Destruyen a la mina de oro clandestina que afectaba el páramo del Tolima

Dos meses de preparación fueron necesarios para que los hombres de la Policía Metropolitana de Ibagué recolectaran suficiente información acerca de la mina de oro ilegal que estaba afectando elpáramo del Tolima y contaminando las fuentes hídrica de Oche, Coello y Magdalena. Las cuales abastecen entre otros, a la capital del departamento y a municipios como Espinal y Coello.

Pero sobre todo, fue necesario ese tiempo para que los uniformados se formaran físicamente y sean capaces de operar a más de 3.800 metros de altura, junto con la Fuerza Aérea y la Fiscalía seccional, en aras de desarticular la mayor estructura clandestina de extracción de minerales preciosos que se haya visto en la región.

El recorrido para llegar hasta la vereda Alto de Toche en la que estaba ubicada la maquinaria duró dos días, en medio de temperaturas que bajaban hasta -2 grados centígrados.

Según relatan los uniformados que participaron en el operativo Dorado 1, no podían ver a más de un metro de distancia -el equivalente de la distancia entre hombre y hombre en una operación de este tipo- hasta que llegaron a su objetivo.

En la vereda encontraron un campamento de 60 hectáreas, de las cuales 5 estaban exclusivamente dedicadas a la minería. A su lado, se veía un asentamiento dividido en 3 complejos acondicionados para albergar a 20 personas, pero también cocinas, piscinas y lagunas para verter el cianuro que afectaba las fuentes de agua alrededor. Talleres, máquinas trituradoras, granuladores, compresores de aire, poleas, motores y toda la maquinaria necesaria para extraer cerca de 10.000 gramos de oro por semana.

En total, se estimó que el campamento podía producir cerca de 800 millones de pesos semanales, lo que explicaría porque había sido tan bien escondido, en lo alto de las montañas.

Pero la Corporación Regional Autónoma del Tolima, que también acompañó a la operación, -junto con la Alcaldía- estimó que a cambio se produjo un daño al ecosistema que tardará cerca de 40 años en recuperarse.

Para evitar que se volviera a utilizar el material ilícito, los agentes de Policía incineraron y destruyeron los complejos, de acuerdo con lo que explicó el comandante de Policía de Ibagué, Jorge Morales Villamizar, quien lideró el operativo.