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Rodrigo Noguera Calderón, rector de la Sergio Arboleda de Bogotá, e Iván Duque en la entrega de la "Orden Universidad Sergio Arboleda. | Foto: Tomada de http://www.usergioarboleda.edu.co/noticias/estudie-en-las-mejores-universidades-ee-uu-mi-mayor-orgullo-sergista-ivan-duque/

ELECCIONES 2018

Por primera vez, la Sergio Arboleda tiene presidente

La universidad fundada por Álvaro Gómez tiene su primer egresado en la Casa de Nariño. Así fueron los años de Iván Duque en ese centro académico.

17 de junio de 2018

Iván Duque llegó a la Sergio Arboleda por uno de esas circunstancias que a veces pone la vida porque lo que realmente él quería era ser militar.  Sin embargo, una luxación en la rótula izquierda tiró al traste ese sueño. Por cuenta de esa lesión, el Ejército no lo recibió. “En ese momento yo no me había presentado a ninguna universidad”, recuerda Duque, quien hoy es el primer egresado de ese centro académico que logra llegar al llamado solio de Bolívar. 

El entonces recién graduado del colegio Rochester no había contemplado plan B. Un amigo de su papá, Bernardo Beltrán Mahecha, le recomendó pasar papeles ala Sergio Arboleda, que como era nueva, aún tenía inscripciones abiertas. Me llamó la atención que se presentó con el pelo largo -no era tan largo- pero no era usual que un estudiante de derecho tuviera el pelo así. Sin embargo, esto nunca afectó su proceso, recordó José María del Castillo Del Castillo el entonces decano de derecho en un artículo publicado recientemente por la universidad. 

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Su amigo Francisco Barbosa lo recuerda como un ‘nerdo’. Siempre se sentaban en la primera fila y eran de los que constantemente preguntaban en clase. Llevaban el periódico a la universidad para estar actualizados y las tardes de estudio las pasaban en la casa de Iván porque el papá, que también era abogado, tenía una biblioteca casi mejor que la de la universidad, con más de 17.000 volúmenes.

Celebración en la sede de Iván Duque en la segunda vuelta. Foto: León Darío Peláez/SEMANA

Duque había entrado a la Sergio Arboleda sin mucho entusiasmo. “Yo al comienzo pensaba hacer un semestre y cambiarme de universidad, pero me encontré con un ser humano excepcional: Álvaro Gómez”. Ahí decidió quedarse. La muerte del líder conservador le tocó de cerca. Unas horas antes de que lo asesinaran saliendo de ese centro académico, Duque había tenido clase con él. Habían hablado de un seminario de derecho constitucional que estaban preparando. Cuando se estaba devolviendo para el salón, se produjo el atentado. “Me marcó muchísimo”, recuerda.

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En la Sergio Arboleda, el ascenso de Duque se vive con euforia. La universidad se puso la camiseta por su antiguo estudiante. Varias de las personas más cercanas de la campaña también crecieron allí. Barbosa es uno de ellos. Hoy es quien coordina el tema de justicia transicional allí. Ambos compartieron los 5 años de carrera. Estudiaban juntos en un salón grande en la parte de atrás de la casa de Duque y durante los huecos en la u tomaban café, charlaban brevemente o se dedicaban a su lectura de los diarios. “En la universidad las clases eran como en un colegio, desde las 7 hasta la 1 una clase cada hora en un mismo salón; era muy pequeña en ese momento”, cuenta. 

Camilo Gutiérrez, quien fue su profesor de Derecho Internacional Público durante 1996, afirma que desde esa época le veía futuro a Duque. “Al leer el nombre de Iván Duque, vi que era hijo de Iván Duque Escobar, razón por la cual logré percibir que debía tener una formación intelectual muy sólida porque su padre era una persona supremamente culta, con una experiencia y una resonancia en el mundo de la política”, agrega.


Duque con Marta Lucía Ramírez, su fórmula vicepresidencial, en la primera vuelta

Gutiérrez dirigió la tesis de grado de Duque. Su tema fue la protección de derechos humanos frente a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH). Según el profesor, “las bases sobre las cuales está construido el edificio intelectual de Iván Duque se encuentran en la pasión que tiene por el tema de la protección de los derechos humanos. En eso es inflexible”. El catedrático define a Duque como una persona sincera y un ser humano integral. Con esa tesis, Duque recibió su diploma de abogado el 3 de agosto del 2.000. Luego de graduarse, el candidato del uribismo viajó a Washington. En la capital de los Estados Unidos vivió más de 10 años y trabajó la mayoría de estos en el Banco Interamericano de Desarrollo.

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Además de ser su alma máter, la Sergio Arboleda es considerada por algunos como el banco de pensamiento de Duque. Hay grupos de estudio que le acompañan y le suministran insumos. Duque le ha retribuido a su universidad siendo catedrático. Al volver al país, de inmediato se vinculó a la Escuela de Política, dictando Historia política de las civilizaciones. “Iván es un gran lector de la historia de la humanidad y preparó una clase muy interesante y muy asistida. A los estudiantes les encantaba ir a la clase”, señala Miguel Ceballos, decano de la universidad. También dictaba Hacienda Pública en la Escuela de Derecho y era profesor en maestría.

Duque durante su campaña electoral

“Los 2 coincidimos como profesores de la carrera de Política y Relaciones Internacionales e hicimos algunas actividades en conjunto, como charlas y visitas”, indica Juan Lozano, decano de la Facultad de Comunicación. “Duque era un profesor muy esmerado porque él es muy disciplinado con sus lecturas y con su producción académica”, señala.

Duque recibió la Orden Universidad Sergio Arboleda hace unos meses. “Avancé en una carrera que me permitió estudiar en las mejores universidades de Estados Unidos, escribir cinco libros y haber construido más de 14 años como columnista de opinión; pero debo decir que el orgullo más grande es ser Sergista”, señaló Duque ese día. 

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En ese mismo evento, Duque recordó aquella pregunta que Gómez Hurtado le hizo un día antes de entrar a la clase de Cultura Colombiana: “Usted, ¿qué quiere ser en la vida?”, a lo que sin titubear le respondió “Servir a mi país”.

Para su gran amigo Francisco Barbosa, los resultados de este 17 de junio no son una sorpresa. “Este país es un país que requería de grandes liderazgos y uno de esos era Iván”, afirma. Con su llegada al poder, no solo el uribismo está de fiesta.