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Martine Moïse, viuda del presidente haitiano asesinado Jovenel Moïse, llora junto al féretro durante el funeral el viernes 23 de julio de 2021 en la finca familiar en Cabo Haitiano, Haití. (AP Foto/Matías Delacroix)
Martine Moïse, viuda del presidente haitiano asesinado Jovenel Moïse, llora junto al féretro durante el funeral el viernes 23 de julio de 2021 en la finca familiar en Cabo Haitiano, Haití. (AP Foto/Matías Delacroix) | Foto: AP

HAITÍ

“Prepárate para una bala en la cabeza”: las amenazas en las investigaciones en Haití por la muerte del presidente Moïse

CNN reveló los anónimos, las intrigas y los peligros que han surgido desde que comenzaron las pesquisas por el magnicidio del primer mandatario de Haití.

27 de julio de 2021

“Prepárate para una bala en la cabeza, te dieron una orden y sigues haciendo mierda”, decía el texto del 16 de julio que le llegó a uno de los secretarios judiciales que siguen la investigación tras la muerte del presidente de Haití. La revelación la hizo la cadena CNN, que asegura que estos amedrentamientos contra quienes lideran las pesquisas están ya en conocimiento de la Policía de Haití.

La cadena denunció en exclusiva los bloqueos a los que están sometiendo a los investigadores, quienes no han podido acceder libremente a la escena del crimen, los reportes periciales, los testigos y los acusados. Como se sabe, hay 18 colombianos detenidos en la isla acusados de ese magnicidio.

Incluso, el juez que lleva la investigación, Carl Henry Destin, le contó a CNN que debió salir lejos de su casa para poder contestar a la entrevista, pues teme por su seguridad todo el tiempo. Relató que ha recibido llamadas amenazantes desde que está cargo de la investigación.

Otro de los investigadores, Valentin Philostene, compartió con CNN uno de los mensajes que recibió: “Veo que sigues buscando en el caso del presidente, te dijeron que sacaras dos nombres y te niegas. Te llamo y te niegas, pero conozco todos tus movimientos”.

CNN asegura que existen evidentes huecos y fallas en las investigaciones. Por ejemplo, los mismos investigadores le relataron a la cadena que no pudieron entrar a la escena del crimen, tras suceder el magnicidio, algo de lógica simple en una investigación judicial. También aseguran que no han podido hablar con testigos clave.

Familiares en Colombia siguen esperando noticias

Las familias de los colombianos presos en Haití viven momentos de gran incertidumbre y dolor. No solo confían en la inocencia de sus seres queridos sino que temen por las condiciones de reclusión en las que se encuentran en Haití, acusados del magnicidio del presidente Moïse.

La periodista Salud Hernández-Mora, quien fue la única reportera colombiana en la isla tras el asesinato, informó desde Puerto Príncipe que los colombianos se encontraban detenidos en la sede de la Policía y que hasta el fin de semana pasado no habían podido ni hablar con sus familiares ni tener la asistencia de un abogado.

Por ahora, no se conocen los resultados de la Comisión Humanitaria que desde el pasado 25 de julio está intentando llegar a Haití. De acuerdo con lo que reveló la Cancillería, el equipo que viajará el próximo domingo al país caribeño estará integrado por cuatro funcionarios, que durante tres días brindarán asistencia a los colombianos que permanecen privados de la libertad en la isla.

Mientras tanto, las familias de los colombianos recibieron la semana pasada un mensaje en el cual les informan que pueden hacer un envío de los productos básicos para su detención en Haití:

  • Dos bermudas azul oscuro
  • Dos camisas blancas
  • Un par de chanclas
  • 1 desodorante mediano en gel
  • 1 barra de jabón para ropa
  • 1 barra de jabón de baño
  • 1 crema dental mediana
  • 1 cepillo de dientes viajero que se doblan
  • 1 peinilla plástica
  • 1 toalla de baño mediana
  • 2 rollos de papel higiénico
  • 1 repelente en crema mediano

Cada familia le escribió una carta a su ser querido y ha enviado una foto para que puedan sentirse acompañados en prisión. Esta iniciativa fue apoyada por las esposas de los colombianos y la fundación Emanuel D.C.N. y el curso militar Silvas Plaza.

