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Fueron localizados inicialmente dos artefactos tipo cilindro y a pocos metros fue hallado el tercero.
Fueron localizados inicialmente dos artefactos tipo cilindro y a pocos metros fue hallado el tercero. | Foto: Ejército Nacional - Montaje SEMANA

Norte de Santander

En antesala al 7 de agosto, el Ejército destruye tres artefactos explosivos instalados por el ELN en el Catatumbo

La comunidad del Catatumbo sigue siendo la población más afectada por los grupos criminales que hacen presencia en Norte de Santander.

6 de agosto de 2022

En la tarde de este sábado 6 de agosto, el Ejército Nacional dio a conocer una operación donde frustraron una acción terrorista por parte de los grupos al margen de la ley que delinquen en esta región del Catatumbo.

Tropas militares de la Trigésima Brigada llegaron hasta en el sector conocido como San Miguel, perteneciente al municipio de Sardinata, Norte de Santander, y allí ubicaron y destruyeron tres artefactos improvisados instalados, al parecer, por el GAO ELN.

De acuerdo con la información entregada por las autoridades, el registro del área adelantado por los soldados, fueron localizados inicialmente dos artefactos tipo cilindro y a pocos metros fue hallado el tercero.

Así las cosas, de manera coordinada y efectiva, cumpliéndose todos los protocolos de seguridad establecidos por parte de los uniformados del grupo de explosivos y demoliciones del Ejército Nacional, se procedió a destruir de manera controlada los explosivos y así evitar una acción terrorista.

Con estos artefactos explosivos de fabricación casera, tipo cilindro, integrantes del ELN, pretendían atentar contra la población civil, el eje vial que conduce hacia la provincia de Ocaña y los soldados que brindan seguridad sobre esta área del departamento”, señaló la institución.

Ante esta situación, se reafirma el compromiso del Ejército Nacional de brindar seguridad a los nortesantandereanos y proteger los bienes estratégicos de la nación.

La comunidad de Tibú temen un atentado

Luego de que el ministro de Defensa, Diego Molano, ordenó enviar tropas a Tibú, Norte de Santander, para restablecer el orden público, surgió la inconformidad entre los pobladores que aseguran que la presencia de miembros del Ejército Nacional junto a la población civil los ponen en riesgo, pues temen en cualquier momento quedar en medio de confrontaciones de los grupos criminales.

Justo al lado del club de descanso de Ecopetrol, al que asisten familias completas, quedan las instalaciones abandonadas de lo que sería una sede de educación superior, ya sea de una universidad o del Sena, es un predio abandonado que está en custodia de la Alcaldía Municipal. Con la medida urgente del gobierno nacional de restablecer el orden y llevar a más pie de fuerza, decidieron prestar ese predio al Ejército Nacional para que allí se instalen alrededor de 100 hombres armados.

Junto al predio hay viviendas y eso ha generado malestar. “Para nadie es un secreto que la confrontación armada se ha recrudecido. Y realmente la población civil exigimos que nos saquen de en medio y se respeten nuestros derechos”, dice Juan Carlos Arias, veedor, quien argumenta que lo que está sucediendo es una clara violación al derecho internacional humanitario, indicando que los militares deben de estar a una distancia prudente de la población para evitar que en una arremetida de los grupos criminales, las personas que viven alrededor terminen convirtiéndose en víctimas “colaterales”.

SEMANA conoció de fuentes del Ejército que para ellos no hay violación de derechos, asegurando que los uniformados tienen una capacitación especial en derechos humanos y relacionamiento con la comunidad, algo útil en estos momentos, que están brindando apoyo a la Policía Nacional. Aclararon que en ese punto están ubicados de paso, debido a que en las instalaciones militares no hay capacidad para alojar a tantas personas ni tampoco en la estación de Policía, que ha sido blanco de múltiples ataques. El predio que prestó la alcaldía es apto debido a que cuenta con unidades sanitarias y energía para que los uniformados pueden permanecer allí.

Jairo Libreros, experto en seguridad y profesor universitario, manifestó a este medio que efectivamente se estaría presentado una irregularidad, pues los militares no deberían tener ese punto provisional cerca a la comunidad, como se establece claramente en el derecho internacional humanitario, debido a que ponen en riesgo a la comunidad y más aun conociendo la dinámica del conflicto de la región del Catatumbo.