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El balance de la jornada electoral fue positivo para el Gobierno. No obstante, para el funcionamiento y blindaje del sistema electoral, aún faltan medidas por tomar.

POLÍTICA

El balance de la Misión de Observación Electoral sobre la jornada electoral

La ONG exhortó a las autoridades a instrumentar el voto electrónico, formar en cultura política a la ciudadanía y sancionar a los funcionarios implicados en los posibles fraudes.

31 de octubre de 2011


La Misión de Observación Electoral (MOE) recogió varias denuncias sobre el funcionamiento del sistema electoral este domingo. El reporte, si bien denota que hubo una mejoría en la seguridad, indica que se presentaron denuncias sobre posibles fraudes, lentitud en los procesos, entre otros.

En primer lugar señaló que era un “desacierto retirar la huella dactilar del formulario E-11, ésta era una medida efectiva para evitar el fraude Electoral”.

Se refería a que en el tarjetón no quedó ningún mecanismo para verificar quién fue el votante.

Al respecto de la identificación biométrica (por medio de un sistema electrónico que lee las huellas digitales), dijo que se presentaron demoras en 10 de los 15 municipios donde se instrumentó.

“De manera particular, en los municipios de Soledad (Atlántico), Montelibano (Córdoba) y Maicao (La Guajira) fue necesario suspender el proceso por momentos y finalmente funcionó de manera aleatoria”, indicó la MOE.

Pero acotó que era urgente y necesario aplicar el sistema en todo el territorio.

Sobre el fraude

La trashumancia electoral, que es la inscripción de cédulas en un lugar distinto al de residencia de los electores con el fin de alterar los resultados, no se pudo erradicar. “El poco tiempo y las limitaciones tecnológicas y humanas del Consejo Nacional Electoral para la investigación de impugnaciones de inscripción de cédulas, así como la carencia de las bases de datos necesarias para una efectiva vigilancia, impide que la trashumancia sea debidamente controlada”, dijo la MOE.

Sobre la compra de votos, dijo la ONG, se debe a “un bajo control por parte de las organizaciones políticas sobre las actividades de sus candidatos y la forma cómo realizan sus campañas”.
 
La MOE anotó que el Estado debía trabajar para fortalecer la cultura política.

Argumentó que el hecho de que se hubieran presentado tarjetones marcados previamente a las elecciones, como ocurrió en Casanare, es muestra de “la connivencia de jurados de votación, testigos electorales y funcionarios que trabajan para el proceso electoral, con prácticas corruptas”.
Al respecto del Censo Electoral, que son los números de cédulas habilitados para votar, la MOE indicó que se presentaron en algunos puestos de votación “censos incompletos, personas fallecidas que permanecen en las listas e incluso cédulas excluidas por el CNE que se mantuvieron en el registro de votantes E-11”.

Las denuncias

“En Samaniego no se permitió el ingreso de los observadores hasta pasado el medio día y en Sandoná un candidato intentó agredir a un observador”, dijo la MOE.

Entre las 7 a. m. a 4 p. m. se recibieron 84 reportes de anomalías e irregularidades electorales, para un total de 679 informaciones ciudadanas. En Twitter las denuncias fueron 22.747.

La MOE había recibió un total de 376 reportes ciudadanos, de los cuales fueron clasificados como presuntas irregularidades y anomalías electorales 351 reportes. Un total de 25 reportes no fueron clasificados por no comportar ningún tipo de anomalía electoral.

Los reportes fueron clasificados de la siguiente forma:

Diez por violencia política, 135 irregularidades, 31 por intervención política, 17 por omisión de autoridad, 125 por calidad del proceso y 31 por alteración en los resultados.

De estos reportes, se clasificaron 62 reportes como de confiabilidad alta, 204 de confiabilidad baja y 110 de confiabilidad moderada.

“Los reportes ciudadanos provinieron de 21 departamentos y de Bogotá. Destacan Antioquia con el 22 por ciento, seguido por Bolívar con el 14 por ciento y Bogotá con el 11 por ciento de reportes”.

Hechos aislados de violencia se presentaron en Leyva (Nariño), La Hormiga (Putumayo), Toribío (Cauca), El Castillo (Meta), Aguadas (Caldas), Tame (Arauca), San Calixto (Santander), Valle de Guamues (Putumayo), Puerto Rico, San Vicente de Caguán (Caquetá), así mismo se desactivaron artefactos explosivos en Yumbo (Valle) y en Tame (Arauca).

Se recibieron reportes de asonadas en Tubará (Atlántico), Ricaurte (Cundinamarca), Hato Nuevo (La Guajira) y San Jacinto (Bolívar), 24.000 volantes con propaganda negra fueron hallados en Cali, mientras que en El Dorado (Meta) fueron hallados 70.000.

En Medellín (Antioquia) en las Comunas 1, 6, 5 y en Altavista; y en Bolívar (Valle) se presentaron presiones por parte de grupos armados ilegales para votar a favor de determinados candidatos.

En Riosucio (Chocó), Pto Gaitán (Meta), Soledad (Atlántico), Pinedamó, Timbío (Cauca) y Yopal (Casanare) se encontraron tarjetones marcados.

La ONG reportó compra y venta de votos en Barranquilla, Malambo, Arjona (Atlántico), en diferentes barrios de Medellín (Antioquia), Marmato (Caldas), Sincé (Sucre), Cartagena, Sta. Catalina, Magangué (Bolivar), Risaralda, Quimbaya, Armenia, Pijao (Quindío), Pinedamó y Timbío (Cauca) y Cubaral (Meta).

En Remolino (Magdalena), San Jacinto (Bolivar), Chia y La Calera (Cund.) se presentaron denuncias por suplantación de votantes mientras que en Toluviejo (Sucre) se presentaron por suplantación de jurados.

El exceso de publicidad en los alrededores de los puestos de votación se presentó en una gran parte del país. Participación indebida en política por parte de funcionarios se evidenció en Valledupar (Cesar), Coloso (Sucre) y VeRsalles (Valle).

En Sampués (Sucre) y Soledad (Atlántico), se encontró una urna con tarjetones al inicio de la jornada.