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soldado profesional Hernando Ariel León. | Foto: Prensa Tercera División

CONFLICTO

El “milagro” de salir con vida de atentado en Inzá

El soldado profesional Hernando Ariel León se salvó de morir en el ataque de las FARC.

16 de diciembre de 2013

Cuando han trascurrido casi dos décadas combatiendo grupos al margen de la ley, en medio de un conflicto que azota al país, se podría pensar que un militar ya ha pasado los momentos más duros, pero para el soldado profesional Hernando Ariel León, los hechos que lo marcarían para toda la vida, estaban destinados a ser vividos el pasado 7 de diciembre.

León, con 38 años de edad y 17 en el Ejército, fue uno de los sobrevivientes del atentado en Inzá (Cauca), una población en las estribaciones de la cordillera Central. En el ataque nueve personas murieron luego que las FARC utilizaran poderosos explosivos aprovechando el día de mercado y que no solo la población, sino el país entero, se preparaba para la celebración de la noche de las velitas.

El uniformado oriundo de Supía (Caldas), que desde su papel de militar ha tenido que vivir difíciles momentos como la zona de distención en donde la zozobra rodeaba las frágiles negociaciones que en cualquier momento podían llegar a su fin y sería el momento de actuar, califica el haber salido con vida del contundente ataque en Inzá, como un “milagro”.

“A mí en verdad lo que me salvó es que todos los días leo mi biblia y no me falta a mi lado. Es un milagro de Dios que esté contando el cuento, porque todas las instalaciones quedaron en el piso por el ataque”, dijo.

Cuando apenas se recupera de algunas lesiones que sufrió durante el atentado en sus oídos, cuello y columna, el soldado profesional reconstruyó a Semana.com la pesadilla que vivió en la población después que desde una camioneta que transportaba cebolla, fueron lanzados cinco cilindros bombas que terminaron con la vida de varias personas, además de dejar aproximadamente 40 ciudadanos heridos.

“Yo solo escuché el estruendo no más, uno en el momento no se imagina nada, son cosas muy rápidas que pasan (…) lo primero que hice fue buscar mi fusil y como nos estaban disparando traté de ir a la parte de afuera. El ataque duró entre 10 y 15 minutos, no fue muy largo”, aseguró.

Dijo que una vez vio que el fuego enemigo había cesado, solo pensó en auxiliar a sus compañeros heridos, pese a que seguía aturdido por la explosión que destruyó por completo la estación de Policía y el comando de Operaciones del Ejército. “Como ya no sentí más disparos, yo volví y entré a lo que había quedado. Traté de ayudar a los que estaban heridos y tapados (por los escombros)”, dijo.

Como es normal ante este tipo de situaciones León, quien como radio operador, hace parte del Batallón de Combate Terrestre 57 de la Fuerza de Tarea Apolo, recuerda con dolor lo sucedido con sus compañeros que fallecieron y las vidas civiles que también se perdieron por causa del atentado perpetrado al parecer por el sexto frente de las FARC.

“Todos los que murieron eran los compañeros míos de trabajo. Con unos llevaba compartiendo hace varios años y con los otros desde hace poco, pero igual son mis compañeros”. También les envió un mensaje a los responsables del atentado, que en teoría serían sus enemigos, pero lejos de mostrar rencor lo único que les pide es que piensen lo que están haciendo, “deberían de reflexionar y cambiar, porque muere mucha gente inocente que no tiene nada que ver en esas cosas”.

Pese a lo sucedido y León dijo que no piensa abandonar su carrera militar “yo sigo con lo mío, siempre seguirá siendo mi trabajo, hasta que cumpla mi meta que es pensionarme”, aseguró.

León desde la distancia le envió un mensaje a sus padres y a su esposa, a quienes agradece que en sus oraciones siempre esté presente un ruego por él y porque cada paso que dé en su riesgoso trabajo, esté protegido.

“Primero que todo a mis padres que los quiero mucho, que gracias a ellos estoy acá. Me siento muy orgulloso de tenerlos todavía vivos y de poderle contar lo que pasó”, manifestó.

El soldado piensa en su futuro, que una vez consiga pensionarse no descarta poder estudiar y también seguir trabajando ya desde la vida civil.

El atentado en Inzá fue perpetrado con una camioneta robada días anteriores Florida (Valle del Cauca), que luego fue acondicionada por explosivitas de las FARC para el mortal ataque.

Detrás del hecho estaría Edgar López Gómez, alias ‘Pacho Chino’, quien con la salida de los máximos jefes de las FARC hacia Cuba para las negociaciones con el Gobierno, pasó a ser uno de los subversivos más importante de esa guerrilla. Por su paradero hay una recompensa de $2.500 millones.

El directamente responsable sería alias ‘Dúber’, segundo comandante del frente sexto de las FARC y jefe de la segunda compañía de la misma estructura, a quien se le atribuye planear el ataque. Por él se ofrecen $50 millones como recompensa.

Mientras el tercer sindicado sería ‘Machoman’, presunto jefe de milicias y el aliado de alias ‘Duver’, por su paradero también se pagarán $50 millones. Se habría encargado de arreglar los cilindros e instalarlos en el vehículo.