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Bojayá, Chocó.
Defensoría emite alerta temprana por expansión de las AGC y el ELN en tres municipios de Chocó y Antioquia | Foto: Radio Nacional de Colombia

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Defensoría emite alerta temprana por expansión de las AGC y el ELN en tres municipios de Chocó y Antioquia

Las comunidades de tres municipios se encuentran en riesgo y ya han sido víctimas de homicidios, reclutamiento forzado, extorsiones y más violaciones a sus derechos.

6 de agosto de 2021

La Defensoría del Pueblo emitió la alerta temprana estructural 16 de 2021 para los municipios de Bojayá y Medio Atrato, en Chocó, y de Vigía del Fuerte, en Antioquia, por la presencia y expansión de las AGC y el ELN en esos territorios.

Los tres municipios se han visto afectados recientemente por violencias de todo tipo, como homicidios, amenazas, reclutamiento forzado, extorsiones, enfrentamientos armados, restricciones a la movilidad, minas antipersonal y municiones sin explosionar en los territorios colectivos, tanto en consejos comunitarios como en resguardos.

“Es necesario que las autoridades locales y nacionales adopten acciones conjuntas para proteger a las comunidades”, señaló el defensor Carlos Camargo.

La Defensoría advirtió con el documento la presencia y control territorial de las AGC en las cabeceras de Bojayá, Medio Atrato y Vigía del Fuerte, al igual que en las zonas rurales de estos municipios, que son habitadas en su mayoría por comunidades étnicas.

Así mismo, en la Alerta Temprana se describe la expansión del Frente Pablo José Montalvo Cuítiva de las AGC y de la Compañía Néstor Tulio Durán del ELN, que ocurre porque estos grupos pretenden tener el control del territorio de las zonas que fueron del dominio de la exguerrilla de las Farc, con sus frentes 34 y 57.

En el documento se explica que la subregión del Atrato Medio, conformada por los municipios de Bojayá, Medio Atrato y Vigía del Fuerte, tiene una posición geoestratégica de alto valor para los grupos armados ilegales, al ser un corredor de comunicación para el movimiento y abastecimiento de tropas armadas, así como el tráfico de armas e insumos para la cadena productiva de la coca entre el Bajo Atrato, el suroeste antioqueño, el Medio y Alto Atrato, y el Océano Pacífico, a través de caminos naturales y ríos.

Lamentablemente, parece que la historia se repite. A finales de 2019, habitantes del corregimiento de Pogue alertaron que 300 hombres armados, a quienes llamaron paramilitares, llegaron a las playas del caserío. Las noticias llegaron hasta Bellavista, cabecera municipal de esa comunidad conocida como Bojayá, y los líderes del Comité por los Derechos Humanos 2 de Mayo alertaron a las autoridades departamentales. Eso terminó en amenazas contra Leyner Palacios, quien tuvo que huir del Atrato medio y refugiarse en Quibdó.

En ese entonces, un habitante de Boca de Opogadó advirtió que eso hacía parte de la estrategia militar de las AGC, conocidas como el Clan del Golfo. En esa parte del departamento de Chocó, desde enero de 2018, la Defensoría del Pueblo advirtió que los habitantes del río Atrato y sus afluentes están en riesgo por los enfrentamientos entre las AGC y el ELN. No obstante, las alertas tempranas no han tenido eco.

En ese momento, SEMANA visitó la zona, en donde un habitante de 56 años, Faustino Rodríguez Mosquera, no había podido salir a mediodía por los plátanos del almuerzo, porque “por aquí está esa gente, los paracos, y nos tienen muy atemorizados. Mire la hora que es y yo no puedo salir del caserío porque me da miedo caer en una mina”.

El hombre también reclamó por el abandono estatal, que caracteriza a muchos municipios de Colombia, que no cuentan ni con las condiciones más básicas, además de vivir azotados por la violencia y una guerra entre bandos ajenos.