Así mismo, el Ministerio de Relaciones Exteriores explicó que otro de los objetivos de la visita consular es darle celeridad a la repatriación de los cuerpos de los militares en retiro colombianos que murieron en Haití, uno de los principales clamores de sus familias.

“La Cancillería de Colombia desplazará una misión consular a Haití para verificar las condiciones en las que se encuentran los connacionales detenidos en ese país, así como adelantar gestiones para la repatriación de los cuerpos de los exmilitares que fallecieron luego del asesinato del presidente Jovenel Moïse”, sostuvo la Cancillería en un comunicado de prensa.

Aún no se sabe qué va a pasar con la defensa legal de los colombianos. El acompañamiento jurídico en Haití podría ser muy costoso y las familias ya han dejado saber que no cuentan con los recursos para respaldar los gastos en honorarios de abogados en el extranjero.

El fin de semana pasado, desde Haití, la periodista Salud Hernández-Mora relató que mientras buena parte de la opinión pública nacional e internacional ya condenaron a los colombianos, un grupo de expertos en criminalística hacen acopio del material que hay en el proceso para defenderlos. Por ahora, se sabe que mucho se ha llevado con irregularidades procesales. “No hubo cadena de custodia, no se sabe cómo se hizo el levantamiento del cadáver, los colombianos no tienen asistencia de ningún abogado”, dijo.

Agregó que quienes creen en la inocencia de los colombianos sostienen hoy que es muy fácil echarles la culpa a dos muertos que no pueden hablar y que si bien existen fotos de unas reuniones, no están las grabaciones para probar que allí se hubiera planeado el crimen: “Creen que al final del camino podrán demostrar la inocencia de todos ellos, cómo los engañaron y cómo no vinieron a Haití a cometer un magnicidio”.

Lo último: La primera dama de Haití regresó a la isla para participar en el funeral del presidente
Lo último: la primera dama de Haití regresó a la isla para participar en el funeral del presidente | Foto: Archivo particular

óSalud Hernández agreg, sin embargo, que son pocas las posibilidades de que los colombianos vuelvan al país a pagar su pena en su territorio. Los haitianos quieren que todos los responsables paguen su condena en la isla.

SEMANA reveló en su portada de hace una semana el impactante interrogatorio a tres de los exmilitares colombianos que participaron en ese asesinato. Los colombianos han entregado a la Policía datos impactantes; por ejemplo, que cometieron el crimen con ayuda del cuerpo de seguridad del presidente y de miembros de la misma Policía. “Nos dijeron que también había una persona que estaba allá en el sitio, infiltrada”, sostuvo el soldado retirado Juan Carlos Yepes Clavijo, quien se quebró y confesó todo tras esta semana.

Sin embargo, sus aportes al proceso se han dado sin ninguna garantía judicial. “Ni un abogado, ni nada de nada”, dijo Salud Hernández-Mora. “Las esposas, los hijos, los papás están desesperados, angustiados”, relata la periodista, quien ha hablado con varios familiares.

“Toda persona acusada tiene unos derechos, unas garantías, sin importar el delito”, recuerda Salud. “Aquí no les importan para nada los derechos de nadie. Ni de los nacionales y mucho menos de los extranjeros”, agrega. Para ella, la única esperanza que tienen los colombianos para recuperar unos derechos mínimos es la intervención de la Defensoría del Pueblo o de la Cancillería.

Además, contó que se ha despertado una ola anti-Colombia. “Nos están detestando completamente”, sostiene. En su reportaje para SEMANA, Salud Hernández-Mora contó en detalle cómo se vive ese sentimiento en la isla. “Blanca, colombiana, no pasar”, le dijo un joven en tono amenazante en cuanto se bajó del moto-taxi y pidió permiso con un gesto para hacer fotos de las casas. Otros chicos, apostados contra una pared, la miraron con cara de pocos amigos. Solo al mostrar su pasaporte español y su credencial de prensa de El Mundo, diario madrileño, los semblantes cambiaron y le hicieron señas para que siguiera. “No problem”, remató el joven.