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“La elección de Juan Manuel precipitó mi renuncia”

EN PLATA BLANCA

"No creo que Sarmiento quiera más del 31 por ciento de 'El Tiempo'"

Luis Fernando Santos cuenta por qué se retiró de la presidencia de 'El Tiempo' antes de que cumpliera 100 años y habla de los nuevos socios.

María Jimena Duzán
19 de febrero de 2011

MARÍA JIMENA DUZÁN: ¿Sintió nostalgia el sábado por la noche cuando no pudo celebrar los 100 años de 'El Tiempo' como su presidente?

LUIS FERNANDO SANTOS:
No voy a desconocer que tuve que pasar mi traguito amargo. Y le agradecí mucho a José Crehueras que lo reconociera en su discurso. La retirada de El Tiempo, como es obvio, no ha sido fácil para mí.

M.J.D.: Yo tenía entendido que usted había planeado irse después de la conmemoración de los 100 años y no antes. ¿Qué pasó?

L.F.S.:
La elección de Juan precipitó mi retiro y lo hice días antes de que él asumiera. Mire, María Jimena, y lo hice totalmente, con venta de acciones. Si uno se retira, se retira. Cuando vi que Juan iba a ser candidato, mi primera reacción fue de expectativa. Pero cuando ganó la Presidencia, me dije: "Luis Fernando, esto cambia la relación entre 'El Tiempo' y la Presidencia". Ahí tomé la decisión.

M.J.D.: ¿No tuvo usted problemas con los de Planeta? ¿No fueron ellos los que precipitaron su retiro?

L.F.S.:
¡Claro que no! De hecho, le cuento que ellos querían que me quedara. No creían que pudiera haber un conflicto, que para mí era evidente.

M.J.D.: ¿Para ellos no había mayor problema con que el presidente del periódico fuera hermano del presidente de la República?

L.F.S.: Sí. Ellos creían que eso era manejable, y yo no. Juan está viviendo una buena luna de miel, y yo estoy dichoso por eso. Pero todos sabemos que esta luna de miel es temporal y que pronto llegaría el momento en que los enemigos del gobierno iban a decir que El Tiempo estaba apoyando al gobierno, y sus amigos, que les estábamos dando duro… ¡yo no quería dar más papaya!

M.J.D.: ¿Vendió todas sus acciones?

L.F.S.:
Sí. Luego de que Juan asume, yo tomo la decisión de vender, porque me parecía lo más coherente.

M.J.D.: Tengo entendido que no todos los Santos vendieron.

L.F.S.: Eso es cierto, y yo respeto su decisión. Cada uno tiene su manera de pensar. En mi caso, por la forma como soy y por mi estilo de trabajo, creo que tenía que hacerlo.

M.J.D.: ¿Qué Santos quedan de accionistas?

L.F.S.: Le puedo decir que por el lado de mi familia vendimos todos. Por el lado de mi tío Hernando vendieron algunos.

M.J.D.: Francisco Santos, cuando asumió la Vicepresidencia en el gobierno Uribe, anunció que iba a vender sus acciones para evitar controversias…

L.F.S.: No se lo puedo asegurar, pero creo que él las acaba de vender.

M.J.D.: ¿O sea que cuando él hizo ese anuncio no las vendió?

L.F.S.:
En efecto.

M.J.D.: ¿Ya se sabe que Luis Carlos Sarmiento es dueño del 31 por ciento del periódico?

L.F.S.:
Sí. Planeta acaba de anunciarlo oficialmente.

M.J.D.: ¿Y cuál cree que puede ser el impacto que va a tener en el contenido del periódico la llegada del banquero más exitoso pero también más poderoso del país?

L.F.S.:
Pensaría que ninguno. Yo creo que Luis Carlos, que es un hombre supremamente exitoso y hábil, lo primero que va a respetar es el principal patrimonio de El Tiempo, que es su credibilidad y su estilo de hacer periodismo. Luis Carlos es un hombre de muchísima experiencia y no va a llegar a meterle la mano a eso, como incluso mucha gente especuló que lo iba a hacer Planeta cuando llegó y que nunca hizo. Muchos pronosticaron que los españoles iban a intervenir y a influir…

M.J.D.: ¿Me va a decir que Planeta, que es el dueño de 'El Tiempo', nunca se ha metido en el contenido del periódico?

L.F.S.: Quiero decirle que el respeto que hemos tenido de parte de ellos es increíble. Mientras yo estuve de presidente, no recibí ni una llamada. Ellos opinan en los consejos editoriales, y con esos aportes contribuyen a mejorar el periódico, pero no se han metido en el contenido. Por eso creo que Luis Carlos va a aportar toda su experiencia y a respetar lo que ha sido El Tiempo.

M.J.D.: ¿Qué posibilidades ve de que Luis Carlos Sarmiento aumente su participación del 31 por ciento en 'El Tiempo'.

L.F.S.: Creo que él se puede sentir cómodo con el porcentaje que ya posee. Él siempre ha estado interesado en invertir en los medios. Casi somos socios hace unos años, cuando invertimos en televisión por satélite. En esa ocasión dijo que no entraba porque ese no era su negocio. Sin embargo, creo que con el paso del tiempo ha ido cambiando de opinión. Le voy a contar una anécdota: cuando íbamos a vender el periódico, hicimos unas encuestas en las que preguntábamos si preferían un socio extranjero o nacional, y la respuesta abrumadora fue la de que preferían a uno extranjero porque creían que iba a ser más neutral. Pero le repito, yo creo que una persona de la experiencia de Luis Carlos va a respetar lo que ha sido El Tiempo.

