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Bomberos del Servicio Ucraniano de Emergencias trabajan para retirar los escombros de un centro comercial calcinado tras el impacto de un cohete de en Kremenchuk, Ucrania, el martes 28 de junio de 2022. Foto: AP/Efrem Lukatsky.
“¡Sloviansk! Bombardeo masivo de la ciudad. El centro, el norte. Todo el mundo a refugiarse”, indicó en Facebook Vadim Liakh, el alcalde Foto: AP/Efrem Lukatsky. | Foto: Foto: AP/Efrem Lukatsky.

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Ucrania ordenó evacuar Donetsk tras ataques de las tropas rusas

El gobernador de Donetsk recalcó la importancia de sacar del lugar a los civiles.

6 de julio de 2022

Las fuerzas rusas siguieron avanzando este martes en el Donbás, en el este de Ucrania, con bombardeos “masivos” sobre la ciudad de Sloviansk, el próximo objetivo de Moscú que le permitiría ganar terreno en esa parte del país.

“¡Sloviansk! Bombardeo masivo de la ciudad. El centro, el norte. Todo el mundo a refugiarse”, indicó en Facebook Vadim Liakh, el alcalde de esta ciudad situada en la provincia de Donetsk.

Al menos dos personas murieron y siete resultaron heridas en los ataques, que alcanzaron el mercado central, según las autoridades.

Periodistas de la AFP presentes en el lugar vieron cómo los cohetes impactaron sobre los comercios y otras calles adyacentes. El mercado estaba en llamas y los bomberos trataron de controlar el incendio.

“Una vez más, los rusos atacan intencionadamente los lugares donde se reúnen los civiles. Esto es terrorismo puro y duro”, dijo Pavlo Kyrylenko, el gobernador de la provincia de Donetsk, que junto a la de Lugansk, conforma el Donbás.

El domingo, las tropas rusas anunciaron haber tomado Lysychansk y a finales de junio conquistaron Severodonetsk, la ciudad vecina.

Ambas están cerca de la frontera que divide las dos provincias, lo que les permite ahora progresar más hacia el oeste del Donbás, parcialmente controlado por los separatistas prorrusos desde 2014.

Además de Sloviansk, también está en la mira de los rusos la ciudad de Kramatorsk, una de las últimas posiciones ucranianas en Donetsk.

Ucrania afirma que sus tropas todavía defienden una “pequeña” porción de territorio en Lugansk, pese a que Rusia asegura que tiene el control total de ese territorio.

“La lucha continúa”

Un indicio de que Moscú busca consolidar el aprovisionamiento para una nueva embestida es que las fuerzas ucranianas afirman que los rusos están “tomando medidas” en Lugansk para restaurar la infraestructura de transporte detrás de la línea del frente.

Las fuerzas rusas cerraban el cerco además contra la pequeña localidad de Siversk, la primera en el camino desde Lugansk, tras varios días de bombardeos.

Las tropas rusas también tratan de avanzar en otras partes del territorio, como en Járkov, la segunda ciudad de Ucrania en el noreste. Según Moscú, las fuerzas rusas bombardearon cuatro almacenes de municiones y artillería en la región, donde los ucranianos afirmaron el lunes que habían repelido intentos de ataques rusos.

En el frente del suroeste, en la región ucraniana de Jersón, que está bajo ocupación de los rusos, las tropas de Moscú desplegaron helicópteros y artillería para intentar hacer frente a un contraataque de los ucranianos.

Asentar la ocupación en Jersón

La intensificación de los combates en el sur de Ucrania se produce en un momento en el que las autoridades locales instaladas por Rusia anunciaron que un antiguo cuadro del Servicio Federal de Seguridad (FSB), la agencia de inteligencia rusa, asumirá el gobierno de Jersón.

En esta zona de Ucrania, Rusia lanzó una campaña para asentar la ocupación, introduciendo el rublo como moneda de cambio, emitiendo pasaportes, garantizado servicios bancarios y abriendo oficinas estatales.

El lunes, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, volvió a pedir más armas a los países occidentales para hacer frente a la invasión y recuperar los territorios perdidos.

Tras más de cuatro meses de guerra, los aliados de Ucrania organizaron esta semana en Suiza una reunión con organizaciones internacionales y empresarios sobre la reconstrucción del país, cuyo costo se estima en unos 750.000 millones de dólares.

“Debemos hacer que todo lo que fue destruido sea mejor de lo que era antes”, dijo el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal.

La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, condenó el “intolerable” número de muertos en Ucrania, con casi 5.000 víctimas confirmadas desde el inicio de la ofensiva el 24 de febrero.

“Los civiles están soportando el peso de las hostilidades que parecen no tener fin a la vista”, lamentó Bachelet.

Entre los fallecidos hay también combatientes extranjeros. El Ministerio de Exteriores francés confirmó el martes la muerte de un segundo combatiente francés en el país.

*Con información de la AFP.

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