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FRUSTRACIONES DE UN HOMBRE SERIO

Pedro Gómez se retira de Resurgir, después de haber luchado contra el volcán, contra la burocracia y contra la ingratitud de los colombianos.

28 de julio de 1986

Pedro Gómez se siente frustrado. Este hombre, que se ha distinguido como uno de los empresarios más eficientes del país, venía acostumbrado a que existía una relación directa entre esfuerzo y resultado, que en sus actividades como constructor lo habían colocado entre los más dinámicos exponentes de la empresa privada. Pero hoy se ha encontrado, como gerente de Resurgir, con que esta relación no es tan automática.

ALAMBRADA BUROCRATICA
Son tres las razones de este desequilibrio. La ineficiencia de la burocracia, la amenaza de la naturaleza y la ingratitud de los colombianos.
Con la primera en cierta forma contaba. Como empresario privado, ya le había tocado vivir la alambrada de obstáculos de la burocracia. "Pero tratándose de un programa de emergencia como el de Resurgir, estas trabas me han parecido desesperantes", declara.
A esto se suma el hecho de que Resurgir es una entidad de coordinación y financiamiento, y no de ejecución. Aunque ello le ha permitido operar con unos gastos de funcionamiento inferiores al uno por ciento de su presupuesto (lo normal oscila entre el 30% y el 60%), también ha representado para Resurgir complicaciones adicionales. "Cuando hemos logrado que las entidades que debían operar en cada caso realmente lo hicieran, a ellas se les han reconocido los resultados. Pero cuando estas no actúan -dice Pedro Gómez- la responsabilidad ha sido siempre de Resurgir". Y con humor exclama que lo único de lo que hasta ahora no se ha culpado a Resurgir es de los resultados del Mundial de Fútbol.
Así, por más perfecta y aceleradamente que Resurgir haya cumplido con los objetivos que le encomendó el gobierno, su labor termina donde comienza la de los organismos ejecutores del Estado. Y si se tiene en cuenta que en Colombia los gobiernos entran en interinidad seis meses antes de que terminen sus períodos, se entiende la lentitud con la que los organismos oficiales han venido desarrollando los planes de Resurgir.
Pedro Gómez cuenta que cuando, dos meses después de la avalancha, el ex presidente Carlos Lleras lo llamó para pedirle una explicación sobre los resultados de Resurgir, él le respondió: "Hemos progresado una barbaridad. Logramos pasar del caos al desorden".
Hoy, siete meses después, puede afirmarse que Resurgir ha cumplido satisfactoriamente con la etapa de planeación y financiamiento que le encomendó el gobierno.

UNO CONTRA VEINTE MIL
Sin embargo, los damnificados no siempre han respondido con gratitud. Esto en cierta forma es comprensible, si se tiene en cuenta que alguien que duerme sobre un colchón en el interior de una escuela y se sostiene con ayuda de 4.500 pesos que mensualmente le gira Resurgir, después de que una avalancha de lodo lo privó de todas sus pertenencias, no tiene muchos motivos para expresar grandes reconocimientos.
Sin embargo, esta ayuda a los damnificados, que incluye atención directa como salud, educación y auxilio de vivienda y la reconstrucción y recuperación económica de las zonas afectadas, representa un esfuerzo monstruoso por parte de Resurgir, más si se tiene en cuenta que todo se ha hecho en 7 meses.
Aunque Pedro Gómez se niega a verla como "ingratitud" sino como una natural rebeldía ante la adversidad que les ha tocado en suerte, la verdad es que la actitud no siempre amistosa de los damnificados también ha obstaculizado los objetivos de la organización. Existen 20 mil voceros que mantienen alimentados a los medios de comunicación sobre la inevitable incomodidad de ser damnificado, contra el esfuerzo silencioso de Resurgir.
Mientras se vuelve fácilmente noticia que un damnificado denuncie, como ha sucedido, el atraso de su pensión oficial, o acuse a Resurgir de haberle enviado una caja de bocadillos viejos, ningún medio de comunicación hace noticia de la entrega de los primeros terrenos donde los damnificados podrán reconstruir sus hogares. Ello obedece al viejo adagio de que "noticias buenas no son noticias". No importa que detrás de lo que sí es noticia existan detalles como que el damnificado del ejemplo resulte ser un "colado" al que se ha ordenado suspenderle la pensión oficial. O que sea mentira que Resurgir envíe cajas de bocadillos viejos (ni siquiera de bocadillos frescos), porque entre sus funciones no figura la de repartir alimentos entre los damnificados.
Los imponderables de la naturaleza también han colaborado para hacer las cosas más difíciles. La posibilidad de que el volcán vuelva a activarse ha frenado el regreso de la gente, mantiene alejada la inversión privada en la región y por consiguiente también la generación de empleo. Sin embargo, Resurgir ha trabajado fuertemente para conjurar, hasta donde es posible, estas nuevas amenazas de la naturaleza. "Si el volcán explotara hoy -asegura Pedro Gómez-, no debería haber un solo muerto. Salvo aquellos que deliberadamente y a conciencia han preferido permanecer en la zona de riesgo, porque abandonar sus terrenos, a los que les han dedicado toda una vida, significa cambiar un riesgo incierto por uno cierto: la pérdida total de sus patrimonios".

PISANDO CALLOS
Sin embargo, también hay satisfacción. "La principal es la de haber prestado un servicio indispensable para el país. Ha sido una labor ardua y compleja. Hemos pisado muchos callos". Y admite que una de las sorpresas más gratas de su labor al frente de Resurgir ha sido el comportamiento de los políticos. "He tenido que modificar el concepto que tenía sobre ellos. Por ejemplo, la actitud de políticos como Santofimio o Jaramillo ha sido totalmente altruista. Me ofrecieron su respaldo total, a cambio de nada. No puedo decir sin embargo lo mismo de sus capitanes, quienes han obstaculizado en varias oportunidades la labor de Resurgir".
Ahora, Pedro Gómez ha anunciado su retiro de la gerencia de Resurgir. Y aunque el presidente Betancur le ha pedido que reconsidere su decisión, él sostiene que no le creará ningún traumatismo a la organización. "Mi retiro es conveniente. Resurgir es una entidad que ha trabajado sometida a una increíble presión. Y como las ollas express, Resurgir necesita un poco de oxígeno".