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Un militar ucraniano dispara un arma antitanque NLAW durante un ejercicio en la Operación de Fuerzas Conjuntas, en la región de Donetsk, en el este de Ucrania, el martes 15 de febrero de 2022. | Foto: AP

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La escalofriante cifra de muertos que dejaría una guerra nuclear entre Rusia y EE. UU.

Este hipotético choque bélico es considerado como el inicio del fin de la existencia humana.

21 de febrero de 2022

El pasado 8 de febrero, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, sorprendió a todo el mundo al asegurar que en caso de que Ucrania se una a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan), de la cual forma parte Estados Unidos, esto sería tomado como una clara afrenta hacia el gigante euroasiático que no dudaría en enviar una represalia militar.

“Si estalla una guerra, no habrá vencedores. No les dará tiempo ni a parpadear (…). Por supuesto, el potencial (militar) de la Otan y de Rusia es incomparable. Lo entendemos. Pero también entendemos que Rusia es uno de los principales estados nucleares, y por algunos componentes modernos incluso supera a muchos. No habrá ganadores. Y ustedes serán arrastrados a este conflicto contra su voluntad. No tendrán tiempo ni de pestañear cuando se ejecute el artículo 5 (defensa colectiva de los miembros de la Otan)”, indicó Putin, en declaraciones recogidas por el medio argentino Infobae y que han sido catalogadas por la comunidad internacional como una clara amenaza de guerra nuclear.

Sin embargo, así como el poderío nuclear de Rusia es inmenso, los países miembros de la Otan no se quedan atrás, y en caso de que sean atacados por Putin, estos no dudarán en devolver “el favor” a Rusia. Por supuesto, esto daría inicio a un conflicto bélico sin precedente alguno en la historia de la humanidad, que no solo se podría considerar como la Tercera Guerra Mundial, sino también como el inicio del fin de la raza humana.

En imágenes : fuerzas rusas cerca de Ucrania
Imagen satelital muestra camiones y vehículos blindados de transporte de personal en las instalaciones de almacenamiento de Klimovo en Klimovo, Rusia, 19 de enero de 2022. Foto REUTERS/Maxar Technologies/Handout | Foto: via REUTERS

Así lo explicó un grupo de investigadores de la Universidad de Princeton, en Estados Unidos, expertos en temas de seguridad y armas nucleares. Por medio de una simulación, mostrada en 2019, este grupo de académicos representó lo escalofriante que sería una guerra nuclear entre Estados Unidos (Otan) y Rusia, tildado como un conflicto “devastador” que acabaría con millones de vidas en cuestión de horas.

“El riesgo de una guerra nuclear ha aumentado dramáticamente en los últimos dos años a medida que Estados Unidos y Rusia han abandonado los tratados de control de armas nucleares”, explicaron los autores de esta simulación en una entrada del blog del programa de Ciencia y Seguridad Global de esta universidad.

¿Cómo se desarrollaría la supuesta guerra nuclear entre estas potencias?

Aunque no se sabe a ciencia cierta cómo podría iniciar el conflicto, los encargados de la simulación decidieron centrarse en la hipótesis de que Rusia se sienta amenazada por un posible avance de los miembros de la Otan hacia su territorio. Esto haría que el Kremlin (Gobierno ruso) lanzara un misil nuclear “de advertencia” con destino a la frontera tripartita que comparten Alemania, Polonia y República Checa.

Por supuesto, esto solo significa una cosa: la propuesta de Rusia con la intención de iniciar una guerra nuclear, que por supuesto la Otan aceptaría. Así, mientras los rusos amplían su ataque con el envío de 300 ojivas nucleares y otros cuantos misiles de corto alcance hacia las bases de la Otan en Europa, esta organización estaría respondiendo en el mismo momento con aviones cargados con un total de 180 ojivas nucleares con destino a Rusia.

Así, en un lapso de más o menos tres horas, Europa habría quedado destruida con un saldo de más de 2,6 millones de víctimas.

Soldados de las fuerzas militares ucranianas en primera línea con separatistas respaldados por Rusia cerca de la aldea de Novognativka, región de Donetsk, examinan un misil guiado antitanque portátil sueco-británico NLAW que fue transferido a las unidades como parte de la asistencia técnico-militar británica, el 21 de febrero de 2022.
Anatolii STEPANOV / AFP
Soldados de las fuerzas militares ucranianas en primera línea con separatistas respaldados por Rusia cerca de la aldea de Novognativka, región de Donetsk, examinan un misil guiado antitanque portátil sueco-británico NLAW que fue transferido a las unidades como parte de la asistencia técnico-militar británica, el 21 de febrero de 2022. Anatolii STEPANOV / AFP | Foto: AFP/ Anatolli Stepanov

Sin embargo, la guerra hasta ahora estaría empezando, pues falta la intervención de un actor más que importante en la coyuntura mundial: Estados Unidos. Al ver que sus aliados europeos de la Otan están prácticamente en ruinas, el gigante norteamericano decide actuar con un ataque que incluye el envío de un total de 600 ojivas nucleares hacia Rusia, lanzadas en un ataque en conjunto iniciado desde su territorio y complementado con una flota de submarinos cuyo blanco seguiría siendo Rusia.

Este ataque entre dos de las naciones más importantes e imponentes del mundo, no tomaría más de 45 minutos, dejando unos 3,4 millones de víctimas.

No obstante, aún quedarían fuerzas para seguir atacando, y por supuesto evitar que el bando contrario tenga tiempo de recuperarse. Por lo que iniciaría una escalada nuclear que acabaría con casi todas las grandes potencias del mundo: cada bando empezaría a enviar entre cinco y diez ojivas nucleares a cada una de las 30 ciudades más pobladas de su enemigo, lo que ocasionaría la destrucción casi que total de sus respectivos territorios.

Esto, en términos de cifras humanas, sería un total de 85,3 millones de víctimas en un fuego cruzado que no duraría más de 45 minutos.

De esta manera, en menos de cinco horas, serían al menos 91,5 millones de víctimas las que dejaría una guerra nuclear entre la Otan y Rusia, de las cuales, al menos 34,1 millones representarían muertos inmediatos y unos 57,4 millones de heridos.

Finalmente, aún con la escalada militar detenida, la radiación dejada por los ataques nucleares empezaría a afectar “significativamente” a los sobrevivientes en todo el mundo, lo que aumentaría en un corto período de tiempo el número de muertes. Además, los residuos nucleares en la atmósfera evitarían considerablemente el ingreso de la luz solar hacia la Tierra, lo que afectaría también la producción de recursos naturales necesarios para sobrevivir.

Así, aunque suene demasiado trágico, lo cierto es que una guerra nuclear sería la forma en la que el ser humano acabaría con su propia existencia.