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Un año en Wuhan.
En esta foto de archivo del 21 de enero de 2020, el mercado mayorista de mariscos de Wuhan Huanan, donde varias personas relacionadas con el mercado enfermaron con un virus, se encuentra cerrado en Wuhan, en la provincia central china de Hubei. La ciudad china de Wuhan está mirando hacia atrás en un año desde que fue colocada bajo un bloqueo de 76 días a partir del 23 de enero de 2020. Foto: AP / Dake Kang. | Foto: AP

Nigeria

Mercados húmedos en Nigeria, escenarios perfectos para la propagación de un nuevo virus

Animales como pangolines, primates y tortugas marinas son mercancía común en este tipo de mercados. Los expertos advierten que entornos como estos son perfectos para enfermedades zoonóticas, como la covid-19.

19 de febrero de 2021

Desde que inició la pandemia de coronavirus, hace más de un año, se creyó que el virus se originó en el mercado mayorista de mariscos de Huana, en Wuhan. Fue allí donde se detectó el supuesto primer brote de covid-19, que posteriormente se propagó por todo el mundo.

En este tipo de mercados es normal que se comercialicen animales salvajes para el consumo humano, pero las condiciones de salubridad son realmente pobres. Por lo tanto, este tipo de mercados son ecosistemas perfectos para la creación y propagaciones de enfermedades zoonóticas. Lo anterior quiere decir que se transmiten de los animales a los seres humanos.

La humanidad aún no ha podido vencer al virus en todo el mundo, a pesar de que ya iniciaron las jornadas de vacunación en el mundo. Sin embargo, impactantes imágenes de mercados húmedos en Nigeria reviven el miedo de la sociedad de un nuevo virus, que podría esta vez originarse en África.

Pangolines, primates y tortugas marinas son solo algunos de los animales que se comercializan en estos mercados. Estas especies se le ofrecen al público tanto vivos como muertos, en espacios pequeños y sucios. Además, en diferentes videos difundidos de estos espacios, se puede ver el maltrato que sufren antes de ser sacrificados, pues los vendedores hierven los animales mientras aún están vivos. Los trabajadores pasan por alto la desinfección de superficies o herramientas, y no portan los equipos de protección mínimos adecuados como los guantes.

Los pangolines son la especie más amenazad en el mundo. Foto Paul Hilton para WCS

“Si quieres maximizar el riesgo de transmisión zoonótica, mezclarías el contacto de humanos con una amplia gama de animales domésticos y salvajes. Los llevarías juntos vivos y muertos en la misma zona”, dijo Malcolm Bennet, profesor de Enfermedades Zoonóticas y Emergentes en la Universidad de Nottingham.

En este tipo de enfermedades los virus saltan de los animales a las personas. Sin embargo, este tipo de patologías no son infrecuentes. Covid-19, ébola, VIH, peste bubónica, rabia, virus del Nilo Occidental y enfermedad de Lyme, todas originadas en animales antes de infectar a los seres humanos.

WildatLife, una organización benéfica que trabaja sobre el terreno en Nigeria, visitó el mercado de pescado en Epe, muy cerca de Lagos. Los voluntarios registraron en secreto las condiciones del mercado en donde los vendedores manipulan, matan y venden este tipo de animales.

“Los mercados húmedos ubicados en Nigeria facilitan y contribuyen en gran medida a la práctica del comercio ilícito de vida silvestre y, a su vez, esta práctica puede conducir a la propagación de enfermedades zoonóticas”, dijo la organización.

“El transporte de animales para el comercio de vida silvestre en estos mercados permite la propagación de enfermedades de animales a otros animales y representa una amenaza para la salud humana”, añadió.

Las imágenes de la organización benéfica muestran decenas de primates atrapados en pequeñas jaulas, mientras que también están presentes serpientes, cocodrilos, tortugas marinas, manatíes, roedores y periquitos.

“Todos los animales están infectados con algo y solo algunos son infecciosos para los humanos”, explica el profesor Bennet. “Tener más animales en el mismo espacio estrecho y en constante contacto entre sí hace que aumente la probabilidad de que surja algo en los humanos”, comenta.

Se cree que el Sars-CoV-2 pasó de un murciélago a una especie intermedia, potencialmente un pangolín, donde evolucionó para poder infectar a los humanos. Es posible que este animal intermedio le hubiera transmitido el virus a un ser humano que visitó el mercado. Si el huésped transitorio era de hecho un pangolín, esto podría haber sucedido cuando las escamas del animal infectado se utilizaron como medicina o se consumió su carne.

No obstante, este tipo de mercados representa una preocupación constante para los organismos de salud, pues las condiciones son muy precarias, tal y como sucedió en el mercado húmedo de Wuhan.