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Diego Pardo Cuéllar. | Foto: karen salamanca-semana

Entrevista

“Mi sueño es recuperar a mi hija” : habla Diego Pardo, absuelto del presunto abuso sexual de su hija

El padre cuenta el calvario que vivió, la ilusión de volverla a ver y la felicidad de iniciar una nueva vida con la mujer con quien se acaba de casar.

27 de marzo de 2021

SEMANA: Usted debió pasar un tiempo terrible cuando fue acusado de haber abusado de su hija de 4 años.

Diego Pardo: Ese infierno duró cinco años. Y hasta hace solo tres meses fui absuelto. Me estoy apenas ajustando a esa realidad, pues lo que viví es indescriptible.

SEMANA: ¿Hace cuánto no ve a su hija?

D.P.: Hace casi seis años, y, como los presos en las paredes, he contado cada día: van 1.980 días.

SEMANA: ¿Y cuál es su situación jurídica ahora frente a ella?

D.P.: Yo fui absuelto en primera instancia, pero en realidad no puedo realizar ningún trámite frente a mis derechos como padre hasta que no esté en firme esa sentencia.

SEMANA: ¿Y es optimista frente a la apelación?

D.P.: Yo siempre he creído en la justicia colombiana y confío en que los argumentos de la jueza que me absolvió van a ser igual de convincentes ante el tribunal. Lo único que ruego es que eso suceda rápido, pues hasta ese momento no puede haber una restitución de mis derechos como padre.

SEMANA: ¿Y eso para usted sería el fin de su calvario?

D.P.: La parte penal, para mí, es solamente el comienzo del fin. Luego comienza una etapa que puede ser igual de difícil que es restablecer la relación con mi hija, que, lamentablemente, está rota desde que empezó este asunto.

SEMANA: ¿Dónde vive su hija en este momento?

D.P.: La verdad no sé. Ha sido tan difícil y dolorosa la relación con mi exesposa que ni siquiera me ha dicho en dónde viven. Sé que están fuera del país, porque en la última audiencia declaró desde Miami. Eso me hace pensar que está en los Estados Unidos.

SEMANA: ¿Ha pensado en ir a buscarla?

D.P.: No puedo. El delito por el cual me acusaron es tan atroz que tiene una cantidad de efectos colaterales. Uno de esos ha sido que me quitaron la visa a Estados Unidos. Como ese es un país garantista y respetuoso del Estado de derecho, asumo que, con base en mi absolución, me la vuelvan a dar.

SEMANA: Un pleito como el suyo debe dejar muchas cicatrices de lado y lado. Si hace años no habla con la niña, tampoco debe haber tenido mucho contacto con la madre.

D.P.: Tiene razón. Fuera de las audiencias en que nos enfrentamos en escenarios judiciales, no tengo el menor contacto con ella desde hace también casi seis años.

SEMANA: ¿Usted le guarda a ella algún resentimiento?

D.P.: La verdad lo tuve, pero desde que la justicia falló a mi favor lo único que le deseo es lo mismo que quisiera para mí: doblar esa página y no pensar en nuestro pasado, sino en el futuro de nuestra hija. La prioridad no somos nosotros, sino ella. Tiene un papá y una mamá con los mismos derechos, y a todos nos toca ajustarnos a esa nueva realidad.

SEMANA: ¿Usted cree que puede llegar a tener una relación cordial con su exesposa y la familia de ella?

D.P.: A mi gustaría que eso fuera posible por el bienestar de la niña. Independientemente de lo que pasó, las dos familias vamos a tener que convivir de ahora en adelante. Y es que no solo yo perdí a mi hija. Mis papás perdieron a su nieta, y mis hermanos, a su sobrina. No creo exagerar si digo que el sufrimiento de mis papás como abuelos ha sido tan grande como el mío como papá. Afortunadamente, ahora todos tenemos una ilusión.

SEMANA: ¿Cuánto tiempo cree que le puede tomar todo el proceso de volver a contactar a la niña?

D.P.: Si la apelación es definida en el primer semestre de este año, mis abogados me dicen que antes de Navidad podría ser la restitución de la patria potestad. Solo hasta ahí podría comenzar a buscarla. Todo eso sería mucho más fácil si mi exesposa y yo hacemos un esfuerzo por tener una actitud constructiva, teniendo en cuenta el fallo de la justicia y los derechos de mi hija a tener a un papá.

SEMANA: ¿Y usted es optimista?

D.P.: Yo en el fondo creo que mi exesposa es una madre responsable y antepondrá el futuro y la salud mental de la niña ante cualquier resentimiento personal.

SEMANA: Pero usted no ha comentado la noticia que ha salido en las redes sociales en estos últimos días: que se acaba de casar.

D.P.: Sí. Me casé a principios de mes. Y la verdad estoy muy feliz. Después de seis años en un túnel negro, tengo la doble alegría de la esperanza de recuperar a mi hija y de una nueva vida con mi esposa.