“Hay que ayudar a los homosexuales porque son enfermos”

“La homosexualidad es una enfermedad”. Así de breve y de contundente, el profesor Gabriel Mora-Restrepo les explica a sus alumnos de la Universidad de la Sabana sus conocimientos. No se trata de un docente más, sino de uno de los académicos más cercanos al procurador general de la Nación, Alejandro Ordóñez.

Fragmentos de las tesis del profesor fueron revelados en la mañana de este martes en Blu Radio. La emisora explicó que los propios estudiantes hicieron las grabaciones para informar a la ciudadanía de los conceptos que están recibiendo acerca de un tema de actualidad.

Mora-Restrepo fue designado por Ordóñez procurador auxiliar para Asuntos Constitucionales en el momento en que se desempeñaba como profesor de planta de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana, alma mater que se encuentra en el centro de la polémica precisamente por haber enviado un concepto a la Corte Constitucional en el que afirmaba que la homosexualidad es una enfermedad.

Dicha opinión es de suma importancia en instantes en que la alta corporación debe decidir si las parejas del mismo sexo pueden adoptar o no.

Mora-Restrepo lleva más de diez años vinculado con la universidad y es profesor de cátedra de pregrado y director de la Maestría en Derecho Constitucional.

“Cuentan esto y muchas más cosas de lo que pasó en la American Psychiatric Association (APA) para sacar el homosexualismo de las enfermedades, del diccionario de las enfermedades. Les toca fundar una nueva organización aparte de la APA, que se llama National Association for Research & Therapy of Homosexuality (NARTH), que es la parte de los psiquiatras norteamericanos dedicados a la terapia homosexual, terapia psiquiátrica psicológica para sanar una cantidad de heridas que tienen por dentro”, dice el profesor en los audios.
 

Sin embargo, Blu Radio aclaró que desconocía en qué momento se hicieron las grabaciones.

El profesor, en un momento de la cátedra, incluso añade que "los homosexuales guardan profundo silencio sobre sus prácticas sexuales” por lo que, ironiza, “hay que tratarlos con amor y respeto porque si bien es una enfermedad, les duele que les digan enfermos”.