M.J.D.: Si los españoles nunca intervinieron, ¿el cierre de 'Cambio' fue todo por cuenta suya?

L.F.S.: Yo tuve mucho que ver con el cierre de Cambio. En la junta directiva siempre se tocó el tema, porque era una revista que tenía múltiples problemas económicos. Cada vez vendía menos y nunca creció, como sí sucede con Don Juan, por ejemplo. Era una revista de muy buen contenido periodístico, pero que no tenía futuro. Por todas estas razones se llegó a la conclusión, a mediados del año antepasado, que Cambio no iba más.

M.J.D.: Pero el cierre se produjo el año pasado por estas épocas. ¿Había quienes estaban en desacuerdo?

L.F.S.: La decisión se demoró porque había susto en el cuándo y en el cómo, pero todos los miembros de la junta estuvieron siempre de acuerdo. Se iba a anunciar unos días antes de que sucediera la salida de Claudia López, que fue complicada y criticada. Nos damos cuenta de que no es el momento indicado, y se acuerda hacerlo a comienzos de año pasado. Eso fue lo que se hizo. El cierre de Cambio fue una decisión de negocios, hecha a sabiendas de que iba a generar un impacto en el gremio de periodistas.

M.J.D.: Y en efecto, ese cierre se entendió como un portazo a la libertad de expresión, para no hablar del 'chicharrón' de Claudia López.

L.F.S.:
La salida de Claudia fue un episodio muy aburrido, pero Pombo tenía la razón. Tal vez la forma en que se hizo no fue la apropiada. Y en cuanto al cierre de Cambio, fallamos en la manera de comunicarlo. Fue un error haberlo anunciado días antes de los premios CPB. Mire, yo personalmente traje a Rodrigo Pardo a El Tiempo; le metimos mucha plata a la revista, pero no pudimos sacarla adelante. Y para mí fue desafortunada la manera como Rodrigo y María Elvira Samper salieron a los medios a decir que el cierre de Cambio había sido culpa de Uribe, de Juan Manuel y de José Obdulio. Que a ellos no les gustara Cambio era una cosa. Pero la verdad fue que se trató de una decisión hecha por la empresa.

M.J.D.: ¡Pero si los sacaron como perros!

L.F.S.: ¡Es que no hay manera de sacar bien a nadie! Yo sé que Rodrigo Pardo sabía que esa decisión estaba en proceso. Tal vez a María Elvira la noticia la pudo tomar más de sorpresa. Y en eso sí cometí un error. A pesar de que teníamos una estrecha amistad, amistad que se perdió, nunca le toqué el tema porque me parecía que no se debían juntar las dos cosas.

M.J.D.: ¿Y nunca molestaron las investigaciones que 'Cambio' hacía, muchas de las cuales dejaban muy mal parado a un gobierno que estaba en trance de otorgarle un canal al Grupo Planeta?

L.F.S.: Con absoluta seguridad que sí molestaron a varios de los accionistas de El Tiempo. De eso no tengo la menor duda. Como también molestó la investigación sobre los falsos positivos hecha por El Tiempo cuando Juan Manuel era ministro de Defensa. La esencia de las investigaciones periodísticas es que siempre molestan a alguien en el gobierno. Pero no por eso se cierra un producto. Cambio se cerró porque era insostenible hacia el futuro.

M.J.D.: ¿Y el hecho de que de por medio estuviera la posibilidad de un tercer canal tampoco influyó?

L.F.S.: Para nada. Aspirar a un canal era y es un legítimo derecho, solo que entre los opositores, Caracol y RCN y luego Prisa y Cisneros, le dieron mucho palo a El Tiempo por ese supuesto conflicto de intereses.

M.J.D.: El 2010, año en que entra Planeta, fue el mejor en términos económicos que ha tenido 'El Tiempo' en sus 100 años. ¿La magia española?

L.F.S.:
El Tiempo siempre ha sido un buen negocio. La peor crisis fue en los gobiernos Samper y Pastrana. En ese momento, a mí me tocó despedir a más de cuatrocientas personas. Pero desde 2002 comenzó una reactivación que no ha parado, y el periódico cada año mejora. La llegada de los españoles ha fortalecido aún más la empresa.

M.J.D.: En el discurso que pronunció el presidente Santos en la conmemoración de los 100 años se refirió a "sus celosos hermanos". ¿Cómo es su relación con el presidente?

L.F.S.:
Tenemos una buena relación, pero siempre hemos sido muy independientes y muy competitivos. Cuando jóvenes, nos quitábamos las novias. A Juan lo veo poco y yo estoy totalmente alejado del poder. No me interesa.

M.J.D.: ¿Qué da más poder: ser presidente de 'El Tiempo' o presidente de Colombia?

L.F.S.:
Desde luego, lo segundo. Aunque El Tiempo dura más que los presidentes.

M.J.D.: ¿A qué se dedica por estos días?

L.F.S.: Por el momento, al yo con yo. Luego, pienso hacer algunas asesorías.

M.J.D.: ¿Asesorando a la competencia?

L.F.S.:
Eso nunca. Mi fidelidad es con El Tiempo.