Home

Mundo

Artículo

MISION IMCOMPLETA

UN AÑO DESPUES DEL GOLFO, SE INSISTE EN TUMBAR A HUSSEIN.

24 de febrero de 1992

HACE UN POCO MAS DE UN año el presidente norteamericano George Bush declaró solemnemente que luego de la victoria aliada contra Iraq, nacería un Nuevo Orden Mundial. Nunca se ha sabido con precisión a qué se refería el mandatario. Pero la "Pax Americana", que parecía una consecuencia de ese nuevo Orden, no aparece.
La razón podría estar en que Bush no tomó en cuenta las debilidades de una economía que desde el comienzo de la guerra se reveló incapaz de sostener por sí sola el esfuerzo. Esa debilidad ha cobrado su tarifa: Estados Unidos no ha tenido control, por ejemplo, sobre el reconocimiento de las repúblicas secesionistas yugoslavas, o para evitar que Japón invierta en Vietnam.
Pero el fracaso de la guerra es más evidente en el Medio Oriente. La paz entre los árabes y los israelíes está empantanada, y el propio Saddam Hussein sigue en el poder, con trazas de convertirse en una amenaza.
Por eso, las miradas apuntan hoy a la posibilidad de que Washington patrocine un golpe de estado en Bagdad, para terminar el trabajo del año pasado. Esa posibilidad fue revelada la semana anterior, por insistencia de los sauditas. Se trataría de apoyar a los disidentes chiítas, curdos y sunitas y aprovechar el presumible descontento popular, encendido por el bloqueo económico.
Pero con la agenda doméstica dominada por los problemas económicos, pocos creen que Bush se lance a la aventura. Más bien parece dispuesto a esperar a que Saddam caiga sin necesidad de puntillazo. Pero nadie sabe qué tan grave fue la estocada.