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INVIERNO

Lluvias no ceden: cifra de muertos supera los 170

Según el último balance de la Cruz Roja Colombiana, 1,5 millones de personas han sido afectadas por las lluvias y unas 10.821 viviendas han sido destruidas.

3 de diciembre de 2010

Las lluvias que azotan al país ya dejan como saldo 174 muertos, 225 heridos, 19 desaparecidos y 1.503.730 damnificados en 28, según el más reciente balance de la Cruz Roja.

"Tenemos a 174 personas que han fallecido por la ola invernal, 225 heridos, 19 desaparecidos y 1.503.730 damnificados", señaló el subdirector operativo de Socorro de la Cruz Roja colombiana, César Urueña.

"Nunca habíamos tenido por ola invernal esa cifra de personas afectadas", señaló Urueña a, tras asegurar que "el 95% del país se encuentra afectado" por las lluvias que han destruido o averiado un total de 1.821 viviendas.
 
Cabe recordar que el año pasado murieron 110 personas a causa de las fuertes precipitaciones.
 
Los departamentos más afectados son los de la costa caribe, donde las lluvias no cesan y han desbordado los ríos más importantes del país y ocasionado el anegamiento de unas 500.000 hectáreas de tierras cultivables y de ganadería que dejan cuantiosas pérdidas materiales, según ha dicho el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo.
 
Se calcula que unas 40.000 reses han perecido y más de dos millones han debido ser desplazadas a sitios seguros, según José Félix Lafaurie, presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos (FEDEGAN). 
 
Así mismo, en las últimas horas se emitió un mensaje de alerta máxima para los municipios ubicados en la ribera del río Magdalena ante la apertura gradual de las compuertas de la represa ubicada en el municipio de Prado (Tolima), que alcanzó su máximo nivel.

Esta situación, sumada al ya amplio caudal que registra el principal afluente del país, puede producir desbordamientos que afecten zonas urbanas, ganado y cultivos.

Ambalema, Honda, La Dorada y Puerto Salgar son algunos de los municipios que pueden resultar afectados por el aumento del caudal. Las autoridades anunciaron un constante monitoreo en la zona con el fin de evitar una afectación mayor.
 
AP