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ELECCIONES 2018

Los ganadores y perdedores de la segunda vuelta

Además de Iván Duque, el ganador obvio de estas elecciones, son muchos los que se benefician de su victoria. Algunos recuperan la influencia que habían perdido; otros mejoran su ubicación en el mapa político, con miras a futuras jornadas electorales. Otros, en cambio, tendrán que reponerse de las heridas que les deja esta votación.

17 de junio de 2018

La victoria de Iván Duque en las elecciones presidenciales de este domingo produce un inevitable reacomodo en las fuerzas políticas del país.

Además de él, que llega a la Presidencia después de una breve pero meteórica carrera política y una campaña muy exitosa en la que derrotó a líderes mucho más tradicionales de su partido, del centro y de la derecha, son ganadores también los expresidentes Uribe y Pastrana; su candidata vicepresidencial Marta Lucía Ramírez, y en general, los empresarios, la clase política tradicional y todos los sectores que apoyaron el No en el plebiscito.

Aunque Gustavo Petro logró la votación más alta obtenida por la izquierda en la historia del país, con más de 8 millones de votos, es el principal perdedor en estas elecciones, porque no logró superar el techo que muchos aseguraban que tenía. Con él pierden también los sectores de izquierda, que tendrán que seguir esperando su oportunidad para llegar al poder, pero también los de centro, que no pudieron ponerse de acuerdo sobre su apoyo a Petro o al blanco y terminaron divididos. Pierde también el presidente Santos, que ve en riesgo su legado político, y el Partido Liberal, que queda aún más maltrecho y dividido que como había quedado después de la primera vuelta.

Estos son los ganadores y perdedores de esta segunda vuelta.

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Ganadores:

Iván Duque

Llega a la Presidencia después de una campaña sorprendente. Al principio, tuvo dificultades para lograr la candidatura del Centro Democrático, porque muchos líderes de su partido consideraban que estaba muy biche para llegar al poder. Sin embargo, el guiño del ex presidente Uribe le sirvió para quedarse con la candidatura y ya con ella enfrentó y superó sin mayores dificultades en la consulta interpartidista a Marta Lucía Ramírez, una política con una trayectoria mucho mayor que la suya. Su victoria en la consulta lo catapultó en las encuestas y desde ese momento no hubo quién lo superara. Como presidente tendrá que demostrar que a pesar de su experiencia puede gobernar con independencia frente al ex presidente Uribe y buscar la unidad en el país después de una campaña que profundizó la polarización.

Álvaro Uribe

Después de 16 años de haber llegado a la Presidencia por primera vez, Uribe demuestra que sigue siendo el gran elector en Colombia. Además de sus dos períodos presidenciales, fue fundamental para la elección de Juan Manuel Santos, en 2010, y luego de su distanciamiento, estuvo muy cerca de llevar a la Presidencia a Óscar Iván Zuluaga, en 2014.  Con Iván Duque tiene la oportunidad de que su partido, el Centro Democrático, vuelva al poder, para implementar sus políticas que él impulsó en su Gobierno sobre seguridad y desarrollo. Su reto, durante la Presidencia de Duque, será demostrar que no va a gobernar por interpuesta persona y que su partido puede ser una alternativa de poder sin depender directamente de él.

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Marta Lucía Ramírez

Con su elección pasa a la historia como la primera mujer vicepresidente de Colombia, pero además de eso, queda muy bien posicionada para las próximas elecciones. Después de obtener cerca de 2 millones de votos en la primera vuelta de las presidenciales de 2014, prácticamente repitió su votación en la consulta interpartidista del 11 de marzo. A pesar de ser derrotada en esa jornada, su apoyo a Duque fue fundamental para que el candidato del Centro Democrático obtuviera su victoria este domingo. Su reto será mantener un perfil alto durante el Gobierno de Duque, dependiendo de las responsabilidades que le delegue el presidente, y barajar bien sus cartas con miras al 2022.

Andrés Pastrana

El expresidente también es un ganador gracias a la alianza que hizo con el expresidente Uribe en 2017. A pesar de que dejó la Presidencia en 2002 siendo el mandatario más impopular de la historia, su victoria en estas elecciones le ha permitido ser relevante de nuevo en el panorama político nacional. Su reto, en el gobierno de Duque será recuperar el espacio político frente a un partido conservador que hasta hoy se encuentra dividido.

Los cristianos

El partido Mira decidió apoyar a Duque desde antes de la primera vuelta, lo cual hace su respaldo más significativo. De haber perdido sus curules en el Senado y no haber alcanzado el umbral, por culpa de un fraude electoral, este movimiento no solo regresó al Congreso sino que ahora hará parte fundamental de la bancada de Gobierno. El reto de este partido será impulsar los seis puntos que hicieron parte de su acuerdo programático con el Centro Democrático: libertad religiosa, empleo y emprendimiento, reforma electoral, profesionalización del servicio diplomático, familia y seguridad social para los campesinos.

