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Arce se desempeñó como gerente del Fondo Adaptación. Foto: Presidencia. | Foto: Presidencia

GABINETE

Minminas, un cargo en el que pocos duran

Germán Arce comienza su gestión como el sexto maquinista de la locomotora minera. Recibe un sector en crisis y manejado casi exclusivamente por los conservadores.

24 de abril de 2016

La polémica por la licencia ambiental a una compañía petrolera para hacer exploración cerca de los parques naturales Tinigua y La Macarena volvió a poner los ojos del país sobre la situación minero energética.

La locomotora, uno de los ejes de desarrollo del Gobierno, alcanzó velocidad de tren bala en los primeros años, pero hace unos meses pegó un frenazo en seco que tiene a buena parte de ese sector en una crisis.

En medio de este panorama, una de las principales críticas es la falta de maquinista. En los seis años del gobierno Santos han pasado seis ministros de minas y energía, seis directores de la Agencia Nacional Minera y seis directores de la Agencia Nacional de Hidrocarburos.

El sector, apaleado por la caída de los precios de las materias primas y la amenaza de apagón, venía desde hace varias semanas exigiendo que la cabeza de ese ministerio fuera nombrada pronto. Desde hace más de un mes, y a pesar de los múltiples problemas, esa cartera estaba en interinidad.

Ante la renuncia de Tomás González, la Presidencia había designado a María Lorena Gutiérrez para que asumiera esas funciones de manera temporal. Sin embargo, por las múltiples responsabilidades que ella tenía en Palacio, muchos consideraban que era casi imposible que estuviera pendiente tiempo completo de un sector que necesitaba dedicación total. Aunque el paso de la súper ministra por esa cartera no fue mal recibido por la opinión pública, entre los empresarios había indignación pues siempre han considerado casi un insulto que quien lidere ese sector no conozca a fondo el tema.

Buscar el reemplazo de González no fue fácil. Muy pocos querían asumir esa cartera. A varios presidentes de compañías les ofrecieron el puesto, pero ellos en privado aseguran que lo rechazaron porque es muy difícil montar ese potro en este momento.

A eso se sumaba que en el Palacio de Nariño existe un complejo ajedrez por los altos cargos que piden los grupos políticos, y se daba por descontado que la cartera quedaría en manos del Partido Conservador. Encontrar a alguien que tuviera el conocimiento técnico pero también llenara esa cuota burocrática era la tarea del Gobierno desde hace semanas.

Finalmente fue nombrado nuevo ministro el economista Germán Arce, quien venía de ser viceministro de Mauricio Cárdenas, uno de los líderes de los azules. Aunque sorprendió que el nombramiento se diera por fuera del anunciado cambio de gabinete, la verdad es que esa cartera no podía estar más semanas a la deriva.

La industria recibió relativamente bien el nombramiento de Arce pues este había sido presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura durante cinco meses en el pasado. Sin embargo, existe molestia por el hecho de que el Partido Conservador se esté quedando con todos los altos cargos del sector. En Ecopetrol, la principal empresa petrolera del Estado, está Juan Carlos Echeverry. El Ministerio de Minas estuvo al mando Mauricio Cárdenas, quien desde hace un par de años está en cabeza de la cartera de Hacienda, una de las más vitales para la industria. Tanto así, que su viceministro ahora es el jefe de la cartera de Minas. Y se sabe que esa colectividad también está detrás de poner alguno de los suyos en la Agencia Nacional de Hidrocarburos ante la renuncia del ingeniero Mauricio de la Mora.

Los gremios también terminaron en los godos. En la Asociación Colombiana de Petróleo está Francisco Lloreda, hijo del patriarca conservador Rodrigo Lloreda Caicedo y ministro de Educación de Andrés Pastrana. Y la Cámara Colombiana de Bienes y Servicios Petroleros (Campetrol) la dirige Rubén Darío Lizarralde, quien también viene del pastranismo y es muy cercano a Martha Lucía Ramírez.

El constante cambio de funcionarios en las entidades del sector ha generado incertidumbres, malestar y una modificación permanente en las reglas del juego, no sólo en el ministerio.

Por la Agencia Nacional Minera han pasado también seis funcionarios. Actualmente está Silvana Habib, quien era la mano derecha de María Lorena Gutiérrez en el Palacio de Nariño. Aunque la funcionaria es reconocida por su talante, su juventud y su falta de experiencia en el sector fueron criticadas por los empresarios cuando la nombraron.

Por la Agencia Nacional de Hidrocarburos también ha pasado el mismo número de funcionarios y se espera que exista una gran puja por quien llegue a liderar esa entidad en un momento en que la industria petrolera necesita liderazgo.

El papel que tendrá Arce como el nuevo maquinista de la locomotora minera será clave. El funcionario tendrá que sacar del estancamiento a un sector que aporta buena parte del crecimiento económico del país.

La caída ha sido dramática. En el 2011 el sector creció 14,4 % y el año pasado apenas 0,6 %. Ecopetrol, la principal petrolera del país, registró pérdidas por $3,9 millones y está haciendo esfuerzos ingentes para evitar que sus reservas se agoten antes de seis años.

Las grandes empresas mineras también afrontan una situación compleja por el derrumbe de los precios del carbón y el níquel, que en los últimos años cayeron más del 70 %. La inversión extranjera en el sector en el último año cayó 37 % y por lo menos 40 empresas, entre proveedoras y pequeñas compañías, están haciendo fila en la Superintendencia para acogerse a la Ley de reestructuración. Para no hablar de lo que ha vivido el sector eléctrico este año con el fenómeno del Niño y de Reficar, uno de los mayores escándalos que ha vivido ese sector.

Uno de los puntos estructurales será manejar el gran malestar que existe porque en la última reforma tributaria les aumentaron la carga a las empresas en momentos en que la situación es la más complicada.

Paradójicamente, uno de los grandes retos que tendrá Arce será defender, ante quien fue su jefe hasta esta semana, los intereses del sector, que aboga por menos impuestos en momentos en que la principal tarea de Mauricio Cárdenas es buscar mayores recursos. Lo que se le viene a Arce no será fácil. Muchas compañías sienten que ya se les llenó la copa por cuenta de la falta de seguridad jurídica para su inversión.

El caso de la licencia cerca de La Macarena, independientemente de su valiosísimo componente ambiental, demostró la falta de coordinación de las entidades del Estado y la urgencia de establecer unas reglas de juego claras para la industria. Unas compañías ya anuncian multimillonarias demandas contra el Estado y otras estudian la posibilidad de irse del país. Así, lo más seguro es que el nuevo maquinista llegará a trabajar esta semana, pero no tendrá luna de miel.