Nicolás Maduro y Juan Manuel Santos | Foto: AFP

DIPLOMACIA

Los puntos pendientes entre Santos y Maduro

Si el encuentro de los mandatarios busca limar asperezas, lo más probable es que los temas álgidos no se discutan.

Catalina Lobo-Guerrero, enviada especial a Caracas.
17 de julio de 2013

Aún no se ha definido el lugar preciso donde se encontrarán los presidentes de Colombia y Venezuela, Juan Manuel Santos y Nicolás Maduro, respectivamente. Ambos confirmaron que la reunión será el próximo lunes 22 de julio y se realizará en la zona fronteriza entre los dos países. Lo más probable es que sea en Cúcuta o en San Cristóbal, las dos ciudades más grandes del espacio limítrofe.

La reunión de los dos jefes de Estado fue planteada hace más de un mes, cuando el mismo Nicolás Maduro, en la cadena de radio y la televisión, dijo que estaba dispuesto a reunirse con Santos para reanudar plenamente las relaciones diplomáticas. En ese entonces, el mandatario venezolano afirmó que hizo su anuncio por una recomendación del expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva.

Debido a la falta de coordinación en las agendas de ambos mandatarios, la cita no se había programado. No obstante, las declaraciones de la canciller colombiana, María Ángela Holguín, sobre que ambos países estaban “ad portas” de reanudar la agenda bilateral, dio pie al anuncio del esperado encuentro.

Esta sería la primera reunión entre Santos y Maduro desde cuando este último asumió la Presidencia en el pasado mes de abril. Maduro ya se ha reunido con varios mandatarios, de hecho, en Venezuela se cuestiona que el 25% del tiempo que ha ejercido como presidente lo ha ocupado en giras internacionales.

Si bien Colombia no ha sido un país abiertamente hostil a la Presidencia de Maduro, ya que Santos viajó a Caracas a su posesión, las relaciones entre ambos países tuvieron un momento difícil a finales del pasado mayo, luego de que Santos recibió en Bogotá al líder opositor venezolano, Henrique Capriles.

Aunque la canciller Holguín aseguró que Maduro estaba enterado previamente sobre el encuentro entre Capriles y Santos, eso no impidió que miembros del “gobierno colegiado” que actualmente rige en Venezuela hicieran declaraciones de ataque en contra de Colombia. Este episodio terminó con la amenaza de retirar el acompañamiento de Venezuela al proceso de paz de La Habana, y el señalamiento sobre un supuesto plan, elaborado en Colombia, para asesinar a Maduro. Incluso, se dijo que las ultra derechas venezolana y colombiana compraron aviones de guerra que serían usados en contra de Venezuela.
 
Con estos antecedentes se reunirán Santos y Maduro la semana entrante. ¿Cuáles puntos específicos se hablarán en la agenda del encuentro? ¿Cuáles acuerdos se alcanzarían?

Aún no se conoce el temario de la discusión bilateral. Si se limitan a hablar sobre los programas culturales vigentes entre ambos países, la integración con otras naciones de Latinoamérica y los convenios y los planes energéticos bilaterales, será un encuentro amable y representará el primer paso para recomponer las relaciones diplomáticas. Sin embargo, hay otros puntos pendientes que realmente afectan las relaciones, temas que pueden surgir en la reunión y que, aunque no permitirían una discusión tan fluida, lograrían un encuentro más sincero.
 
Los puntos gruesos
 

- El canciller venezolano, Elías Jaua, anunció que las pruebas del supuesto plan magnicida contra Maduro serían presentadas en la reunión con Santos, a quien Maduro consideró públicamente un “cómplice” de Álvaro Uribe, el estratega político Juan José Rendón (quien trabajó para la campaña presidencial de Santos) y sectores de la derecha venezolana. El ministro del Interior de Venezuela, Miguel Rodríguez, también aseguró que habían capturado a presuntos líderes de una bacrim involucrados en dicho plan magnicida. El gobierno venezolano no ha vuelto a mencionar el tema y tampoco ha dado mayores detalles sobre las supuestas pruebas de que en Colombia se planea sabotear el gobierno de Maduro. Habrá que ver cómo el presidente Maduro aborda este incidente y si realmente presentará evidencias contundentes. Por otro lado, es probable que Santos quiera simplemente pasar la página de este tema rápidamente. Valga recordar que, en su momento, tildó las denuncias del supuesto plan conspirativo como “descabelladas”. Su relación actual con Uribe podría ser el mejor argumento ante Maduro para deslindarse del problema.

