enero de 2010 Haití sufría niveles preocupantes de anemia entre mujeres embarazadas, así como entre niños en edad de caminar. En síntesis, tenía tantos records negativos que si toda la ayuda internacional que llega tras el sismo hubiera arribado antes, pocos la hubieran considerado injustificada.

Pero vistos bajo la retrospectiva que sólo un terremoto grado 7 en la escala de Richter puede brindar, aquellos eran "buenos tiempos", una época ahora antigua que fue sepultada cuando el reloj dio las 16:53:10.