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| Foto: TWITTER @CancilleriaCol

Justicia

¿El ministro en realidad pidió el perdón que le exigió la Corte?

Al filo de que se cumpliera el plazo para esa orden judicial, Carlos Holmes Trujillo hizo un video en el que recordó que el 11 de septiembre “en un acto espontáneo, sincero, transparente y respetuoso” ya había ofrecido excusas. ¿Vale haber pedido de perdón antes de que se profiriera la sentencia que así lo ordenó?

24 de septiembre de 2020

Justo cuando se iba a cumplir el término de 48 horas impuesto por la Corte Suprema de Justicia para que el Ministerio de Defensa se disculpara por los abusos de autoridad en que incurrieron miembros de la fuerza pública, el ministro Carlos Holmes Trujillo dio una declaración frente a ese asunto.

Vea el video con el perdón del ministro de Defensa

Sin embargo, sus palabras generarán polémica. El alto funcionario aseguró que "el 11 de septiembre de 2020, el ministro de Defensa, en un acto espontáneo, sincero, transparente y respetuoso, ampliamente difundido, señaló que: (…) la Policía Nacional pide perdón por cualquier violación a la ley o desconocimiento de los reglamentos en que haya incurrido cualquiera de los miembros de la institución”.

El ministro agrega que “esa espontánea expresión de perdón se refiere a cualquier violación a la ley, en cualquier tiempo, en que haya incurrido cualquiera de los miembros de la institución, con lo cual se garantiza el respeto al debido proceso que asiste a cada uno de los miembros de la fuerza pública”.

El polémico fallo de la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia sobre garantizar el derecho a la protesta pacífica y a la libre expresión, proferido el pasado 22 de septiembre, dice claramente en su punto cuarto:

“Ordenar al ministro de Defensa que, dentro de las cuarenta y ocho (48) horas siguientes el enteramiento de esta providencia, proceda a presentar disculpas por los excesos de la fuerza pública, en especial aquellos cometidos por los Escuadrones Móviles Antidisturbios de la Policía Nacional –Esmad– durante las protestas desarrolladas en el país a partir del 21 de noviembre de 2019, las cuales deberán difundirse en el mismo término, por radio, televisión y redes sociales”.

En realidad, las excusas que trae a cuento el ministro fueron ofrecidas luego del crimen del abogado Javier Ordóñez a manos de dos policías. Por lo tanto, se abrirá seguramente el debate de si ese pronunciamiento es válido con el proceder del Esmad que es el objeto de la sentencia de la Corte Suprema.

La tutela fue originalmente formulada ante el Tribunal Superior de Bogotá y subió después a la Sala Civil del máximo tribunal. Ante la sentencia solo queda la eventual revisión de la Corte Constitucional.

Ayer, el ministro Carlos Holmes Trujillo hizo su primer pronunciamiento tras el fallo. Produjo una declaración de nueve puntos en los que reafirmó que el Gobierno garantiza la protesta pacífica y defendió a la Policía señalando que sus procedimientos están amparados por la Constitución, y que no se debe confundir algún desmán particular con el actuar de toda una institución.

Vea: Lo bueno y lo malo del fallo de la Corte Suprema sobre la protesta y el Esmad


Aseguró, además, que el Gobierno solicitará la revisión de la sentencia por parte de los magistrados constitucionalistas. Y no pidió perdón. En el reglamento jurídico, el recurso de revisión de tutela no congela los efectos del fallo de segunda instancia. Es decir, que lo que dispone una sentencia de la Corte Suprema sigue vigente entre tanto se agota esa opción.

En concreto, respecto a la orden perentoria que le impartió la Corte Suprema, el ministro de Defensa aseguró: “Con respecto al punto 4 de esa decisión, la fuerza pública, en particular el Esmad, no incurre en excesos, y en los casos a partir del 21 de noviembre de 2019, en los que pudo existir exceso por parte de la fuerza pública, estos corresponderían a actuaciones individuales de algunos de sus integrantes, por inobservancia de la Constitución, la ley, los reglamentos y protocolos”.

La intervención del ministro agitó el debate. El país inmediatamente se dividió entre quienes lo criticaban y creían que el funcionario estaba burlándose de la justicia, y quienes lo aplaudían, señalando que hacía bien en desatender la orden de fallo y buscar que la Corte Constitucional seleccione la tutela para revisión.