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FARC develan demandas para liberar a Langlois

El grupo armado ilegal reiteró que liberará al periodista, pero añadió en esta ocasión que busca hacerlo con acompañamiento de una comisión conformada por el CICR, la exsenadora Piedad Córdoba y un delegado del presidente electo francés, Francois Hollande.

13 de mayo de 2012

En una información recogida por la agencia de noticias Prensa Latina, la guerrilla de las FARC manifestó su disposición de hacer entrega del periodista francés Roméo Langlois, quien se encuentra bajo su poder desde el pasado primero de mayo, durante combates con el Ejército en zona rural del departamento de Caquetá, el pasado 28 de abril.
 
En un texto divulgado en Bogotá, según el cable de la agencia cubana, la guerrilla propone que el corresponsal de France 24 y colaborador del diario Le Figaro sea entregado a una comisión "formada por la Cruz Roja Internacional (CICR), la senadora Piedad Córdoba y un delegado personal del nuevo presidente de Francia, Francois Hollande".
 
"Aprehender en medio de un combate a quien en una operación militar viste uniforme del enemigo y lo acompaña, en nada lesiona nuestro preciso compromiso. Sólo una visión francamente sesgada puede considerarlo un secuestro", subraya el texto adjudicado al Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC-EP.
 
"Es evidente -añade el texto- que en casos como este, las FARC-EP tiene pleno derecho a detener e investigar, trátese de un nacional o un extranjero".
 
Para la guerrilla, manifiesta el escrito, el caso de Langlois es "ideal" para poner sobre la mesa el tema del papel que juegan los grandes medios de comunicación "el orden social impuesto por el gran capital".
 
Según un comunicado firmado por el Secretariado, las FARC el pasado 7 de mayo aseguran que Langlois vestía prendas del Ejército en medio del combate, por lo que lo califican de 'prisionero de guerra', y pretendían condicionar su liberación a la apertura de un "debate amplio nacional e internacional sobre la libertad de informar". 
 
Tal posición ha sido ampliamente cuestionada tanto por los gobiernos de Colombia, Francia y representantes de la ONU en el país, como por las organizaciones de derechos humanosy y libertad de expresión, quienes defendieron la condición de periodista de Langlois.