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El 2 de julio de 2008 fue de júbilo nacional. Ese día el Ejército rescató 15 secuestrados. En la foto el sargento Ricardo Marulanda saborea los primeros instantes de libertad

CONFLICTO

Lo que 'Jaque' se llevó

¿Qué cambió en la guerra colombiana después del rescate de Íngrid Betancourt y los demás secuestrados?

27 de junio de 2009

Hace un año la operación Jaque se convirtió en el mayor triunfo del Ejército colombiano y en la mayor derrota política que hayan sufrido las Farc en su historia. La estratagema con la que los militares lograron engañar a la guerrilla y sacar de la selva a 15 secuestrados ha sido considerada una jugada perfecta. Pero, más allá de la hazaña, ¿cambió en algo el rumbo de la guerra? ¿Se puede considerar -como lo han hecho algunos- un punto de quiebre para las Farc? ¿Se agotó la iniciativa de las Fuerzas Armadas después de este triunfo?

'Jaque' significó un quiebre más político que militar, que reconfiguró la confrontación del gobierno y la guerrilla en el mediano plazo. Hasta ese momento las Farc enarbolaban la bandera del intercambio humanitario, apoyándose especialmente en la alta presión internacional que tenía el tema. 'Jaque' acabó con esa presión. Una vez liberada Íngrid Betancourt, el tema de los secuestrados desapareció de la agenda de Francia y de los medios de ese país. El asunto tampoco parece tener peso en otros países europeos ahora. Estados Unidos disminuyó sus asesores en Colombia, y Chávez terminó haciéndose a un lado.

Sin presión de otros países, las Farc saben que el canje se hace lejano. Por eso quizá liberaron a Alan Jara el año pasado y mantienen la idea de un intercambio de militares. Aunque ya no hablan de despeje, parecen no desistir de otras exigencias, como la participación de Piedad Córdoba. Por eso han congelado la liberación del cabo Pablo Emilio Moncayo y han empezado a secuestrar nuevos militares. Desde abril, tienen cautivo al soldado Josué Daniel Calvo Sánchez, adscrito a la Brigada Móvil 17, quien aun herido en las piernas fue secuestrado por el frente 27 de las Farc en Vista Hermosa, Meta.

En el plano militar, 'Jaque' dejó una estela de cambios tanto para la guerrilla como para el Ejército. Por un lado, la Fuerza Pública perdió algo de iniciativa. La falta de presión política para liberar a los secuestrados ha representado también una baja en la ofensiva militar, mientras las Farc están reestructurando sus tropas y sus planes.

Aunque muchos han explicado este declive como consecuencia de un eventual triunfalismo en las Fuerzas Armadas, en realidad hay razones más operativas. "Lo malo de 'Jaque' fue el manejo que se le dio", dijo un alto oficial del Ejército. Se refiere a que la divulgación de videos y secretos de la operación alertó a las Farc sobre tácticas y recursos que se estaban usando contra ellos. Saber, por ejemplo, que sus radistas fueron suplantadas, hizo que los insurgentes cambiaran su sistema de comunicación, y esto ha producido una sequía en inteligencia.

En medio de esa dificultad, los militares deben entender cómo impactó 'Jaque' en las operaciones de las Farc y tratar de imaginar nuevas operaciones, aunque difícilmente de la magnitud y la inteligencia de 'Jaque'. "El enemigo aprende", dijo un oficial. Explica que aunque han tendido cercos alrededor del 'Mono Jojoy' y de 'Romaña', no se ha logrado dar con ellos, justamente por las nuevas tácticas de movilidad y defensa que están usando. Aun así, el Ejército ha golpeado a la guerrilla, especialmente en Cundinamarca.

En el terreno simbólico 'Jaque' ha sido crucial para las Fuerzas Armadas. Demostró que más que plomo se necesita inteligencia para enfrentar a un enemigo como las Farc. Incrementó la confianza en el Ejército, aunque se viera fuertemente golpeado por los falsos positivos poco después.

Tristemente ese 2 de julio de 2008, mientras unos volvieron a la libertad, otros vieron endurecer las condiciones de su cautiverio. Y sus posibilidades de libertad se hicieron más lejanas después de 'Jaque'.