Viviane Morales.

Aunque tuvo que retirar su candidatura antes de primera vuelta, la exfiscal general de la Nación se alió con Iván Duque antes de que llegara a esa candidatura el Partido Liberal. Y aunque por las decisiones que tomó como fiscal llegó a ser considerada la perseguidora del uribismo, sus posiciones políticas son mucho más coherentes hoy con el Centro Democrático que las de su antigua colectividad. Su reto para el próximo gobierno será definir en qué lugar del espectro político se siente más cómoda, si quiere mantenerse cerca del partido de Gobierno o si se continúa como independiente, con miras a una eventual futura candidatura.

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Ganó, pero perdió

César Gaviria

El expresidente y jefe del Partido Liberal ganó, en la medida que anunció su respaldo a Iván Duque para la segunda vuelta, pero fue más lo que perdió porque su colectividad queda en una situación muy precaria. No solo está dividido, sino que las banderas que defendió durante el gobierno Santos están ahora en vilo en un gobierno de Duque, en especial, el acuerdo de paz y la reparación de las víctimas, sobre los cuales el Centro Democrático ha hecho serias críticas y ha prometido reformas de fondo. En lo personal, su decisión de respaldar a Duque fue criticada porque, según muchas personas, solo buscaba favorecer a su hijo frente al nuevo gobierno. Gaviria no tendrá facil recuperar su peso político teniendo en cuenta que su partido ya no encaja en el Gobierno ni en la oposición.

Perdieron, pero ganaron un poco

Gustavo Petro

A pesar de que obtuvo una votación muy significativa, la más alta para un aspirante de izquierda en el país,  al candidato de la Colombia Humana no le alcanzó para ganar las elecciones. Las críticas a su carácter, a sus fallas como administrador y el temor que había en un amplio sector de la población de que pudiera convertir a Colombia en Venezuela, le terminaron impidiendo alcanzar una votación más alta. Su reto será consolidarse como líder de la oposición contra el Gobierno de Duque, pero lo más difícil será demostrar en una futura campaña electoral que la votación que alcanzó en estas elecciones no es su techo definitivo.

Claudia López

La dirigente de la Alianza Verde también resultó perdedora. Aunque haber logrado impulsar desde el Senado la consulta anticorrupción le permite mantener su relevancia en el panorama político, su apoyo a Petro no fue suficiente para impulsar la candidatura del candidato de la Colombia Humana. Además, dadas las fuertes críticas que había hecho contra él, fue vista como una decisión poco coherente. Su reto, en el próximo Gobierno, será posicionarse como una de las líderes de la oposición y mover correctamente sus fichas para una eventual candidatura a la Alcaldía de Bogotá o a la Presidencia en el 2022.

Perdedores

Sergio Fajardo

Aunque su votación en la primera vuelta fue muy cercana a la de Gustavo Petro, con alrededor del 23% de los votos, la posición que adoptó tras la jornada electoral resultó diluyendo el liderazgo que había alcanzado ese día. Aunque justificó su decisión de votar en blanco, como un acto de coherencia porque no le gustaba ninguno de los dos candidatos, esta opción no resultó siendo significativa, apenas representó alrededor del 4% de los votos. No haber logrado una decisión de consenso con los demás integrantes de la Coalición Colombia pudo haber sido la principal causa para que este liderazgo se diluyera. Además, muchos lo criticaron por preferir ir a ver las ballenas en el Pacífico, que quedarse a orientar a sus seguidores sobre la situación que se estaba viviendo en las últimas semanas.

Humberto de la Calle

Al igual que Sergio Fajardo, su decisión de votar en blanco no resultó teniendo mayor peso político. De la Calle pierde en especial por dos razones. Primero porque deja un partido dividido, cuya dirigencia se unió al candidato ganador, pero cuya base, en buena parte, no se siente representada por el nuevo presidente. Y segundo, y tal vez lo más importante, porque el acuerdo de paz que durante años trabajó por construir, ahora está en riesgo de ser echado atrás, por un presidente que tiene el apoyo de su propio partido. 

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Juan Manuel Santos

Aunque el Presidente manifestó en muchas ocasiones que después de la Presidencia no buscará interferir en ninguna de las decisiones que tome el nuevo mandatario, la victoria del Centro Democrático sí es una derrota para él, en la medida que pone en riesgo en parte su legado. En especial en el tema de paz. Como lo anunció Iván Duque durante su campaña, su propósito no es hacer trizas el acuerdo con las Farc, pero sí le hará cambios significativos, que podrían echar atrás muchos de los puntos acordados, en especial en materia de tierras y de justicia transicional. El reto para Santos será que el acuerdo haya quedado tan blindado como él espera y que no sea posible volver atrás en lo que ya se había alcanzado.