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| Foto: Fundación Plan

PROCESO DE PAZ

¿Qué preguntan los niños sobre el proceso de paz?

El alto comisionado para la Paz estuvo en el Hay Festivalito respondiendo a las dudas de niños y jóvenes. Aseguró que el futuro de los menores del grupo guerrillero es el tema de discusión hoy en La Habana.

30 de enero de 2016

¿Cuál será el futuro de los niños y jóvenes que han estado inmersos en la guerra? La pregunta surgió en el conversatorio que el Hay Festivalito celebró este viernes en el barrio El Pozón de Cartagena –el segundo con mayor población de la ciudad y también uno de los más marginales– con el alto comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo. “Los deben entregar pronto pero no simplemente devolverlos a sus familias. Ellos vieron y causaron mucha violencia y deben entrar a un tratamiento psicosocial pronto”, señaló y luego aseguró que ese es precisamente el punto que están discutiendo en La Habana. Hace un año las FARC prometieron que no volverían a reclutar menores de 17 años, pero han guardado silencio sobre los niños que continúan con ellos.

Para los habitantes del barrio El Pozón hablar de paz parece inimaginable. Sólo un mes atrás el periódico El Universal estaba informando sobre la aparición de panfletos amenazantes en el barrio, con “listas negras” en las que se leen los apodos y los nombres de algunos jóvenes que, al parecer, pertenecen a pandillas. Y hace apenas dos semanas el mismo periódico estaba informado sobre el asesinato de Ángel Herrera, de 26 años, vendedor de discos, ocurrido por esas calles sin pavimentar a manos de “sicarios”.

Una joven, de 16 años, repoterita de la Fundación Plan –organizador del evento–, llevaba días repasando la pregunta que le haría a Sergio Jaramillo: “Ustedes están negociando con las FARC, pero en nuestro barrio las bandas delicuenciales son las que están robando, matando y vendiendo drogas. ¿Quién va a negociar con ellos?”. El alto comisionado dio una respuesta clara: “Eso que usted dice es la realidad. El proceso de paz no va a resolver ese problema, pero sí nos va a permitir tener recursos para ir detrás de esos criminales”, dijo. Luego aseguró que el Gobierno tiene la esperanza de que el acuerdo con las FARC genere un "clima de paz” que lleve a esos grupos delincuenciales a desistir de la guerra. “Pero también debe haber un rechazo de la sociedad a todos los tipos del violencia. No puede ser sólo tarea del Gobierno”.

Otro de los asistentes preguntó por el futuro de los hijos de los victimarios, ¿cómo podrán reincorporarse a la sociedad sin ser señalados?. “Ese es un tema difícil”, reconoció Sergio Jaramillo, y luego apuntó: “Precisamente hay que tener claro que ellos son hijos de victimarios, no victimarios directamente. Tenemos que hacer un pacto entre todos de cómo vamos a vivir juntos, unos acuerdos de convivencia”.

El perdón fue otro de los temas que ocuparon gran parte de la conversación. “¿Cómo podemos perdonar a los que nos hicieron tanto daño?”, preguntó uno de los pocos adultos que estaban presentes. La respuesta provino del mismo público, de una niña de uniforme que tomó el micrófono y con sentidas palabras señaló que muchas de esas personas que han hecho la guerra “no tuvieron amor ni a nadie que los protegiera cuando eran niños, como nosotros. No tuvieron quién les dijera ‘te quiero’. Tenemos que ponernos en sus zapatos”.

Una de las últimas intervenciones fue de la historiadora Diana Uribe, quien había llegado al mismo colegio a narrarles a los niños y jóvenes algunas de las historias de su libro más reciente, La vuelta al mundo en 25 mitos. Uribe, citando al teólogo y sociólogo Leonel Narváez, señaló: “El perdón no modifica el pasado, pero tiene el poder de transformar el futuro”.