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Un hombre en Bogotá reveló un caso de atracó mediante la modalidad de escopolamina. Una mujer que conoció por Tinder lo asaltó.
Un hombre en Bogotá reveló un caso de atracó mediante la modalidad de escopolamina. Una mujer que conoció por Tinder lo asaltó. | Foto: Pantallazo de video

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La versión criolla, denuncian a ladrona de Tinder en Bogotá

Un hombre reveló un caso de atraco en su casa por cuenta de una mujer que conoció por Tinder. Lo ‘escopolaminaron’ y hasta se quedaron viendo “El estafador de Tinder” en Netflix mientras él estaba sin conciencia.

28 de febrero de 2022

El pasado 10 de febrero un hombre en Bogotá, usuario de Tinder, resultó víctima de un atraco en la modalidad de escopolamina, en su propia casa y con una mujer que conoció por esta red social. Un match que le salió muy caro a la víctima.

El hombre conoció a su victimaria y en la primera cita acordaron que el encuentro sería en la casa del futuro atracado, ubicada en el norte de Bogotá. Luego de varias conversaciones fijaron la hora: 7 de la noche. “Yo sabía que iba por el dinero, como empiezan hablando uno las identifica, a la segunda conversación son muy amables, “que mi amor, que papi, es por plata”.

Un hombre en Bogotá reveló un caso de atracó mediante la modalidad de escopolamina. Una mujer que conoció por Tinder lo asaltó.
Un hombre en Bogotá reveló un caso de atraco mediante la modalidad de escopolamina. Una mujer que conoció por Tinder lo asaltó. | Foto: Pantallazo de video

Aunque la víctima tenía claro que la invitada no sería el amor de su vida, sino una mujer interesada en acceder a alguna prebenda económica luego del encuentro sexual, no pensó que terminaría ‘escopolaminado’ y asaltado. Al día siguiente de la cita el hombre apenas se podía reconocer en un espejo, porque su casa era distinta, la habían desocupado, lo único que se salvó fue el televisor que estaba atornillado a la pared. “Los descarados incluso tuvieron tiempo para ver 43 minutos de El estafador de Tinder”, dijo la víctima.

El encuentro amoroso-sexual previsto para las 7 de la noche de ese jueves 10 de febrero se cumplió, el problema es que duró apenas unos minutos, porque lo único que obtuvo la víctima fue un severo dolor de cabeza y un daño intestinal tras tomar un vaso con jugo que en lugar de azúcar, al parecer, tenía escopolamina.

“Subimos y nos sentamos en el sofá. Me gustó, estaba como tranquilo y me dijo que si tomaba, le dije que no… Me dijo: no, cómo así yo vine a que la pasáramos rico”, dijo la víctima tras explicar cómo comenzó la corta noche que apenas recuerda.

El hombre advierte que después de negarse a compartir una copa de vino con su invitada, ella le sirvió de manera repetida el jugo de naranja e intuye que en un descuido algo le puso en la bebida, pues sus preocupaciones se disiparon y abrió paso al objetivo central de la cita, el sexo.

“Se me subió a las piernas, se desvistió el torso, como para besarle los senos, estaba bien, era una mujer muy bella. Luego sentí una borrachera y me dijo quítate la ropa y hasta ahí me acuerdo”, relata por eventos la víctima que ahora busca ayuda de la Fiscalía.

El desastre en que terminó una cita más para este hombre acostumbrado y experimentado en los encuentros por Tinder, estaba advertido. La víctima confiesa que las extrañas actitudes de la mujer eran evidentes, pero su cordura y prevención terminaron sometidas a las ganas, al placer de ver su pecho desnudo, donde presume, también estaba la escopolamina.

“Entonces me dijo, bueno brindemos con jugo de naranja… me descuidé y ella me insistía en que tomara jugo de naranja. Luego iba cada rato al baño. Estaba tranquilo, ya no me preocupaba que ella se fuera al baño”, señala el hombre ‘escopolaminado’.

Los recuerdos de la víctima son escasos en imágenes, no tanto en relatos, pues reconoce con exactitud la forma en que la conoció, lo que le decía por celular y las fotos que le compartía para motivar el encuentro. Sin embargo, la cita se diluye en su memoria en pequeños momentos: cuando llega la mujer, le paga el taxi, suben, charlan, le ve los senos y luego aparece en la madrugada en su cama y atormentado por un dolor muy fuerte.

“Estaba con ropa, pero sin un zapato y volví a caer en la cama. En la mañana empecé a revisar las cosas y me había desocupado. Me quedé sin documentos, ni celular”, cuenta la víctima en entrevista con SEMANA, mientras entrega detalles segmentados de algo que puede estar ocurriendo de manera recurrente: más hombres víctimas de esta modalidad de atraco.

La denuncia ya está en la Fiscalía. Hay videos, fotos y otros detalles que podrían ayudar a identificar plenamente a la atracadora de Tinder y las personas que le ayudaron a desocupar el apartamento, pues en las cámaras de seguridad se observa cómo otras personas ingresaron a la casa mientras la víctima estaba ‘escopolaminada’.

El hombre aún está esperando que los investigadores lleguen a su casa, recuperen las pruebas, revisen los videos de seguridad y obtengan los elementos que él mismo se encargó de recolectar, pero que la Fiscalía no ha recibido y que siguen en la casa de la víctima, lugar de los hechos.