- En la misma semana en que se desató la crisis diplomática entre ambos países, viceministros colombianos y sus homólogos venezolanos en las áreas de agricultura y comercio, entre otros, se reunieron en Caracas y Bogotá para lograr que Colombia exporte alimentos a Venezuela a cambio de petróleo. Hasta el ministro de Economía colombiano, Mauricio Cárdenas, dijo estar dispuesto a evaluar fórmulas y alternativas para que eso se convierta en una realidad tangible, pese a la desconfianza que existe entre los empresarios colombianos de exportar al país vecino, ya que el gobierno venezolano aún no ha terminado de pagar la deuda a varias empresas nacionales. La balanza comercial entre ambos países no se ha recuperado después de la crisis diplomática que hubo en el 2008. Además, Venezuela se fue saliendo de la CAN, y los productos que antes importaba de Colombia se fueron sustituyendo con los de otros países del MERCOSUR, cuya presidencia está en estos momentos en cabeza de Venezuela. Para avanzar en este punto, Venezuela tendría que ofrecerles garantías a los empresarios colombianos para que estos inviertanr en una plaza que cada vez es más difícil.

- La economía fronteriza está pasando por uno de sus peores momentos. Los productores colombianos de alimentos y comerciantes se quejan de que el control cambiario venezolano y el acelerado incremento del precio del dólar en el mercado paralelo, está acabando con su clientela venezolana. Quienes antes cruzaban la frontera para hacer mercado, comprar ropa y materiales de trabajo, ya no pueden hacerlo porque no les alcanza el dinero, y el bolívar está tan devaluado, que los colombianos no aceptan que les paguen en esta moneda.

- El contrabando está floreciendo en este contexto. Ya no es sólo gasolina. Con la actual crisis económica de Venezuela y el modelo de control de precios en algunos alimentos básicos, el contrabando de comida entre ambos países está empezando a afectar seriamente tanto a colombianos como venezolanos. El contrabando de leche, pollo, huevos, carnes, entre otros, es notorio. El presidente Santos anunció una nueva ley para perseguir el contrabando, y el gobierno de Venezuela hace decomisos permanentes, y hasta el gobernador del estado fronterizo del Zulia trató de instrumentar un sistema de racionamiento de compras, al argumentar que era necesario para frenar el contrabando. El problema es que si no se llega a algún acuerdo de que la frontera sea una zona económica especial de comercio, que beneficie a los dos países con un tipo de control cambiario diferente desde Venezuela, no habrá medidas suficientes que logren detener este flagelo.

- La guerrilla colombiana seguramente estará dentro de los puntos de conversación, pero es, quizás, el punto más espinoso de todos. Colombia ha agradecido las gestiones de Venezuela, especialmente del fallecido presidente Chávez, el mismo Maduro y el embajador venezolano ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Roy Chaderton, pero ni Colombia ni Venezuela conocen cómo ha sido la mediación ni cuál papel ha jugado Venezuela en el proceso. Mientras tanto, al menos en Venezuela, hay preocupación de que el proceso de paz con las FARC no aborde asuntos tangenciales, como son la presencia de la guerrilla en ese país, la extorsión, el secuestro y las actividades armadas de las FARC. La oposición venezolana había solicitado que en las negociaciones se exigiera también que este grupo guerrillero entregara información sobre los secuestrados y desaparecidos venezolanos.

- Otro de los temas difíciles que podría surgir es la situación del 'cantante' de las FARC, Julián Conrado, capturado desde hace dos años, preso en Venezuela y con una extradición pendiente a Colombia. Con la propuesta de darle asilo al exagente estadounidense Edward Snowden, los partidos de izquierda venezolanos, incluido el propio partido de gobierno (PSUV), están planteando la posibilidad de que a Conrado también se le dé asilo en Venezuela, como él lo ha solicitado. En medio de las negociaciones de paz, el caso Conrado se podría convertir en una papa caliente, tanto para Maduro como para Santos.

- Por otro lado, en materia de cooperación contra el narcotráfico, si bien las Fuerzas Armadas de ambos países han participado de operaciones conjuntas y de manera regular capturan a narcos colombianos en Venezuela, el vínculo de la guerrilla con el narcotráfico, las pistas clandestinas que estas manejan en Venezuela y los negocios, incluidos compra de bienes raíces de las FARC en el país vecino, es otro tema delicado que quizás ambos mandatarios eviten abordar.