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COMO EL AGUA Y EL ACEITE

El litigio entre LópeZ Michelsen y LLeras Restrepo puede determinar la manera como el partido liberal participará en el próximo gobierno.

2 de agosto de 1982

El regreso de Alfonso López Michelsen al país. el lunes 28 de junio. puso fin a la inercia política que había reinado en los últimos quince días. No había alcanzado a bajarse del avión. cuando López bronceado por el sol de la Florida, estaba ya rodeado por un cerco de micrófonos y sometido al fuego graneado de los reporteros políticos. En unas breves y cáusticas respuestas el ex-Presidente liberal removió un avispero que habría de convertirse en el tema político de la semana.
Las declaraciones de López Michelsen tuvieron tres elementos centrales:
a) Carlos Lleras Restrepo es el responsable de la derrota liberal. No le ha ganado al partido conservador, sino al candidato de su propio partido;
b) Se hayan o no adelantado conversaciones preliminares con Belisario Betancur, la decisión sobre la participación liberal en el gobierno corresponde a la junta de parlamentarios; c) No ha sufrido modificación alguna su posición sobre el artículo 120. Este no ha hecho sino perpetuar disposiciones constitucionales que fueron concebidas como transitorias al crearse el Frente Nacional.
De estos tres puntos, el que fue recogido en las primeras planas por la prensa fue el primero. El intercambio de acusaciones López-Lleras demuestra que el litigio entre los dos exPresidentes está lejos de desaparecer y que, por el contrario, determinará alinderamientos en el inmediato futuro de la política liberal.
Por su parte, Lleras Restrepo acaba de publicar un comentado editorial en "Nueva Frontera" en el cual, en forma más categórica que de costumbre, no solo trazaba las pautas de la política liberal sino también, indirectamente, las del futuro gobierno.
El ex-Presidente,en efecto,reitera que el partido liberal debe participar en el gobierno de Betancur y que el Presidente electo debe reconocer y dar representación a todos los matices o grupos que tengan la intención de colaborar. Dentro de su interpretación, el sector galanista sería una fuerza diferente del sector llerista. No obstante la negativa del primero, el segundo estaría dispuesto a hacer parte de la administración.
Algunos observadores ven en esta propuesta una estrategia política. Se trataría de repetir la fórmula utilizada por el propio Betancur en los últimos cuatro años, de aparecer independiente frente al gobierno, y al mismo tiempo tener una participación burocrática a través de interpuestas personas. La unión de estos dos elementos, en el caso de Betancur, fue elemento clave en el triunfo.
La diferencia entre López Michelsen y Lleras, entonces, radica en su concepción sobre la manera cómo puede adelantarse la colaboración con el gobierno. López estima que esta participación debe ser decidida tomando al partido como una entidad vertebrada con la cual el gobierno tendría que entenderse. El segur,do ve hoy al liberalismo como una federación de matices, no dependientes de una entidad central, y los cuales, de manera unilateral, podría Betancur invitar al Gobierno.
Aunque el Presidente Betancur se ha mostrado excepcionalmente cauteloso, sin redelar ni dejar siquiera translucir sus intenciones, algunos observadores aseguran que la atomización del partido en un abanico de cuatro grupos. favorece los objetivos de los estrategas belisaristas. en el sentido de consolidar un movimiento suprapartidista liberándose de una dependencia frente a las dos colectividades tradicionales.
Lo que está en juego, en el fondo, no es tanto la rivalidad entre los exPresidentes liberales. sino la superviencia del sistema bipartidista tradicional. Algo muy claro es que el balón no lo tienen hoy en día, ni los ex-Presidentes liberales, ni la Junta de Parlamentarios. ni los dos jefes del partido conservador, Gómez y Pastrana. sino Belisario Betancur Cuartas.

BELISARIO - GARCIA MARQUEZ: FRUSTRADO ENCUENTRO
El regreso al país del escritor Gabriel Garcia Márquez ha sido objeto de discretas, laboriosas y delicadas negociaciones. El Presidente Betancur, que ha obtenido las más altas calificaciones en el manejo de sus relaciones públicas, considera que contar con la asistencia del autor de "Cien Años de Soledad" a su posesión, sería una operación publicitaria de gran alcance. Como se recordará, Garcia Márquez decidió pedir asilo en la Embajada de México a mediados del año pasado cuando amigos suyos le informaron qué podia ser detenido por las autoridades militares. Supuestamente seria interrogado en relación con el desembarco de grupos subversivos del M-19 provenientes de Cuba. No obstante las aclaraciones oficiales, en el sentido de que no existia contra él cargo alguno, Garcia Márquez consideró que no existian garantias para su permanencia en el país y que sólo regresaria cuando cambiaran las circunstancias. En concreto, el cambio de circunstancias que anticipaba era el triunfo electoral de Alfonso López Michelsen, a cuya campaña contribuyó en una entrevista al periodista líder Giraldo.
Al perder López las elecciones, el regreso de Garcia Márquezse convertía en una alternativa tan a largo plazo como lo habia sido su promesa,después violada, de no escribir nuevas novelas hasta que cayera el régimen del General Augusto Pinochet. Evidentemente interesado en ofrecer una nueva imagen que rompiera con el periodo de estado de sitio y el estatuto de seguridad, el Presidente electo manifestó en una conversación privada su deseo de invitar al escritor a acompañarlo el siete de agosto. Es de recordar que el Presidente de Francia habla invitado a éste a su posesión. Mucha más razón habia para que su prestigio acompañara a un Presidente de su propio pais. Una sola cosa preocupaba a Betancur. La posibilidad de una reacción imprevisible y quizás espectacular de Garcia Márquez, quien en el pasado ha marcado su independencia en esta forma frenta a situaciones similares. Uno de sus interlocutores, el acertado encuestador Oscar Lombana, tomó la iniciativa de sondear la actitud de Garcia Márquez.
Después de intensas pesquisas, logro ubicarlo en Atenas, lugar escogido por el escritor para sus vacaclones veraniegas. La llamada fue hecha desde las oficinas de La Oveja Negra, donde Lombana se encontraba con un grupo de amigos, incluyendo a José Vicente Catarain y láder Giraldo. Lombana le participó a la vez el propósito del Presidente Betancur y su inquietud de una respuesta que fuera resultar desobligante. Medio en serio y medio en broma, Garcia Márquez dio a entender que no estaria en condiciones de aceptar la invitación. Manifestó sin embargo que si el nuevo Gobierno tenia interés de que él regre sara al país, sería bueno que el Presidente dispusiera de una información pertinente que seguramente desconocia. Ante la obvia imposibilidad de discutir el asunto por teléfono, Lombana indicó que solicitarla a Eetancur lo enviar,a como su emisario personal a París. Así lo hizo. Pero hubo un imprevisto con el cual no contaba, el Presidente, enterado de las gestiones de su bien intencionado amigo, se disgustó, sin embargo, de que se hubiesen realizado delante de testigos, y decidió no proseguirlas. La reacción de García Márquez no se conoce todavía. Los dos principales protagonistas de este episodio, amigos desde hace muchos años, poco han tenido que ver con lo ocurrido.