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P O R T A D A

Luz al final del túnel

El 2000 comienza con diez indicadores que permiten anticipar una recuperación económica más rápida de lo que se esperaba. SEMANA los analiza.

14 de febrero de 2000

Desde que comenzó el descenso en el ritmo de crecimiento de la economía, en los primeros meses de 1996, los colombianos han venido preguntándose cuándo llegará la tan anhelada recuperación. Pero, en vez de mejorar, las condiciones sólo habían mostrado un deterioro que hacía imposible ilusionarse con un repunte definitivo del aparato productivo. El deterioro pareció llegar a su máxima expresión en 1999, el peor año de la historia económica nacional, en el que el Producto Interno Bruto cayó en 5 por ciento. En esas condiciones cualquiera diría que la pregunta popular de “¿y esto cuándo se compone?” parecía no tener contestación a la vista. Las primeras respuestas aparecieron en la encuesta de opinión empresarial de Fedesarrollo del pasado mes de noviembre. Allí se registraron algunas señales alentadoras. Por ejemplo, de octubre a noviembre y con cifras ya desestacionalizadas, la utilización de la capacidad industrial instalada pasó de 60 a 70 por ciento. De la misma forma la encuesta reveló otros buenos indicios, como que mientras en junio del año pasado 73 por ciento de los industriales estimaba que los pedidos eran bajos en noviembre de ese mismo año sólo 44 por ciento tenía ese pensamiento. Esto muestra una cierta recuperación de los sectores industrial y comercial. No obstante, a la hora de hablar sobre las perspectivas económicas y a pesar de reconocer que están mejorando, todavía 63 por ciento de los encuestados opinaba que seguían siendo desfavorables. La buena noticia con que arranca el milenio es que en apenas dos meses este negativismo ha disminuido sustancialmente. Y no sólo por razones sicológicas de expectativas sino por hechos tangibles y cuantificables. SEMANA realizó una investigación extensa en la que consultó a diversos sectores industriales del país para medir el comportamiento de la economía durante el último trimestre del año pasado con el fin de establecer lo que viene en este año. En esta consulta se estableció que las expectativas de los industriales con respecto al crecimiento económico en Colombia para el año 2000 son moderadas. Prácticamente todos concluyeron que la economía había tocado fondo a partir del último trimestre del año anterior, pero que difícilmente se podía hablar todavía de una franca recuperación. Igualmente insistieron en que, a pesar de esperar que las ventas se incrementen en comparación con el año 1999, ven poco probable que sean superiores a las de 1998. Este diagnóstico, a primera vista, es relativamente pesimista y no da pie para pensar en una recuperación sostenida a mediano plazo. Sin embargo, al analizar en forma desmenuzada las respuestas de los 24 empresarios encuestados, las implicaciones de lo que ellos ven van más allá de su actitud conservadora. Si se hace un agregado cualitativo de los elementos que aparecen en las respuestas individuales y si se suman algunos síntomas que se han presentado en los últimos cuatro meses sale a flote un panorama en el que existen razones de peso para llegar a conclusiones más optimistas. Estas se pueden interpretar a través de 10 hechos indiscutibles que se están presentando en la actualidad en la economía colombiana y que, sumados, permiten anticipar que la recuperación va a ser más rápida y más fuerte de lo que se esperaba. SEMANA, consciente del escepticismo que despierta este tipo de anuncios, enumera y analiza este conjunto de circunstancias para que los lectores lleguen a sus propias conclusiones.