En acto público, militar retirado admitió responsabilidad en 79 ejecuciones extrajudiciales

Durante el evento de adhesión de 21 organizaciones de la reserva activa de las fuerzas militares a la campaña presidencial de los candidatos por el Pacto Histórico, Gustavo Petro y Francia Márquez, un militar retirado reconoció frente al auditorio con más de 800 personas y frente a ambos candidatos su responsabilidad en ejecuciones extrajudiciales.

El oficial (r) Luis Fernando Borja Aristizábal reveló en el evento, realizado en la ciudad de Cali este viernes 29 de abril, que perteneció al Ejército Nacional por 27 años. “Participé y ordené 79 muertes de colombianos, de ejecuciones extrajudiciales. Doce años antes de firmar al acuerdo de paz, luego me presenté a la justicia y acepté toda la responsabilidad en todas estas muertes, todos estos asesinatos”, señaló Borja, quien recalcó que estos hechos siguen “siendo una vergüenza para quienes portamos el uniforme”.

Ante algunas voces de asistentes en el auditorio que le pedía al militar señalar quién había dado la orden, Borja Aristizábal dijo además que era necesario conocer quiénes sabían de lo que estaba pasando. “Cada día de mi vida he lamentado mi participación en estos hechos atroces y vergonzosos hechos que le quitaron la vida a muchos jóvenes y la tranquilidad a muchas familias y a muchas comunidades y compatriotas”, explicó.

Borja Aristizábal manifestó que ha asistido desde 2010 a la Fiscalía, en donde contó cómo se habían cometido estos crímenes conocidos en Colombia como falsos positivos, y luego entró a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). “Mi intención desde el año 2010 fue darles la cara a las víctimas y al país, pidiendo perdón y aceptando mi responsabilidad de todos estos horribles hechos”, concluyó el exmilitar.

Esta semana toda Colombia se estremeció con las confesiones de horror que, como las de Borja Aristizábal, hicieron en audiencias públicas otros militares responsables de los falsos positivos, ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).

Las Madres de Soacha, después de 14 años de lucha para conseguir justicia por sus hijos asesinados en extrañas circunstancias en la frontera de Norte de Santander en el año 2008, escucharon de la voz de los responsables que los jóvenes no eran guerrilleros.

En los próximos días, otro grupo de 12 militares, entre coroneles y otros mandos, también comparecerán ante la JEP para aceptar su responsabilidad en los llamados falsos positivos.

El pasado miércoles 27 de abril, en la audiencia pública de la JEP en Ocaña, el general (r) Paulino Coronado Gómez entregó su declaración ante una sala llena de víctimas de los llamados falsos positivos. En julio de 2021, Coronado fue imputado por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) por su responsabilidad en los asesinatos extrajudiciales entre 2002 y 2008, convirtiéndose así en el miembro de esta institución con el más alto rango en atribuírsele su participación en esta página oscura de la historia nacional.

Quien fuera comandante de la Brigada 30 entre 2006 y 2008, confesó ante las víctimas estar arrepentido y además reveló que aceptaba su responsabilidad en los hechos mencionados anteriormente. “Hoy reconozco ante ustedes, ante Colombia, que acepto la responsabilidad por no avizorar que con la inflexión física, podría llevar a las unidades bajo mi mando a cometer crímenes”, dijo el general retirado.

“Nunca ordené, planeé o instigué la muerte de ninguna de las víctimas causadas por los miembros del Ejército; pero, como una obligación con mi familia, las víctimas y el país, he decidido aceptar la responsabilidad a título de omisión en tales hechos”, son las palabras que hizo llegar el oficial a la Justicia Especial de Paz, tribunal que nació luego de la firma de los acuerdos de paz con las Farc.